Mason.
En el club alguien me choca, no sé quién es, parece ser una empleada. Su cara de asustada lo dice todo, ser
arrogante es lo que me caracteriza así que mis palabras la dejan más vulnerable de lo que aparenta ser.
-Perdónnn – balbucea e intenta disculparse, pero sus nervios la traicionan logrando que agache su cabeza en
señal de sentirlo.
-La próxima vez fíjate por donde caminas - objeto molesto, pero no lo estoy. Es mi forma de ser arrogante.
Continua hacia la barra, efectivamente es una empleada de mi club, vuelvo a centrar mi mirada en mis
acompañantes entre ellos se encuentra mi amigo Ricky. Bebo un sorbo de mi Martini, ya no puedo entender de que están hablando, porque mis ojos recaen en esa mujer que me atropello hace un rato.
La observo discretamente, es bonita nada que envidiar a la demás, pero noto que sus ojos verdes que esconde una tristeza o una preocupación grande. No sé para que la estoy mirando seguramente es otra interesada, de esas que siempre se acercan por un poco de dinero o fama.
Toda la noche lo pase distraído, nunca me desconcentro tanto, mucho menos si se trata de hacer dinero. Aunque el señor Smith me aburría con palabrerío de su familia perfecta, que para nada lo es, si se diera cuenta que su esposa lo engaña, no se reiría de los demás.
Casi acaba la noche, esa mujer, está en la entrada esperando a alguien, su compañero sale con una mochila yéndose juntos, deben ser novios.
Cuando se va termino con mí paranoia, ya un poco más relajado, charló con el gerente para que me diga si
hay algún problema o no.
La madrugada llega antes de lo esperado, regreso a mi hogar, bastante cansado. Pero afortunadamente no hubo ningún problema con mi propiedad, eso me tranquiliza, lo único en lo que sigo pensando es la mesera que sé estrello conmigo.
Por lo tarde que es la carretera se encuentra vacía, uno que otro vehículo encontré en el camino. Mantengo mis ojos puestos en el pavimento aún falta para llegar, también pienso en la decisión de buscar esposa, es una responsabilidad muy grande, aunque con un contrato de por medio. No me gustan los malos entendidos, muchos menos que se crean que voy a enamorar. Ya lo hice una vez y la perdí.
Esté mundo exige mucho para lo que no estoy dispuesto a dar. En las últimas semanas soñé con Olivia, los sueños son difíciles de entender, ella sonreía. Yo trataba de llegar a ella, eso no ocurría porque se alejaba cada vez más, lo que me dijo si pareció algo fuera de lugar "permítete ser feliz". Esa maldita frase ha estado causando daño en mi corazón.
Me detengo al costado de la acera de la carretera, las lágrimas corren por mis mejillas, las seco con un pañuelo. Pensar en ella es un efecto que no he logrado superar, no creo que lo consiga, la llevo en mi corazón sintiéndome muy culpable por su muerte. De alguna forma lo soy, yo provoqué a su padre con mí arrogancia, lo pagué perdiéndola a ella.
Sollozando vuelvo a seguir mí curso, en veinte minutos, llegó a casa angustiado, otra vez con esa amarga sensación de querer morir.
Salgo del auto, todo está en silencio y las luces apagadas, ingreso por la puerta principal. Quiero caminar
hacia la escalera, pero una voz me detiene, es papá.
-Hijo ¿estás bien? - ya sabe que me encuentro mal. Estoy de espalda, no veo su rostro tampoco voy a hacerlo.
-Sí papá - piso el primer escalón y vuelve hablar provocando que me enfurezca.
-No lo parece ¿Otra vez piensas en Olivia? - su pregunta causa irritación en mí.
-Si lo sabes para que preguntas - digo en tono un poco alto.
-Hijo - sus palabras quedan a medias - podemos conversar. Sé que no es fácil pero ya pasaron varios años de su muerte, ya es hora de que lo superes ¿No crees?
-NO TE METAS EN DONDE NO TE LLAMAN - digo casi gritando despertando hasta a mamá que baja atando su bata en la cintura, me mira con lástima cosa que no me gusta. Yo giro sobre mis talones mirándolo fijamente, mis ojos deben de estar rojos por el llanto, él tiene en su mano un vaso de agua. También lleva puesto un pijama en azul.
- ¿Qué pasa? ¿por qué gritas? - mi madre está alterada.
-Nada - decimos los dos al mismo tiempo.
Emprendo mi retirada pisando fuerte cada escalón con mucha rabia por lo sucedido. Ya en la habitación, sentándome al borde de la cama en los pies, retiro los zapatos, aflojo los botones del saco y la camisa. Solamente quedo en pantalón, recojo una toalla del armario para meterme bajo la ducha durante media hora.
Escucho un par de golpes en la puerta, debe ser mamá, no hay ganas por parte mía de darle una explicación de lo que paso allí abajo.
La cabeza duele como nunca, también mi alma, el corazón y el recuerdo de alguien que no volveré a ver más. Luego de pensar en ello tirándome en la cama, el sueño viene a mí cierro los ojos, pongo mis brazos sobre ellos, ya dormido completamente.
El lugar está rodeado de árboles, no puedo ver nada por la intensa niebla que me cubre el lugar, camino despacio para ver si hay alguien más. Una mujer con pelo cobrizo logro distinguirla a lo lejos, se encuentra de espalda, su vestido largo blanco está embarrado en la terminación de éste.
Sé aleja cada vez más, yo la sigo a una distancia prudente. Alguien viene corriendo.
-Mamá mamá - dice el niño, aunque no lo reconozco. Él la abraza por detrás, se gira para tomarlo en brazos. Es rubio, pero es escaso el pelo, tez blanca como un papel y ojos brillosos verdes.
Yo me quedó observando la escena, lo toma de la mano siguiendo su camino, otra vez hago movimiento para ir detrás de ellos.
Llegan a una cabaña en el centro del bosque, es hermosa con macetas y flores en color amarillo, rosa y negras; muchas negras. Me doy la vuelta estando rodeado de las mismas flores, aunque tienen espinas largas.
Ellos suben a por los tres escalones en la entrada, un hombre sale de la pequeña casa, alza al niño haciéndolo dar vueltas en el aire. Sé escuchan las carcajadas de felicidad.
-Papi volviste - habla el niño.
Su madre lo mira, no puedo ver el rostro de esa señora, desaparecen perdiéndose dentro de la cabaña.
Después de unos minutos ella sale afuera con una taza en la mano, siento un olor como a perro mojado, creo que es un lobo.
Miró a todos lados, no lo veo, la desesperación me dice que corren peligro. De pronto, un lobo blanco hace su
aparición por el costado de la cabaña. En ese momento el niño corre a toda velocidad al patio.
-A qué no me puede agarrar - grita poniendo en alerta al animal.
El lobo ya vio al niño, seguro irá por él, salgo corriendo para alcanzarlo antes que el animal blanco. Pero aparecen otros animales, es una manada, pillo al pequeño e intento entrar a la casa. Lamentablemente ya es tarde, ellos atacan al padre y ella quiere huir, un lobo gris le impide el paso.
-Corre Liam, corre - le grita a todo pulmón - corre.
Es devorada en un instante, le tapo los ojos a Liam para que no vea. Él no llora solo quedó en un estado de shock. Un lobo negro con ojos azules viene por nosotros, lo subo a mi espalda y corremos por medio de árboles, nos pisa los talones. Apuro el ritmo de mi velocidad quedando en una encrucijada, hay un río y es muy profundo.
El lobo gruñe, me doy media vuelta para quedar frente de él, pienso si rendirme o tirarme. Barajo la segunda posibilidad y me tiro con el niño dormido.
Nado desesperadamente, sin embargo, Liam ya no lo tengo conmigo. Manoteó a todos lados, la respiración se hace lenta, pesada y sin fuerza me arrastra la corriente. Pierdo contacto con todo a mi alrededor, también el conocimiento.
Desde la profundidad se oye una voz femenina que me habla tocándome los hombros y la cara para despertar.
Empiezo a abrir poco a poco los ojos, encuentro a mi madre a la par de la cama, se mueve en dirección a la
ventana y hace a un lado las cortinas, la luz penetra en mi vista causando que me tape con las manos.
Siento el cuerpo pesado, pegajoso y el sudor corre por el rostro. Creo que fue una pesadilla lo que tuve, mamá estira su mano con un vaso de agua, se la recibo mirando su cara de preocupación.
- ¿Otra vez una pesadilla? - ya me conoce sabe lo que sucede conmigo.
-Si - contestó devolviendo el vaso.
- ¿Me quieres contar? - pregunta pasando una toalla por la frente.
-No por ahora - salgo de la cama dirigiéndome al baño.
Por primera vez sueño algo que no tiene que ver con Olivia, hasta me parece raro todo, no es muy significativo o sí. Lo que me causa intriga es el hecho de no saber quién es esa mujer, no vi su rostro mucho menos el de su esposo.
El agua recorre mi cuerpo quitando todo rastro de sudor, ya renovado voy al vestidor, unas gotas de agua caen desde mi cabellera castaña, observo el reflejo que me brinda el espejo viendo esos ojos azules sin vida e hinchados a causa de ese horrible sueño.
Luego de debatir que utilizar para ir a dar un par de vuelta o ver a Ricky parto a buscar a mi hermoso hijo, mi
auto.
Ya llevo dos días sin dormir, eso es fatal para mí porque cambio de humor dependiendo con la persona que trate.
Saco el celular sin quitar los ojos de la carretera, colocó en uno de mis oídos un audífono para llamar a mi amigo y saber dónde anda. Suena una, dos y a la tercera contesta.
-Hola mi querido amigo - para ser domingo luce muy contento - ¿Cómo estás?
-Hola no muy bien que digamos ¿y tú?
- ¿Por qué que paso?
-Después te cuento, ¿Estás ocupado? Estoy yendo a tu casa - él solo escucha lo que yo lo he preguntado.
-No estoy en casa, salí un rato a despejar la mente - se ríe bajito, pero igual lo oigo.
-Entonces ¿Dime en dónde te encuentras? - preguntó.
-En la cafetería a la vuelta de mí casa.
-Ok en un rato llegó - contestó colgando el celular y lo tiro en el asiento del copiloto.
En breves instantes aparco en el auto, el lugar se llama "Café Media Hora", las hermosas flores puestas
en un cantero en la vereda le dan un toque pintoresco, también frescura. Ingreso, unas rosas negras me llaman la atención, son parecida a las que soñé anoche, Ricky habla sacándome de mis pensamientos.
-Por aquí Mason - habla desde una mesa al lado de la ventana.
Estiro la mano para saludarlo, arrastro la silla para tomar asiento, él está solo. Creí que estaba en compañía
de alguien porque sonaba muy alegre.
Conversando entre bromas y risas pasamos más de una hora, eso me alivio la opresión que sentía en el pecho. Debato si contarle el sueño que tuve, aunque no lo va entender, así que opté por no decir nada.
Él se despide con un abrazo, de repente me encuentro solo, no hay personas en el bar. Está un poco solitario y no es para menos es domingo, todos aprovechan para descansar en sus casas. Veo pasar las personas por la galería, unas vienen, otras van.
No sé en qué momento pasa una mujer por mi mesa, su pelo es cobrizo, va vestida de jens azul, remera mangas tres cuartos y lo que no veo es su cara. Habla con el mozo detrás de la barra, le sonríe en afirmación perdiéndose por las puertas del personal, es una empleada.
En segundo sale ya con el uniforme, cuando veo su rostro me recuerda a la chica del sueño, su rostro está pálido, su tez es blanca así que se nota a lo lejos, sus ojos nos lo puedo ver.
Mi teléfono suena, pierdo la concentración, ellos se dan cuenta que todavía estoy en el bar. Dejo la paga y
la propina retirándome del lugar.
Justo hoy tenía que surgir este problema.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 61 Episodes
Comments
Marylu Garza
😱😱😱
2023-05-26
0
Marylu Garza
El niño enfermo???
2023-05-26
0
San Aguirre
*agacha
2023-05-23
0