Capítulo 5: Noche de bodas

El día de la boda, los pétalos de rosas rojas simbolizan el amor flotando en la bañera, bajo la suave luz, los recién casados ​​se miran con cariño. Se puede decir que este es el momento más feliz en la vida de una persona. Pero nunca me sentí feliz. Al contrario, cada viento frío de la noche soplaba en mis huesos cansados, hasta el corazón.

Mi esposo recién casado tampoco pensó que un solo momento de la noche de bodas valía mil oro, por lo que se quitó la ropa pronto. Se sentó en la silla de cuero frente a él, jugando con una copa de vino de cristal en la mano.

La luz suave brilla sobre su rostro brillante, más hermoso que la luz de la luna bajo el agua, haciéndome incapaz de apartar los ojos de su fascinación. Olvidé por completo que el pesado vestido de novia que casi no podía respirar todavía estaba puesto. Desde el fondo de mi corazón, me siento afortunado, porque la mujer que lleva un vestido de novia hoy soy yo, no una belleza en el bosque.

Abarran siempre me llamó estúpido, eligió a Abejundio sobre él. Vale, admito que la primera razón por la que me enamoré de Abejundio fue su apariencia. Pero mis sentimientos por él ciertamente no son solo eso.

Cuando le temes a la noche solitaria, un hombre guapo se sienta junto a tu cama y te cuenta la historia de Cenicienta y el príncipe que se conocieron, se enamoraron y vivieron juntos por el resto de sus vidas. A pesar de que la historia era tan de mal gusto que el chico guapo bostezaba constantemente, no se fue. Sus ojos pintorescos te miran con dulzura ...

Empiezas a entrar en el período de la juventud rebelde, te peleas con tu padre y luego te escapas de casa. Cuando estás desorientado en una calle extraña, un chico guapo corre hacia ti antes de que la puesta de sol se haya ido por completo. Su cabello negro ondeaba al viento, gotas de sudor como perlas salpicaban su rostro ...

Cuando alguien te apunta con un arma, un chico guapo se para frente a ti sin dudarlo, con la espalda recta como si apoyaras al mundo entero ...

Si no amas a ese chico guapo, definitivamente no tienes corazón. Y tengo un corazón, además de un corazón ardiente y lleno de entusiasmo, por lo que es comprensible que los ame de todo corazón.

Alguien me dijo una vez, si realmente amas a alguien, incluso si él no te ama, tienes que encontrar la manera de ganarlo, de lo contrario no serás feliz en esta vida. Creí en ese consejo, así que usé todo lo que pude. Finalmente conseguí a Abejundio.

Creo que cumplí mi deseo. Pero resultó que este fue el comienzo de una cadena de desgracias.

La sala de bodas no sabía cuánto tiempo estuvo en silencio, incluso pensé que el chico guapo que mencioné anteriormente se sentaría allí para que yo lo mirara toda la noche. Inesperadamente, miró su reloj y dijo:

- ¿No tienes algo que preguntarme?

Quiero preguntarte:

- ¿amas a esa chica? Pero al final todavía no podía sacar la boca.

- ¿Fuiste tú quien informó a Barran de nuestra boda? Pregunto.

La copa de vino que giraba en su mano se detuvo: - Bueno, pensé que desafiaría todo, detendría la boda, luego te llevaría ...

- Atrévete a venir a la boda para robar a la novia, debe estar cansado de vivir

Abejundio sonrió con satisfacción

- Si yo fuera él, no me habría cruzado de brazos y habría visto a la mujer que amo saltar al pozo de fuego aunque muriera

Seguí pensando en su breve pero profunda declaración. Al final, todavía no entendí, o deliberadamente no entendí, tuve que preguntarle con voz burlona:

- Si eres tan valiente, ¿por qué no te llevas a tu pequeña ama para que se escape, dejándola llorando?. ¿la boda?

Abejundio se mantuvo tranquilo, su rostro todavía una sonrisa fría, sin mostrar humor:

- Si me fuera a ir con ella, no te habría aceptado al principio

Sí, todavía estoy aquí, pero mi corazón se ha ido. O de lo contrario, su corazón nunca se detuvo aquí.

El vestido de novia en mi cuerpo se está volviendo cada vez más pesado, la cintura está tan apretada que mi corazón y mis pulmones chocan, causándome un dolor agudo. Tengo muchas ganas de quitarme el vestido de novia, pero no importa cuántas veces lo intente, no puedo alcanzar la cremallera. Estaba deprimido, a punto de usar todas mis fuerzas, un cuerpo alto de repente se paró frente a mí. Me dio la vuelta, ayudándome a tirar de la cerradura, sus dedos fríos tocaron inadvertidamente mi piel, dejando una sensación extrañamente caliente.

El familiar movimiento suave hizo que mi corazón comenzara a latir de nuevo.

Me di la vuelta, abrazando con fuerza la cintura de Abejundio:

- Sé que sientes algo por mí, pero no quieres admitirlo ...

Escuché su suave suspiro.

- Es tarde, debes estar muy cansado, vete a la cama temprano. Todavía tengo un proyecto que revisar

- ¿Por qué?

Sabiendo que me estaba evitando, no quise, y seguí preguntando:

- Ya estamos casados, ¿por qué no puedes aceptarme?

- Lo siento, eres mi hermana. No tengo forma de compartir la misma almohada que mi hermana

Hizo hincapié en la palabra

- hermana

casi siseando entre dientes.

Después de eso, cerró la puerta de un portazo, dejándome sola en la fría sala de bodas. Abracé mi cuerpo con fuerza y ​​me senté en el suelo, con lágrimas en las esquinas de mis ojos. Lo admito, estaba equivocado. Pero si no fuera por tus palabras de ese año, ¿cómo pude haber cometido el error de venir a este país?

Aunque han pasado muchos años, todavía recuerdo con claridad esa noche. Ese día parecía ser un día de luna llena, la luna llena flotando en el cielo, brillando por todo el espacio.

Abejundio se sentó en el sofá leyendo el periódico, yo recosté la cabeza en su regazo, mirando su rostro sin aburrirme. En ese momento, solo tenía veinte años, su rostro, sin importar desde cualquier ángulo, era impecable. Sus ojos son tan claros como un lago después de la lluvia, hermosos y cautivadores.

Y acabo de cumplir quince años, la edad más hermosa de la juventud. Barran comentó una vez: "Soy como una cereza madura, lo que hace que los hombres quieran verla, pero no la pueden tragar, sólo puedo permanecer en el corazón. A veces cuando veía a Abejundio abrazándome, Barran a menudo expresaba su disgusto, decía que la deliciosa pequeña belleza no le prestaba atención, Abejundio por lo que quería abrazar, podía abrazarlo cuando quería, tocar como él quería tocar. ¿Cómo quieres besar? Abejundio respondió con indiferencia:

-Soy legal.

Barran estaba tan enojado que se levantó de un salto:

- ¿Eres el hermano legal, no el esposo legal?

Inmediatamente me arrojé al regazo de Abejundio, lo besé en la cara, luego volví la cabeza y parpadeé inocentemente hacia Qilin:

- Me gusta darle un abrazo, ¿qué puedes hacer?

Barran solo pudo alejarse pisando fuerte ...

Esa noche Abejundio apartó la mirada del periódico y me miró a los ojos.

- ¿Por qué me miras así?

- Hermano, ¿quieres hacerme una pregunta?

- ¡Sí, te lo preguntaré!

- Si amo a un hombre, realmente lo amo, lo amo mucho, pero él no parece amarme, ¿qué debo hacer?

Abejundio me miró durante mucho tiempo. Al darse cuenta de mi seriedad, respondió:

- Es muy simple, debes usar todos los medios para atraparlo y luego hacer que te ame

- Suenas exactamente como tu padre.

Negué con la cabeza, hay algunas cosas que parecen simples, pero no fáciles de hacer:

- ¿Qué pasa si hice todo y él todavía no me ama?

- Dime quién es esa persona, haré que nunca tenga la oportunidad de amar a otra mujer

- ¿Por qué?

- No quiero verte herido ...

Me reí y me senté:

- Está bien, por favor recuerda esta frase. Cuando me digas quién es esa persona, definitivamente no le daré la oportunidad de amar a otra mujer

- ¡SÍ!

Abejundio me tomó entre sus brazos y me pellizcó las mejillas rojas:

- O ahora deberías decirme rápidamente quién es ese tipo, para que pueda aprovecharlo para traerlo de vuelta contigo, evitando la situación de noches largas y de ensueño

Me incliné y le susurré al oído:

- Un día, definitivamente te lo haré saber

En ese momento, también me imaginé la expresión de sorpresa de Abejundio cuando supo la verdad, esto me pareció muy interesante. No fue hasta más tarde, cuando lo presencié con mis propios ojos, que descubrí que la sorpresa era muy de mal gusto, muy trágica.

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