parte 4 : Encuentro: Nueva impresión

...Encuentro...

El viento que movía las ramas de los árboles dejando caer las hojas secas y el trinar de las aves que vivían en esa reducida área verde, eran lo único que se podía escuchar. Bocinas de coches, risas de estudiantes, timbres de bicicletas o cualquier ruido exterior, había desaparecido.

Los tres chicos digerían lo sucedido en silencio, durante esos segundos que se sentían como varios minutos, la ansiedad de Andy lo estaba carcomiendo, no sabía con que clase de personas se debía enfrentar, y como un chico que luchaba al relacionarse con personas de su misma edad, la situación era aún peor.

La ira que sintió Johan por el golpe, y el celular roto, había desaparecido con solo ver los cándidos ojos miel de Andy. Estaba completamente aturdido, desorientado, perplejo. 

El pelirrojo se agachó en silencio y recogió el celular dejando ver que la pantalla estaba hecha trizas, y qué parte de esta, no sé prendía.

— ¡tú, maldito idiota! ¡vas a pagar por esto! — gruñó el pelirrojo acercándose con violencia mientras mostraba el celular destrozado.

— yo... Lo siento... Yo... Ahora no tengo dinero pero... — dijo el castaño antes de ser interrumpido por los gruñidos del pelirrojo. Andy estaba muy nervioso. El aspecto de aquellos chicos contrastaba mucho al suyo. Andy siempre vestida formal, a no ser para hacer deporte, en cambio ellos lucian como los típicos pandilleros con una vida llena de excesos. El castaño provenía de una familia privilegiada, donde casi nunca vió a la gente actuar con tanta agresividad. La actitud del pelirrojo lo hacía sentir inquieto.

— ¿No tienes dinero? Tu ropa muestra lo contrario — dijo señalando su traje perfectamente planchado a pesar de haber dormido con el minutos atrás.

— no tengo dinero, pero yo...

— ¡estoy bien! gracias por preguntar — interrumpió el azabache para llamar la atención del castaño, le molestaba la indiferencia que tenía ante su presencia.

El castaño dejó de sentirse inquieto al ver al azabache a los ojos. Andy veía bondad en esa abismal mirada negra ¿lo estaba imaginando? Respiró profundo y se acercó al azabache, ignorando completamente al pelirrojo.

— ¿Te encuentras bien? — Johan buscó en sus ojos alguna reacción, pero no encontró nada. No estaba fingiendo. ¿Acaso su pasado juntos era tan insignificante para él, que ni siquiera lo recordaba? Sus pensamientos punzaron su corazón, haciéndole imposible responder — perdóname fue un accidente... Aunque no tengo mucho dinero prometo pagarte la reparación.

El azabache sintió su orgullo herido ¿tan insignificante era? Había sido olvidado por la persona que guardaba como "valiosa". Apretó la mandíbula. Preferiría mil veces ser recordado con odio o incluso con desprecio, que ser olvidado, siquiera ahí hubiera podido sacar su furia contra él, le hubiese gritado toda su frustración, reprochado por dejarlo solo, y después... le hubiera pedido perdón por lastimarlo en el pasado. Algo que en este momento no podía hacer.

— ¿Cómo que no tienes? — intervino el más problemático — Johan, mira como viste. Estoy seguro tiene algo de valor con que compensarlo — dijo mirando al castaño de pies a cabeza.

La libreta que tenía el castaño llamo la atención del pelirrojo, quien se la arrebato sin siquiera dudarlo. Johan estaba conciente de que su amigo era un  cretino, pero quizás, él era alguien peor, pero en diferentes aspectos. No estaba en la posición reprochar nada.

— ¿Que es esto? ¿Poesía? — mofó mientras ojeaba las páginas de la libreta.

— basta, dije que les pagaría — gruñó Andy molesto. El castaño odiaba meterse en líos innecesario, pero eso no significaba que no sabía defenderse, no por nada había pasado doce años practicando artes marciales.

— Johan escucha esto "No te prometo el cielo que no es mío, ni el tiempo que no tengo, no te prometo nada incierto, porque no mereces promesas vanas, solo puedo prometerte el más grande tesoro de este avaro orgulloso, un corazón que con nadie compartió y el ego que por nadie perdió..." ¿Que clase de cursilería barata es está? — mofó.

— devuélvemela o no respondo — ordenó Andy encolerizado. A pesar de que pocas cosas le molestaban, en ese momento, él sentía que el pelirrojo estaba hurgando en su interior. Odió esa sensación, odió sentirse expuesto.

— escuchá está "soy un cobarde que da la cara a la tormenta solo por orgullo" — el pelirrojo estalló en risa, pero el azabache estaba sorprendido ¿Acaso esa frase no era de  "gritos a la luna" uno de sus blogs favoritos? ¿Andy era el creador de esos blogs tan realistas pero nostálgicos? blogs que lo hacían sentir identificado, como ese precisamente, Johan se sentía como un cobarde que empuñaba la espada, a pesar que sus manos y piernas temblaran, porque el orgullo que tenía era más grande que él mismo, siempre mostrándose fuerte, a pesar que en el fondo el miedo lo paralizaba. No era valentía, era demasiado orgullo.

— ¡Alex, basta! no es gracioso, devuélvele la libreta, sabes que no tenemos tiempo — se excusó Johan para ocultar su amabilidad.

— ya, ya, perdón, perdón, son unos aburridos — dijo susurrando lo último y devolviéndo la libreta a su propietario — entonces...¿Cómo quedamos? ¿Vamos a ver a un técnico para ver cuánto cuesta la reparación?

— como ustedes quieran — bufó Andy aún irritado mientras intentaba quitar las arrugas de la libreta.

— dejémoslo así, no estoy de humor — dijo Johan inexpresivo alejándose del lugar.

La situación estaba estresando mucho al azabache, aún no decidía como reaccionar con el castaño, aún no decidía como enfrentarlo, aún no sabía si lo odiaba o no.

— ¿Qué ? ¿Por qué? ¡Johan espera! — sé quejó Alex antes de correr detrás de él.

Andy se quedo desconcertado ¿Qué había pasado? Primero habían hecho un escándalo por el celular roto, y después, se estaban yendo como si nada hubiera pasado.

— tanto drama para nada, imbéciles— sé quejó Andy susurrando las últimas palabras.

— ¿Qué dijiste? — gruñó Alex a lo lejos.

— que... gusto en conocerles — respondió Andy antes de correr en dirección opuesta a ellos, ya no le sobraba tiempo para perderlo con ellos, en pocos minutos debía dar el examen más importante para él.

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