Cap 5°•

5

- Mi señora- un eunuco entró en la habitación e hizo una reverencia- Le han enviado una carta y según sus indicaciones es de suma importancia que la lea lo antes posible.

La emperatriz viuda, quién reposaba su cuerpo después de un día de arduo trabajo, suspiró y se giró hacia el hombre.

- ¿Quién la a enviado? - preguntó la señora algo curiosa

- La carta proviene de la nación cercana, Harua.

- ¿Harua? -

La emperatriz tomó la carta en sus manos y comenzó a leerla. Pronto su rostro pasó de tranquilo a sorpresa y preocupación.

- Pero ... ¿Qué?

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No hay nada mejor que descansar bajo la relajante sombra mientras el viento rosa mi piel. Estoy disfrutando de mi nuevo y reluciente palacio, hay que admitir que en verdad es muy hermoso debido a sus jardines y la forma en que está decorado, no se compara con la belleza del salón real, pero no deja de ser precioso, ya veo por qué a mí hermanita le gustaba tanto este lugar que casi tuve que sacarla a patadas de aquí ayer. Mientras disfrutaba de la paz y tranquilidad que brindaba el cielo que me observaba desde las alturas, Lin habló desde atrás.

-Señorita, disculpe mi interrupción, pero la emperatriz viuda la está buscando.

- ¿Y ahora que quiere esa señora? No puedo ni relajarme tranquila.

- Lo siento, ella la está esperando en el salón del té y según el eunuco, es de carácter urgente.

- ¿Y ahora que querrá ? Es muy fastidiosa.

Refunfuñé una vez más mientras me ponía en pié y dirigía hacia la puerta. No tengo idea de que es lo que quiere ahora, siempre siendo tan molesta.

Al llegar al salón , caminaba en dirección a dónde se encontraba la emperatriz viuda, ella estaba sentada en la mesa  bebiendo tranquila una tasa de té. Al fijar su mirada en mí, hizo una seña con su mano para que me acercara a ella.  Estando a unos escasos pasos de la señora me indicó que tomara asiento a su lado y me ofreció otra taza de té.

- Y bien... ¿Ahora que está planeando, emperatriz viuda?- pregunté mientras tomaba un sorbo del delicioso té, al parecer era de Jasmín, pues era inconfundible su delicioso aroma y exquisito sabor.

- Tenemos un problema- Dijo mientras secaba su boca con un pañuelo

- Ah sí  ¿Que podría ser?- ya estaba colocando la  pequeña tasa de nuevo en la mesa para fijar mi atención de ella.

- El emperador de Harua....

- ¿Harua?

- Como debes de saber, la gran Nación de Harua, está muy cerca de nuestro país, solo nos separa una pequeña frontera. Su territorio es aún más extenso que Jerala y además posee un poderoso ejército con el cual, a vencido innumerables batallas. Jerala y Harua siempre han esto en paz pero eso no significa que no existan contradicciones.

Sí, he oído mucho sobre eso, Harua es una gran potencia con mucha fuerza y poder también he escuchado sobre los conflictos que han tenido con nosotros pero hasta ahora siempre se han resuelto.

- La razón por la que te he llamado hoy, es que necesito que te comportes como una Emperatriz, en menos de una semana...

- Espere un segundo, hace unos días usted me dijo que no tenía que preocuparme por esas cosas ¿Y ahora me pide que me comporte como una Emperatriz en menos de una semana? ¡¿Acaso  usted es bipolar o que le sucede?!

-  ¡Déjeme terminar, es usted muy descortés 8va princesa!... El emperador de Harua estará aquí en menos de una semana. Según contó en una carta que envió ayer, vendrá a rendir pleitesía a mi difunto esposo, pues no pudo asistir hace un mes, debido  a que estaba en un viaje hacia otro país- Habló con un tono algo molesto.

- ¿Y que hay con ello? Si él quiere venir que venga, no veo problema alguno. Puede que ni siquiera tenga que salir a recibirlo.

Ella se rió sarcásticamente mientras se servía nuevamente otra tasa de té.

- Se ve que eres algo ignorante, querida. Aveces no todo es como lo pintan. Cómo dije hace un momento, son muchos los años de paz con esa nación, pero eso no le quita las ganas al emperador de apoderarse de nuestro territorio, pues estamos muy cerca el uno del otro y para ellos sería un enorme logro expandirse a cuesta de nuestro país. Su único interés en venir aquí, es saber quién es el nuevo gobernante de Jerala y su coeficiente al igual que su carácter, pués así, sabrá el si tiene alguna oportunidad. Digamos que tú carácter   no está en óptimas y tú coeficiente...

Oh no saben las ganas que tuve en ese momento de borrar esa sonrisa tan falsa de su rostro, así le daría una buena lección a esa vieja mediocre . Me contuve y traté de no escuchar más las vocesitas en mi cabeza que repetían una y otra vez "mátala... Mátala". Un sonrisa se expandió por mi cara.

- Recuerde, ex emperatriz que usted me debe un enorme favor, no haga que me arrepiente de lo que estoy haciendo por usted, pues, su hijo nunca se convertirá en el emperador. No olvide también que aquí tengo la autoridad para hacer lo que me plazca, como por ejemplo.... Expulsar a personitas indeseables que aveces me faltan al respeto, ejecutar a quien me ha agredido o engañado, castigar a quien quiera y muchas más cosas y usted lo sabe muy bien. Piénselo bien antes de hablar.

Al escuchar mis palabras su sonrisa desapareció y fue sustituida por una expresión seria envuelta en odio e ira.  Amé su expresión de impotencia y enojo mientras trataba de tragarse sus palabras y no gritarme desenfrenadamente. Yo también tengo garras emperatriz y se cómo y cuándo utilizarlas adecuadamente.

-Te guste o no, tendrás que hacerte responsable del cargo que se te otorgó, además solo será por cuatro días que es el tiempo en que el emperador estará aquí. Tienes que dar una imagen impecable, de carácter maduro y fuerte. No obstante te enseñaré algunas cosas y las demás las hará el secretario que te otorgaré .

- Bien, que quede claro que solo hago esto por a sumir mi responsabilidad, pues después de que todo termine no haré nada más. Trataré de hacer lo que esté a mi alcance y lo que no sea difícil, así que no se sorprenda cuando niegue algunas cosas, después de todo yo no pedí que me nombraran emperatriz.

- Nadie lo pidió, querida ... Mañana preséntate en el salón real allí te daré a conocer lo que te tienes que hacer.

- Allí estaré- Me di la vuelta mientras comenzaba a caminar- Ah - hice una pausa- Recuerde nuestro trato y lo que hablamos hace un momento, que nunca se le olvide, señora- añadí mientras salía por la puerta.

Todos le temían a la emperatriz por su carácter fuerte y los castigos tan severos que esta imponía, tanto así que era llamada "la dama de hierro" . Además, siempre trataba de dañar los sentimientos de las personas a las que se dirigía. Pero se encontró con una chica que es diferente, su carácter no es para nada sencillo,no respetaba a nadie que no fuera ella misma y le importaba menos que un comino lo que dijeran o pensaran de ella . Kumiko Lue... La 8va princesa de la dinastía Lue, prepárese Emperatriz viuda, porque mientras yo esté a cargo, tendrá que soportarme... Veamos si lo logra hacer bien y si vive para contarlo...

Al día siguiente....

La aurora se hacía presente mientras el sol se despertaba y salía por detrás de unas cuantas nubes en el horizonte quien anunciaba junto al canto de los pajarillos la llegada de un nuevo día. Mientras miraba la hermosa mañana desde la ventana mi cuerpo se encontraba sobre el reluciente trono. Entonces la emperatriz viuda entró en el salón acompañada por un joven chico que caminaba manteniendo su mirada fija en el suelo. Él se detuvo a unos pocos metros de donde yo estaba mientras que la emperatriz viuda se posicionó junto a mi lado.

- Que la gloria de los dioses siempre esté con vosotras, altezas - el joven chico se inclinó- Joven princesa, mi nombre es Feng Quiang, seré si usted me lo permite su secretario, yo le ayudaré en todo lo posible, mi señorita.

Al decir esas palabras levantó su rostro y puede apreciarlo mucho mejor.Era un chico de estatura alta, cuerpo esbelto y tendría solo unos años más que yo. Su cabello era blanco cuyos copos de nieve cuando caían y se exparcian por todo el suelo, sin embargo, sus ojos eran negros,  tan negros que parecía como si me devoraran en un mar azabache y estos resaltaban completamente en su piel tan blanca. Pero, no me veía con empatía, al contrario, en sus ojos había algo que no podía explicar, odio, tal vez, no lo sé, era una sensación rara. Su mirada era similar a la de un tigre esperando a que su presa se acerque para así acabar con ella. Pero si ese tipo se creía que con eso me hacía sentir incómoda, estaba muy equivocado. Más miedo provocaban mis ojos rojos que cualquier otros.

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Hola mis pequeñas bolitas de algodón.¿Cómo están hermos@s? ¿Qué les pareció el nuevo capítulo? ¡Espero que les haya gustado! (◍•ᴗ•◍)❤

Del 1 al 10 ¿Cuánto le dan a la novel?

¿Se les hace conocido el peliblanco que entró en escena?

Chau

Los quiero amores

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