El señor Paolo Bianchi se enteró de los movimientos que hizo su hijo. Una caja estaba lacrada con veinte vueltas, pero al abrirla solo contó dieciocho. Está furioso, quería matar a ese osado, subió a la habitación con un objeto contundente. Su esposa, la señora Carlota, quería evitar que su esposo cometiera una locura de ese calibre. Ella clamaba por la vida del hijo, pero el padre no; estaba decidido a darle una paliza e irrumpe en la habitación, pero el hijo no estaba, la cama estaba intacta. La sirvienta sólo se limitó a decir que el joven no vino a casa a dormir. Entonces pensó que quizás estuvo de guardia en la clínica por lo que se sentó en la sala a esperar.
Pasaban las horas y no aparece el joven ¿Dónde estará?
Él estaba en casa de su tío Alessandro, estaba en una reunión con un conocido del tío, dándole consejos de que hacer para poder arreglar este problema. Ese conocido es un abogado reacio, su nombre es Marcial Izquierdo.
-Sería bueno buscar a las víctimas de estafa, para reunir su testimonio y las pruebas adicionales que ellos puedan tener para poder hacer un informe aún más completo y presentarlo ante el tribunal. Estás maniobras son peligrosas, hay que ser muy prudente, hay varios delitos, uno peor del otro. Apenas tengan los contactos por favor avísenme para recaudar más información antes de presentar la denuncia. Tenemos que proteger toda evidencia posible, por qué el señor Paolo Bianchi puede destruirlos todo para que no se sepa nada.
En casa, Arquímedes no aparece, su madre va a su habitación y busca si hay una carta o nota algo que haya dejado. Pero en su pequeña mesa dónde solía tener su computadora portátil, está vacía. Los productos que usaba para su cuidado personal tampoco están. Busca en el closet si se llevó algo de ropa para el cambio y la sorpresa que se llevó, el closet estaba medio vacío, su cómoda igual. Arquímedes se fue de la casa. Documentos y tarjetas, todos se lo llevó.
La mujer bajó corriendo y gritando.
- ¡Mi hijo se ha ido de la casa! ¿Adónde se fue mi hijo?
- Déjalo que se las arregle. Cómo se le ha dado todo servido, no sabe hacer nada en la casa, tendrá que volver ese mal nacido, malagradecido.
-Lo que me preocupa es que si él descubre la verdad de tus negocios podrá denunciarte.
- Ese es un tarado, no va a entender absolutamente nada de leyes, él solo estudia medicina, es lo único que entiende. No es más que un pobre idiota, no por nada es el hijo de Alessandro, la oveja negra de la familia, y como madre, tuvo a la bruta de la polaca. Así que, mandarlo a matar no saldría caro, podría hacer que parezca un accidente.
- Lo que me preocupa es que sepa toda la verdad.
- Arquímedes es tonto, lo hemos criado como un títere. Él se fue de la casa, va a tener que volver, querida. Por eso no me preocupo, es un títere.
- Pues no creo que sea tan tonto. Pasaste tanto tiempo en tus asuntos que ni siquiera sabes sobre los libros que ha leído.
- Yo sé que libros tengo en casa.
- Arquímedes tiene su propia biblioteca.
- Vamos a inspeccionar su cuarto y su sala de estudio hasta el último espacio.
Así fue, inspeccionaron todo. Faltaban su guitarra, la portátil, los libros que había leído, ya que los estantes están vacíos, así como también se encontró una bolsa pequeña con las tarjetas cortadas, junto a ellas los aros, con eso dejó en claro que no se casaría con su prima, el celular y carné de estudiante de medicina. Eso enfureció al viejo. Arquímedes abandonó la carrera de medicina.
Siguieron buscando y siguieron encontrando sorpresas.
Al día siguiente el señor Alessandro y Arquímedes lograron ubicar a todas las víctimas con facilidad en menos tiempo de lo fijado, tal y como el doctor Marcial Izquierdo lo recomendaba, todos fueron citados, todos confirmaron la cita, todos están dispuestos a presentar todas las pruebas que sean necesarias con tal de recuperar por lo menos parte de lo arrebatado.
A las víctimas, les extraña un poco que el hijo del mafioso quiera devolver las propiedades ilegalmente poseídas. El abogado Marcial Izquierdo recibió el papel con los datos de los citados. A las cinco de la tarde de ese mismo día estaban todos en el poder judicial, con sus papeles y prestando atención al abogado, algunos hacen apuntes y otros quienes hacen preguntas. Era el sueño que tanto esperaban, no sabían cómo hacer para hacer juicio contra Paolo Bianchi. Pero jamás pensaron que la justicia vendría sola a buscarlos por medio del Arquímedes.
Al finalizar la reunión todas las víctimas se acercan a nuestro futuro profesor, ellos prometieron que le darían todo el apoyo necesario, que están más que agradecidos por el interés de devolver las propiedades.
Una semana después, amanece el día con el cielo gris, el desayuno del señor Paolo Bianchi es interrumpido por una misiva que le hace entrega su sirvienta. La carta provenía del poder judicial; un juicio se ha iniciado en su contra, sus ojos destilan odio y veneno, respira fuerte y maldijo al títere que tanto esmero quería arruinarlo más adelante, cuando le dejaba todo lo sucio como herencia, lo mismo quería hacerlo con su sobrina.
- ¿Qué piensas hacer ahora? Arquímedes, tu sobrino no se va a casar con mi sobrina, María. Todo se arruinó. Te dije que ese mocoso no es tan tonto.
- ¡Cállate! Hablas por hablar, ahora que él no está y mostró sus intenciones, lo apoyas con estupideces como eso de los libros que ha leído. Tú, ni siquiera tienes las pruebas de todo lo que dices.
- 35 años juntos para este imperio, nunca me has tratado así. Hasta yo me encargué de acabar con la vida de la polaca, para quitarle el niño. Lo hice por ti, me ensucié por ti para que tú poder sea cada vez más grande, para que seas intocable…
- Sí no te callas, lo haré metiéndote un lapo del cual te vas a arrepentir. Arquímedes está muerto porque lo voy a matar. Ahora debo prepararme para la cita en el poder judicial, a ver cuánto quieren para archivar el asunto.
El señor Paolo Bianchi no sabe con quién se va a hacer su encuentro, el abogado Marcial Izquierdo es un hombre inflexible, es más, ese abogado no le perdonará nada en absoluto. Pues el señor Paolo Bianchi se ha hecho pasar por abogado para poder hacer los cobros y seudos trámites y no como cualquier abogado, sino que usó el número de colegiatura del doctor Izquierdo, pues sí, del mismísimo con quién se va a encontrar.
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