La Boda.

Al estar algunos días antes de la boda mi familia y yo vamos en el auto, y yo vengo distraída,al llegar a ese sitió caminamos,y entramos a la casa de Sebastián, estoy en la sala esperando, pero el entra en sillas ruedas.

—¿Que pasa?,—perpleja

—Necesito hablar contigo de algo que omite la última vez. — el indica aquel lugar fuera de la mansión.

— Te ayudo. — Toma la silla de ruedas.

—¡Yo puedo!_ Exclamo. — Es por eso que no quería decirte que no quiero generar lastima, —enojado y su corazón late demasiado.

— Porque me tratas de esta manera. —molesta.

El se quedó en silencio,seguimos recorriendo el jardín.

—Entonces cuando pensabas decirme.

—Tal vez algún día pero lo dudé por un momento porque no es fácil aceptarlo.

—Aún no entiendo que te sucedió, pero así no vamos avanzar sino que me cuentas las cosas.

—No es fácil —melancólico y su mirada perdida.

—Entiendo pero los doctores no te dieron una solución para tu problema, como por ejemplo una operación.

—Si pero es mucho arriesgo,no quería dejar a mi hija sin padre.

—Sabes que cuentas conmigo. —interes y apoyo y sonríe al decirlo, — Lo tomo de la mano el sintió que su corazón latía demasiado.

—Te quiero pedir disculpas por gritarte anteriormente.

—No te preocupes lo importante es que estemos juntos buscaremos una solución. —alegre

El se quedó en silencio.

—¿Que sucede?

—Nada —nervioso,

Lo mira y se sonroja

—Pero se que esto no cambia las cosas entre tu y yo, —dice Sebastián.

—Lo mismo digo que me tengo que casar contigo,un que estés en esta condición mereces ser feliz. — dice Camila

—Aunque estés a mi lado pero no te puedo dar la felicidad que buscas, y yo no te puedo amar. —resignado.

Ella se quedó en silencio por un momento.

—Te quiero preguntar algo —curiosidad.

—Sí dime. —atentó.

—Me puedo traer a mi amigo. —deseo de alguien con quien contar.

—¡Qué! como vas a traer alguien a vivir aquí, yo soy celoso, y no comparto lo que es mío.

—De que hablas, — Solté una carcajada.

—De que te ríes, —Molestó.

—Es mi perro Chester.

—Por ahí hubiera empezado_ se sonrojó.

(ya me delate lo que ella me hace decir)

la señora Turner los mira a lo lejos.

(Se que ella le va ayudar, salir de está oscuridad y desdé hace mucho no sonreía sino es por su hija, ya veremos que les depara el destino)

Llegó el día de la boda y está todo listo,

(Pero tengo miedo,por qué no me caso por amor, es la base de cualquier matrimonio)

Llegué a la iglesia.

mi papá muy sentimental

—Hija te deseo lo mejor,disculpa,por ponerte en esta situación, —siente culpa y sus manos sudan a dejar a su hija con este hombre.

Se escuchó la marcha nupcial.

—Papá está bien no llores, —resignada y nerviosa para ella estar con alguien por el resto de su vida es algo que me aterra demasiado

Al llegar al altar ve a ese hombre vestido con un buen traje a su medida y la mirada entre ambos es algo natural.

—Te entrego lo más valioso,ella es frágil,muy trabajadora,dedicada y un poco testaruda.

—Si gracias señor Johnson, —contento

El me miró de arriba abajo.

—Te ves hermosa, —perplejo.

—Gracias. — sonrojada

Llegamos a la parte de la ceremonia y hablé ahora o calle para siempre.

En eso alguien entra a la iglesia.

—¡Me opongo a este matrimonio! amo a la novia

—¡Qué! —conmoción

Corro y abrazo a mí hermano.

—Gracias por estar aquí, — le dio mucha alegría.

—¡Que significa! Camila me lo puedes explicar. —enojado, — va y la agarra del brazo.—Ella es mía de nadie más, no me vas a dejar en ridículo

—No te enojes el es mi hermano,el es muy bromista, —sonriendo

—Mucho gusto Damián Johnson cuñado.

(por que con ella actuó de esta manera ya hice el ridículo dos veces )

—Podemos continuar con la ceremonia, —dice el sacerdote.

Si nos acomodamos y Sebastián está molesto

—¿Te pasa algo?,

—Después de que me dejaste,en ridículo crees que estoy bien, — coraje.

—Ya relájate

—¿Puede besar a la novia?

Me agaché lo besé,pero Sebastián me siguió el beso,me retira de el con una expresión de enojado.

Llega su hija

—¡Felicidades! papi ya tengo una mamá.

Ella lo abrazó y sonriendo.

—¿Como te llamas? —le dice la pequeña Abby.

— Camila ¿ y tú?

—Abby tu eres mi mamá.

— No pretendo ser tu mamá, tengo una idea que te parece una amiga para ti.

—¡Si! — Feliz al oirlo — Ella brincó y me dió un abrazo,— Gracias

Sebastián se me quedó viendo.

—Le agradas a mi hija, — contento.

—Quien no es amor de niña,quién no la quería como su hija.

Sebastián sabe,que esas palabras,se sintieron como si fuera una espada atravesando su pecho.

Nuestros padres decoraron el hermoso jardín con centro de mesas sencillas, pero que da un toque excepcional para el día de la boda.

Un gran festín para está íntima y hermosa boda,

...(Sentí que le molestaron mis palabras y por eso él no está en la reunión)...

Pero el de vez de estar en su boda se fue a un lugar especial para él, un parque a lo lejos de aquel bullicio,él quería estar solo bueno con su asistente que lo acompaña a cualquier lugar.

El viento roza su cara y suspira al recordar esas palabras de ella, aunque el sabe que es verdad le duele el hecho de que alguien acepté a su hija y no es la mujer que ama.

Ella atiende a los invitados, pero al ver qué él no llega,ella se quita la tristeza que le invade, pero pone una sonrisa para disimular un poco.

Están comiendo y los padres de él están muy lejos inquietos y molestos de ver qué su hijo no se ha presentado,y ver que ella aun así sonríe pese a lo que sucede.

Han pasado más de tres horas y va llegando Sebastián

Pero enseguida volteo lo veo llegar pero estoy molesta por dejarme sola en la boda.

—Disculpe el contratiempo,

Habla señora Samantha.

—No te disculpes con nosotros,sino con Camila por ella, no se merece esto el día de su boda.

Pero me levanto y escucho su voz que inquieta y me desequilibra.

—¿Podemos hablar?

— Disculpe hablemos después, —disgustada

Me retiro del lugar de la fiesta y la mamá de Sebastián, molesta por la actitud de su hijo.

— Espero que le arregles este problema, porque sino Sebastián, te la verás con nosotros,nos vamos a llevar a mi nieta, y la traemos después de tres días.

Al terminar todo y despedí hasta el último invitado, fui a una habitación y me quite el vestido y todos los accesorios y quité el maquillaje con una pequeña toallita.

...(Por que me hizo, quedar como tonta,esperándolo todo el día)...

Tocaron la puerta.

—Hablé por favor. —insistente.dice Sebastián

—No voy a abrir y vete, no voy a dormir contigo,— enojada.

Después no se escuchó nada más la silla de ruedas alejándose.

( Bueno creo que ya se cansó)

En eso se escucharon unas llaves,abriendo la puerta y voy corriendo hacia el bañó.

—De aquí no me sacas

— Vas a salir de una buena vez. —insistente

—¡Déjame en paz! te he dicho,yo no voy a dormir con usted que necio.

el abrió la puerta del baño.

—Aquí estás,— con una mirada siniestra

—Me das miedo, —temblando mis piernas y mis manos.

— No te puedes esconder en mi propia casa, —han alterado, — le habla a los de seguridad, —Llévala a mi habitación

— Si señor. — obedecen la orden.

—¡No por favor!, — con miedo de aquel hombre — Estoy gritando por todo el pasillo,en eso me aventaron en la cama.

El cerro de puerta y le puso seguro yo no sabía que hacer tengo miedo.

— Tranquila Camila no te voy hacer nada.

—No confío en usted, yo no tengo la culpa de ella,no quiso a su hija. — furiosa.

Se acerca cada vez más a ella y no pudo escapar de él la jaló la sentó en sus piernas, la empezó a besar intensamente, empezó a tocar sus pechos y eso mete la mano en su blusa.

El sintió algo en ese momento y ella se alejó.

—No digas nada,— una mirada sensual.

—No te puedo complacer,como a mi me gustaría.

— Pero yo si puedo, ya que no me vas a dejar salir, mejor aprovechamos el tiempo. — la sensualidad a flor de piel.

—¿Qué estás pensando?, —extrañado.

— Es nuestra luna de miel,pues te voy a dar mucha mucha miel.

el se sorprendió mucho lo que dijo se sonrojo.Ella lo volvió a besar, poco a poco fue bajando,ella le quitó el pantalón,lo dejo en pura ropa interior.

—Es demasiado grande no creo que entre todo, —sorprendida.

—Claro que sí inténtalo.

Se lo llevo al boca lo lamió las manos lo hacía de arriba y abajo el gemía.

—Sí mas si meterlo más no quiero terminar así,— le indica en donde están los preservativos en su mesita de noche.

Ella agarró el condón,se subió y él sintió un gran placer.cabalga a un ritmo tan placentero, está entretenido con sus pechos, le masajeando el otro pecho.

—Se siente excelente no sabés cómo me haces sentir.

En toda la habitación se escuchan los gemidos de ambos el sudor de ella y sus expresiones de ambos a esta deliciosa luna de miel.

Pero hay personas que aún no olvidan aquella mujer que aún ama.

—Scarlett estuvo delicioso

—¡Qué dijiste!_ Molesta.

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