MARCO
¿Amor? Qué es lo que realmente significa.
Podia explicártelo en una palabra.
ESMERALDA
Ella es mi amor. Representa todo lo que soy, lo que fui y seré.
Acostado en mi cama con las manos bajo mi nuca en forma de almohada miraba el techo. La luz de la luna luchaba por infiltrarse en alguna rendija de la espesa cortina. El aire le ayudaba ondeándola. Así, la luz de la luna podía escabullirse.
Otra noche en vilo. No podía dormir. Pensar en ella me mantenía despierto.
Tenia tantas ganas de manejar, llegar a su puerta, sostenerla y apretarla tan cerca de mi sin que escapara. Sin darle oportunidad de queja y hacerla mía.
Imaginar con antelación esa escena despertaba mi ferocidad.
Me levanté abriendo por completo la ventana para que el frio aire se filtrara en mi habitación y pueda congelar estas emociones.
Era necesario abstenerse. Era un martirio para mi estar cerca de ella, oler su aroma y no perderme en ella.
Tenía que ser fuerte, si quería demostrar cuanto la amaba? tenia que reprimir al animal que me habitaba y sacar todo lo humano, todo lo sensato que había en mi.
Era necesario. Esto me lo repetía todas las noches.
……....
ESMERALDA
Dos días pasaron sin verlo. Me llamaba y me enviaba mensajes, pero yo necesitaba verlo, tocarlo. Lo necesitaba.
-¿En qué piensas? - Luca me miraba por momentos mientras conducía.
-En Tina – mentí – no la he ido a ver.
-No has tenido tiempo. Lo entenderá .
-¿Luca?
-Mmm
-¿Es mucho proceso adoptar a alguien?
Al llegar el semáforo, me dio una mirada significativa.
-No sé mucho, pero he escuchado que lleva años. Si tu plan es sacar a Tina, será mayor de edad antes que autoricen su adopción.
-Oh.
Dije con desanimo. Por que sí que lo quería hacer. Planeaba decirle a mis padres que me ayudaran con el proceso, al menos que me dieran una hermana. Era lo mínimo que podían hacer. Pero las palabras de Luca me desilusionaron.
-No falta mucho para que sea mayor – alentó – tiene dieciséis ¿no? – asentí – son solo dos años.
-¿Sabes cuál es mi plan?
-¿Cuál? – se escuchó interesado.
- Estoy tratando de gastar lo mínimo, ahorrando dinero hasta que Tina sea mayor, la invitare a vivir conmigo. Pagaré el resto de su educación y las dos saldremos adelante.
-Es un buen plan – dijo Luca sin mirarme.
Llegamos a nuestro destino.
-Es el mejor plan que he escuchado – tomó mi mano besándola – ahora ya sabes qué hacer con tu vida. Tienes un propósito.
-Si.
Sentía que este plan era mejor que cualquier otro. Por ahora en mi vida, solo estaba incluida ella. Era la que mas me necesitaba.
Bajando del auto Evelyn nos recibió afuera.
-Entren, ya están todos adentro.
Riki nos había invitado a reunirnos en su casa, no era nada especial. Simplemente una reunión. Las vacaciones de verano eran cortas para nosotros, en una semana entraríamos de nuevo. Y no nos habíamos visto desde la ida a la playa.
Cuando entré un par de ojos oscuros calentaron mi piel. Miré alrededor, me concentré en no reparar en ellos. Una silueta llamó mi atención, como suponía, ella estaría aquí. Selena.
Tomé asiento junto y Mauricio empecé a conversar con él.
-¿Cómo están tus hermanitos?
Se le iluminaron los ojos. Mauricio siempre gustaba de hablar sobre sus hermanos. Tenia anécdotas divertidas de ellos.
-¿De verdad?- pregunté divertida ante una travesura graciosa de su hermana pequeña. -¡Pobrecita!
-No, ella es muy inteligente. Lo ha hecho con malicia- Mauricio reprendió mientras me mostraba su cuello herido.
-Si que te ha agarrado con saña.
Seguimos hablando entre los dos.
…..
En la sala de estar de Riki vimos una película cómica. La distancia de tres personas me separaban de Marco, si giraba la cabeza podía verle de frente. Selena había optado por sentarse a su lado. Qué raro.
¿Cómo no tenia vergüenza? Había difamado a Marco con el video. No sé si Marco ya se lo había perdonado o ella se había hecho la inocente. En su lugar no la perdonaría. ¡Lo grabó teniendo intimidad! De solo recordarlo me daba nauseas.
La película era graciosa, pero no podía concentrarme totalmente, furtivamente veía como Selena le susurraba a Marco a cada rato. Él le respondía divertido. No estando consciente que yo lo veía.
Carajo. ¿Porqué me molestaba tanto?
Antes podía ignorarlos. Ahora. Me aquejaba.
-Ya no hay refresco, iré por más - anuncio Riki tomando sus llaves.
-Yo voy - dijo Marco levantándose, lo vi mirarme mientras se levantaba – Esme ¿me acompañas?
-No. Quiero ver la película.
Selena no desaprovechó.
-Yo voy contigo - cogiéndolo del brazo ambos salieron.
Los vi perderse en la puerta. Regresando la mirada al televisor me encontré con tres miradas.
Greco, Evelyn y Luca me enfocaban directamente.
-¿Qué? – pregunte con mal humor.
-Tu lo has querido así - Luca fue el valiente por hablar.
Mis ojos se encendieron.
-¿Qué sugieres que haga? – ir tras él ¿después que se ha pasado media película entre susurros con la estúpida de Selena?
-Alcánzalo- dijo Evelyn.
Mordí mi labio dudando.
-Vamos- Mauricio me ofreció su mano, con su apoyo me animé a ir tras él.
Había una tienda de autoservicio cerca, caminábamos para alcanzarlos, dando la vuelta a la esquina Mauricio y yo nos detuvimos en seco.
Selena
Marco
Se besaban.
Las manos de Marco estaban suavemente posicionadas en sus caderas y las manos de ella entrelazadas tras su cabeza. Era una posición muy cómoda para besar. Una que solo podías usar si estabas disfrutando del beso.
Jalé el brazo de Mauricio y lo hice retroceder. Guardándonos en la pared de la esquina junté todos mis sentimientos dentro.
-Vamos.
De regreso no pronuncié palabra.
Cuando entramos todos se preguntaron que había pasado.
Mauricio se dio cuenta que no quería decir nada.
-No los encontramos, tal vez fueron en otra dirección.
A los quince minutos la pareja regresó.
En el resto de la película me concentré solo en ella. Sin verla realmente.
Después de la película planeaban pedir cena, antes me acerqué a Luca para decirle que ya quería irme. No había traído mi camioneta, así que él era mi chofer.
-¡Vamos, quédate! – gritó Greco que escuchó lo que le decía a Luca, gritó fuerte que todos escucharon
-¡Porqué eres tan escandaloso! – le grité de vuelta.
Greco se encogió un poco por mi tono agresivo.
-Lo siento, no pensé que te sintieras mal. – el encogimiento de Greco me hizo tranquilizarme. Hacia mucho que no reaccionaba así. Sabia que había hecho mal.
-Lo siento – me disculpe de vuelta – solo quiero irme ya ¿Luca? – me dirigí de nuevo a él.
-Vamos - tomó sus llaves.
-¡No! ¿Porqué se van? – se quejó Delia – cenemos todos juntos.
- Lo siento, Esme no se siente bien.
Tenia la mirada un poco gacha, nada común en mi. La verdad evitaba su contacto. Podia sentir su oscura mirada.
-Yo la puedo llevar - su voz se alzó por encima de todas.
Luca quería quedarse, así que cuando escuchó la sugerencia de Marco me miró preguntándome con la mirada.
-Tomaré un taxi - dije en voz baja para él.
-No. Yo la llevaré.
Sin más que decir Luca me rodeó guiándome hacia la salida.
-Una vez que me dejes puedes regresar
El condujo sin indagar mucho en lo que me tenia mal. Sospechaba que ya lo sabía.
Dejándome en mi casa el se fue. Supongo qué regresó.
Tirándome en mi cama la escena se reproducía en mi cabeza.
¿Porqué la beso?
A caso ¿no decía que me amaba?
Sin darme cuenta algo mojado escurrió por mi mejilla cayendo finalmente en mi almohada.
Tenia la fea sensación que mis ojos verdes estaban rodeados por un rojo carmesí. Ardían y mojarlos no lo aliviaba.
No sé porqué no funcionaba, se suponía que contra el fuego, el agua era la mejor solución. Mis ojos ardían tanto que quemaban, y la humedad que desbordaban no ayudaba.
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