El arribo ( parte 1)

Por fin el momento había llegado, estaba a escasos minutos de mi llegada a la academia, no podría decirse que estaba ansioso pero si un poco intrigado, que tipo de maestros tendría, he escuchado por mis hermanos que varios de ellos son militares retirados, científicos de alto renombre he inclusive hay altos mandos que se retiraron y ahora son docentes en la academia o tal vez estén demasiado sobrevalorados y solo sean unos mediocres que fracasaron en su trabajo y ahora están atrapados en un cubículo con un montón de adolescentes desinteresados, cualquiera que sea el caso en unos minutos yo también estaré atrapado en aquel cubículo.

--Ya tienes la lista de las aulas donde tendrás tus clases—me dice Aarón sin despegar su vista de su celular, creo que aún sigue esperando que suban el puntaje de una prueba que realizo hace dos días, como si esta fuera a cambiar cada vez que oprime actualizar

--Si la descargue ayer—le respondí—el primer día siempre es el más aburrido solo se trata de presentaciones

--Exacto, tienes que dar una buena presentación, no lo arruines—Parece que Aarón aun no me conoce lo suficiente, mientras que él es todo perfecto yo soy todo desastre, el decirme que no lo arruine solo me predispone a hacerlo.

Me conozco demasiado bien para saber que suelo meter la pata más veces de lo normal y no es porque sea un tonto, creo que suelo pensar demasiado y son esos mismos pensamientos los que crean una incógnita que a la vez me llevan a mas pensamientos, cuando me doy cuenta ya me encuentro hundido, hundido en un abismo de ideas que yo mismo cree buscando una posible repuesta a una suposición que yo mismo invente, en más de una ocasión esto me ha arrinconado a situaciones que me dejan como un tonto por divagar en aquel abismo de pensamientos, en conclusión soy un genio con un disfraz de tonto en un mundo donde los tontos usan disfraz de genio.

Habíamos llegado, a la gran universidad de las naciones unidas, era majestuosa, yo había hecho mi investigación como siempre lo hago antes de adentrarme a algo, pero las fotos y las descripciones encontradas en internet no le hacían honra a lo que mis ojos contemplaban, enorme fue lo primero que se anclo a mi subconsciente como descripción inicial, tardaría meses en recorrerlo en plenitud. 

Al bajar del automóvil, mi vista se plantó en aquel gigantesco arco color platinado oscuro, una obra de arte sin competencia alguna, me recordó al coloso de rodas ya extinto no por su forma claro, el coloso de rodas era una estatua, si no por su representación, al igual que la antigua maravilla del mundo para llegar al otro lado se tenía que pasar debajo de esta, sus dos pilares mostraban unos tallados muy peculiares, eran flores, gran cantidad de ellas arremolinadas una sobre otra y cada una diferente, no había una que se repitiera, pero no solo eran flores, había tallos y hojas jamás vistas, al menos por mí, era obvio que el artista era un fanático de las plantas exóticas, él se había esforzado en hacer notar aquello, no había un solo espacio sin una planta que lo adornara, pero no de la forma grotesca como se ven las pinturas que tienen demasiadas formas en su lienzo, no esta se complementaban era como si fuera un jardín todo se enlazaba , en la cúspide del arco estaba escrito universidad de las naciones unidas y debajo de estas se encontraban todas las banderas del mundo que fundaron la universidad, hoy en día estas ya no existen pero las recuerdo porque Melinda me había contado un poco de la historia de la fundación de la universidad, de alguna forma aquel monumento se encontraba resplandeciente, tenía la vaga idea de que si lo miraba demasiado este me cegaría era como si acabara de ser construido aunque eso es imposible porque según recuerdo el arco es lo más antigua de la universidad solo ha sufrido algunas mejoras pero está intacto desde su construcción hace más de 100 años, para llegar a él se tenía que atravesar una pequeña vereda de no más de 6 o 7 metros, la cual estaba rodeada de flores amarillas de un pequeño tamaño, estas sobresalían solo unos centímetros del suelo.

--Joseph, Joseph, "JOSEPH"—me grita Aarón, por su cara de irritado parece ser que ya tenía tempo hablándome, aunque eso no es tan anormal en él

--Que sucede—respondo, me doy cuenta de que todos me observan, que acaso estoy rompiendo alguna regla, es improbable porque me las leí todas en casa

--Llevo más de dos minutos hablándote y tú no me respondes, muévete no podemos estar parado en la entrada mucho tiempo, no es bien visto—dijo Aarón.

--Ya voy—contesto— ¿porque no es bien visto?

--Solo camina, hay que pasar por la inspección—dijo Aarón, a la vez que se dirigía a cruzar el arco.

--Nos va a arruinar—menciona Yuri a Zuri

---Es lo más probable—le contesta Zuri—pero aún podemos decir que sufrió un accidente de pequeño y no está bien de su mente

--Muy graciosas—respondo--- ¿Cómo que inspección?

--Pasaras por debajo del arco, este tiene una tecnología que te escaneara para cerciorarse que no introduzcas algo que esté en contra del reglamento de la universidad—me explico Mel, mientras me rodeaba por detrás con uno de sus brazos hasta llegar a mi hombro, me apachurro un poco hacia ella y me apresuro a acelerar mis pasos, hasta llegar a la entrada del arco

Yo sabía a lo que se refería cuando decía algo en contra del reglamento, ella hablaba de armas o materiales peligrosos, no sería la primea vez que intentan atacar la universidad, han existido múltiples intentos antes, pero también es bien conocido que jamás en la historia algunos de esos intentos ha tenido éxito, la institución está bien resguardada con soldados y tiene un sistema de vigilancia estupendo, mi padre siempre se enorgullece de ello, él es el encargado de la protección de toda la ciudadela, incluida la universidad y si algo tiene mi padre es veracidad cuando die que es imposible un ataque a la universidad.

--Tienes que caminar lentamente por debajo del arco y te detendrás en la marca roja que se encuentra unos centímetros antes de que llegues al final, no te preocupes, es muy rápido cuando la marca cambie al color verde el campo de energía te dejara pasar, no tienes que hacer nada solo pararte en la marca y esperar a que cambie el color—dijo Mel--¿entiendes?

--Si—respondo

--Bien tú serás primero—dijo Melinda mientras me daba un pequeño empujón para entrar al arco.

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