Noche Fugaz

Alex

No pude contenerme y la besé, un beso tan tierno que poco a poco fue subiendo de nivel, la tomé de la cintura para acercarla a mi cuerpo mientras la besaba, ella dio paso a mi lengua para explorar cada rincón de su boca, debía de parar, lo sabía pero mi mente estaba en blanco hasta que por fin nos separamos por falta de aire.

La mire a los ojos y se veía bastante acalorada,

me sorprendió que está vez ella tuviera la iniciativa,se colgó en mi cuello y comenzamos a besarnos nuevamente, está vez mis manos recorrían su espalda, con mi voz entrecortada le susurré al oído.

– Si no paras ahora no podré hacerlo más adelante.– Pero para más sorpresa mía ella me respondió –No tengo intenciones de que lo hagas–

Lo cual me dio luz verde para comenzar a besar su cuello, la tomé de las caderas de manera delicada para llevarla a la habitación, entre besos y caricias la coloqué sobre la cama para admirarla, se veía tan hermosa.

Liliana

Me deje llevar por el deseo que este hombre provoca en mi, ahora estamos en su recámara sobre su cama, veo que se quita la camisa y no puedo evitar morder mi labio, se ve tan sexy, su cuerpo bien trabajado, lo que me pone nerviosa es cuando bajo la mirada y puedo notar su enorme erección, ¡dios santo, todo eso va a entrar en mi! aunque es mi primera vez ya no puedo detenerme estoy demasiado excitada.

Se deja caer sobre mi y comienza a recorrer mi cuerpo con sus manos y su boca viaja por mi cuello y va bajando lentamente, me pongo de pie para quitar mi vestido, pero él se adelanta y como va desnudando mi cuerpo, lo llena de besos y caricias, siento que estoy en el cielo.

Lentamente toma mis senos y los saborea con su lengua, cada toque suyo me hace extremecer.

Mis manos también recorren su cuerpo desnudo, está muy bien dotado el condenado, con su mano toca mi intimidad ya húmeda por la excitación y comienza a introducir un dedo dentro de mi, se siente tan bien.

Alex

Comienzo a tocar su intimidad y se siente tan apretada, creo que aún es virgen, debo ser muy cuidadoso con ella.

Mientras introduzco mis dedos dentro de ella doy atención a sus pezones erectos por la exitación, y con mi lengua los saboreo, sus gemidos son como musica para mis oídos, me hacen querer más y más de ella.

Siento sus paredes contraerse y se que está por llegar, inmediatamente retiro mis dedos y me coloco listo para entrar en ella, se nota un poco nerviosa y eso confirma mis sospechas, se lo pregunto y ella se sonroja, pero le digo que se tranquilice.

Me introduzco lentamente en ella y puedo notar como su cuerpo se tensa, me deslizó de manera suave mientras el dolor en su parte cede y cuando puedo escuchar sus gemidos de placer, comienzo a moverme más rápido dentro de ella, se siente tan bien toda ella me vuelve loco.

Sus gemidos se intensifican y clava sus uñas en mi espalda, se que está por llegar y también yo, así que nos corremos juntos.

Salgo de ella lentamente, rayos me deje llevar por el placer y no use protección con ella, mañana tendré que comprarle la píldora, por ahora quedamos acostados en la cama.

Ella se levanta para ir al baño a limpiarse, no puedo evitar seguirla y dentro de la ducha la vuelvo a besar apasionadamente y la hago mia de nuevo, solamente se puede escuchar el sonido del agua que cae y la perfecta sincronía de nuestros cuerpos.

Ambos llegamos al clímax, terminamos de ducharnos y salimos, como ella no tenía ropa para dormir, le preste una de mis playeras para que durmiera cómoda y yo me vestí con un pantalón para dormir y mi torso al descubierto.

Nos fuimos a la cama rendidos, la arrope en mis brazos y caímos en un profundo sueño.

Liliana

No puedo explicar lo que este hombre me hace sentir, su toque me enloquece, no puedo negar que me sentí nerviosa cuando se introdujo en mí, pero el dolor que sentí se fue poco a poco y comencé a sentir más y más placer.

No pude evitar clavar mis uñas en su espalda, era tanto el placer que me hacía sentir, los dos llegamos juntos al máximo placer.

Me dirigí al baño para ducharme, necesitaba limpiarme ,cuando escuché que la puerta se abrió, y sus manos tomarme por sorpresa, nuevamente comenzamos a besarnos, y ahí dentro de la ducha fui suya otra vez, terminamos nuestro baño y nos dirigimos a la habitación.

Me puse una de sus playeras para dormir y caí rendida en sus brazos en un profundo sueño.

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