La fiesta

Narra Adams

Llevamos tres cuarto de hora en el lago, casi una hora que la fiesta ha comenzado. Han venido algunos del orfanato pero ella no ha llegado aún.

Mi lobo esta nervioso, quiere ir a buscarla, pero sabemos bien que debemos esperar aquí junto a nuestros amigos.

Estamos con nuestros amigos, en unas mesas improvisadas en orilla del lago. El que tiene una pequeña cascada. Aún no se ha escondido el sol.

Estamos tomando algo y hablando, aunque no estoy muy puesto en el tema, solo tengo una cosa en mi cabeza y es ella.

Noto a alguien que se sienta en mis piernas y me rodea con sus brazos. Giro la cabeza para ver quien es, aunque ya lo supongo...

Vanessa: ¿En qué estas pensando? Estás distraído...

Adams: ¿Que quieres Vanessa?

Vanessa: Yo puedo entretenerte un rato...

Mi lobo se enfurece.

Matty: Solo la quiero a ella

Adams: Lo sé amigo, tranquilo

Matty: Esta cerca, muy cerca...

Solo puedo girar la cabeza hacia el sendero y hay es donde la veo, preciosa, hermosa, no se como describirla.

Lleva el pelo suelto, le llega un poco más por debajo de los hombres. Lleva un bestido blanco casi transparente, de una tela muy fina, se acomoda exactamente donde se tiene que acomodar en su cuerpo. Sus curvas las acentúa. Se le nota el bikini que lleva debajo, de color rojo, con unas tiras alrededor de sus costillas que la hace mucho más sexy. Dios, no se si voy aguantar. En el pelo lleva una especie de orquilla, con una pequeña piedra, que con los últimos rayos de sol la hacen brillar. Sin duda es un ángel, es mi ángel...

Viene con otra chica y un chico del orfanato, viene riéndose con ellos. Me llega su aroma con la pequeña brisa, y yo estoy en una nube.

Matty: Es mía, mía. Nadie puede tocarla

Adams: Lo sé amigo, debemos controlarnos

Veo a ese chico cogerla de la cintura, para pasar por unos arbustos. No eso no, mi lobo pide salir, reclamar lo que es suyo. Intento respirar, calmarme, aprieto los puños clavandome mis uñas en la palma.

De repente, ella me mira, nuestras miradas conectan una vez más. Quiero ir arrancarle los brazos a ese tío y besarla. Besarla cómo si no hubiera un mañana.

La miró a los ojos y veo que aparta su mirada de mi, y se fija a mi lado.

Matty: ¡¡Mierda!! Va a creer otra cosa...

Hay me acuerdo... Vanessa sigue sentada en mi regazo, con los brazos alrededor de mi cueño y mirándome de ella a mi.

Vanessa: Hay esta la nueva, no se que hace aquí si no es una de los nuestros.

Apartó rápidamente a Vanessa de mis piernas, si no fuera porque es una mujer lobo hubiera caído al suelo de cruces.

Me levanto de la silla y realmente no se porque, ni que haces ni a donde ir. Me vuelvo a girar hacia ella y ya no está.

Busco entre todos los que estamos allí con la mirada. La encuentro entre la multitud en la orilla del río con la chica que la acompaña.

Adams: Ahora vuelvo

No dejo que lleguen a preguntar ni que Vanessa proteste por el empujón que le dado. Camino hacia donde están ellas.

Paro en seco a pocos metros de ellas, cuando la veo que empieza a quitarse el vestido.

Es algo como una obra maestra. Aunque es más baja que yo, tiene unas piernas súper largas. Se va subiendo el vestido y está revelando poco a poco su cuerpo. Ese diminuto bikini rojo. A partir de ahora ese es mi color preferido.

Estoy sudando, mi lobo aulla de felicidad dentro de mi. No sé si voy a poder soportarlo, sin duda necesito meterme en el agua yo también para calmar ese calor.

Veo como su amiga la agarra de la muñeca y salen corriendo hacia dentro del lago. Me sorprende que ella no se queje, pues el agua aún está algo fría. Me quito mi camiseta y me dirijo hacia el mismo lugar por el que caminaron ellas.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Narra Dulce

Llegó a la fiesta con Sussy y Mark. Hay mucha gente, de varias edades diferentes. Algunos están en el lago, otros sentados bebiendo y algunos haciendo algunas otras cosa para mí algo inapropiadas en público.

Algo me llama la atención, fijo la mirada en una mesa y hay esta el.

Nuestras miradas conectan al instante, siento un escalofrío por mi espalda, mi corazón se acelera.

*Es un dios griego *

*No ayudas*

*No lo intento*

Maldita conciencia, es estúpida. Bueno vale, se que somos una misma, pero no importa. Es estúpida.

Aún sigo mirando a ese chico y me está mirando a mi directamente. Veo un movimiento a su lado, a lo que veo a una chica sentada en su regazo con sus brazos rodeados en el cuello.

*Lo suponía*

*Ahora eres tu la estúpida, no puedes suponer nada*

Mark me saca de mis pensamientos y me lleva empujando suavemente con su brazo en mi cintura hacia el centro de la fiesta.

Sussy sin decir nada me agarra de la muñeca y me lleva corriendo hasta el lago. Esto es precioso, una pequeña cascada, con grandes árboles de diferentes formas y colores adornan el alrededor. Pajaros volando de un lado a otro, los rayos del sol pasando por los árboles y reflejando en el agua. Nunca había visto algo a si. De varias partes del lago se sobresalen algunas rocas en las que veo algunos muchachos sentados.

Sussy: Quítate el vestido y vamos adentro.

Quiero protestar, pero en unas horas que conozco a Sussy se que va a ser en vano. Me empiezo a quitar el vestido y las chanclas. Sussy no lo piensa dos veces y me lleva al lago corriendo.

*Dios, el agua esta helada*

*Exagerada*

Sussy no me da tregua y en seguida estamos al lado de unas rocas, donde nos llega el agua algo más que por la cintura. ¿Cómo puede estar el agua tan fría? Hay me doy cuenta que apenas hemos entrado en la primavera... Yo estoy temblando pero veo a Sussy muy tranquila.

Dulce: ¿Como lo aguantas tan bien?

Sussy: Es la contumbre, te acabarás acostumbrando.

Mientras se mete bajo el agua y sale a unos metros de mi. La admiro, yo voy a morir de hipotermia. Cierro los ojos e intento tranquilizarme y aclimatar mi cuerpo al agua, cosa que creo que es imposible. En un momento Sussy esta a mi lado.

Sussy: Tengo que ir hacer algunas cosas, quédate por aquí, nada un poco. Vuelvo enseguida.

No me da tiempo a protestar, ya se ha metido debajo del agua y a salido lejos de mi, no quiero gritar y llamar la atención.

Nado un poco más hacia la roca que se encuentra a pocos metros de mi. El agua sigue estando helada.

Me apoyo en la roca, dandole la espalda a la fiesta y quedándome fascinada por la maravillosa cascada. Por unos minutos creo que no pienso en nada, nada existe, solo el sonido del agua y el canto de los pájaros.

Una mano es apoyada en mi hombre, mis piernas se debilitan del susto y me hundo en el agua un poco. Noto unas manos grandes y fuertes alrededor de mi cintura, alzando me hacia arriba.

*oh! Santa madre, es el*

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