sus ojos brillan al ver la pila de humeantes bocados, puedo escuchar su estómago gruñir, sus muñecas también son delgadas, sin embargo mi presencia la tiene alerta, se mantiene a una distancia prudente.
Me alejo un poco para que ella pueda tomarlos, hay reacciones que me son difíciles de controlar a veces, como babear o mover la cola, justo ahora puedo sentir mi saliva escurrir por mi hocico mientras la veo comer.
Ella me mira, solo ha comido uno de los panqueques, levanta el recipiente del suelo y con pasos dudosos se acerca a mi.
¡¡¡ella quiere compartir!!!, esta hambrienta y asustada niña...¿realmente se volverá la tirana Julián?
-Pe...perrito...come esto...-
me acerco y ella se tensa, aún no debo acercarme a ella con tanta confianza. coloca el plato en el suelo y lo empuja con una bara que encontró entre las tablas de madera.
Yo también estoy hambriento, sin embargo, me gustaría que ella comiera uno más.
la miro y luego al plato intentando que entienda.
se acerca, sus pasos son temblorosos. Finalmente toma otro y yo me dispongo a saborear la otra mitad de mi botín.
oooh si, panqueques, en este mundo son igual de buenos.
La pequeña Julián me mira intensamente, creo que le causo ternura y miedo a la vez, lo vi numerosas veces en niños que le temían a los perros, normalmente esto se debe a que han tenido alguna mala experiencia.
me acerco a ella moviendo la cola.
-tu.. también escapaste?- pregunta, su miedo se ha disminuido tanto que apenas puedo notarlo, creo que es de mucha ayuda que parezca un cachorro y no un perro grande.
Me acerco todavía más, ella extiende su mano pero no se anima a tocarme, esta a escasos centímetros de mi cabeza.
su manita huele a panqueques, finalmente puedo sentir como me acaricia suavemente, muevo mi cola y me acerco más. ya no huelo el miedo.
-Eres muy suavecito- dice con una brillante sonrisa, Claro que soy suave, mi pelaje es el más mullido de la manada, soy el único que se baña.
-¿serías mi amigo?-
¡por supuesto! ladro con entusiasmo
-crei que todos los perros mordian, tu eres bueno-
ahora que la veo de cerca en la luz, no queda ninguna duda, ella es Julián, la cicatriz en su cuello es reciente y en el libro solo se mencionaba que la obtuvo de su padrastro, nunca especificaron la edad, sorprendentemente, parece que se la ha hecho hace unas horas, una niña de unos 5 años de edad, con semejantes rastros de crueldad en su cuerpo. Es impensable.
-Bien amiguito- dice levantándose del piso donde se había sentado - tenemos que buscar al señor Teodoro, el nos ayudará-
Ella lo dice con tanta confianza, sin embargo yo se que no debemos ir ahí, Teodoro no es más que un simple y honrado jardinero que se meterá en problemas si encuentran a una niña noble perdida en su hogar.
El libro lo decía, Julián había confiado alguna vez en Teodoro para protegerla, era el quien le había dicho imprudentemente que la ayudaría cuando ella quisiera, pero no pudo, y terminó entregandola.
Julián le guarda rencor desde entonces, una vez que se gana un nombre como una tirana le hace la vida imposible al inocente padre de familia.
Creo que el señor Teodoro será de ayuda en un futuro, pero justo ahora no le daríamos más que problemas.
-wgraaaf* wraaaf*- ladro, intentaré llevarla a un sitio distinto por ahora, después de todo es solo una pequeña, no puede andar sola por las calles.
-q...que pasa?- se asusta un poco.
Muevo mi cola y apunto con mi hocico el lugar al que quiero ir.
La persona en la que podemos confiar en momentos como este, el buen caballero sir. Joan, es un buen hombre que siempre me da un saludo y acaricia mi lomo cuando me ve, incluso ha tratado de llevarme con el, pero seria raro ser una mascota.
A mi parecer, es un hombre de buen corazón, aunque su apariencia es algo... intimidante.
doy algunos pasos y vuelvo a ladrar
-wof,* wof**-
-quieres ir a algún lado, pero...yo debo buscar al señor Teodoro-
de acuerdo, supongo que debo jugar sucio si quiero que me siga.
De su cintura lleva colgada una bolsita de cuero, normalmente llevan dinero en ellas pero, si mi suposición es correcta dentro de esa bolsa hay algo muy valioso para ella.
me acerco con suavidad, con mis orejas hacia abajo y la mirada triste, ella está con la guardia baja.
Rápidamente le quitó la bolsa
-¡OYE!, eso es mío
corro, ella aún no me sigue, vuelvo sobre mis pasos y me burlo un poco.
-T... tu bribón!- reacciona y comienza a seguirme.
el lugar no está muy lejos, sir Joan siempre cubre su puesto de vigilancia en la entrada del pueblo a esta hora, hoy por ser feriado seguramente esta ahi.
lo veo, parado como siempre como si se tratara de una estatua, no sonríe, no regresa los saludos, simplemente se limita a dejar pasar o bloquear la entrada.
me detengo justo frente a él, Julián se ha quedado un poco atrás pero puedo verla acercarse. El señor Joan sonríe al verme.
-Hey, cachorro, ¿qué te trae por aquí a esta hora?, ¿qué es esto?- pregunta al notar la bolsa en mi hocico, yo la entrego.
-¿de donde lo sacaste? - oportunamente llegó Julián, jadeando y con las mejillas enrojecidas. el señor Joan borra su sonrisa al instante, definitivamente parece que solo puede ser amable con los perros.
Julián se tensa al verlo, pero la bolsa es demasiado valiosa.
-E...e..eso ....es mio- dice casi en un susurro.
El la mira detenidamente unos segundos, no es de los que ayude con nimiedades, si le preguntas a cualquiera es el caballero más frío que hubiesen conocido, pero no es inhumano, yo se que no puede darle la espalda, suspira con fastidio.
-¿dónde están sus padres señorita?- pregunta suavemente, de verdad esta esforzándose por modular su voz.
ella no responde, está triste y asustada.
-¿cómo se ha hecho esta herida? - señala su cuello.
ella se cubre rápidamente con sus manos, sigue sin responder.
Joan me mira.
-Asi que, quieres que la ayude ¿no es así cachorro?
Claro, por eso la traje aquí, sabía que entendería.
Julián se relaja un poco.
-E..ese perrito es suyo-
-No, es mi amigo, no ha querido seguirme a casa por mucho que he insistido- responde, supongo que hablar de perros es lo único que puede hacer normalmente.
-El solo hace que lo sigan, me Quitó mi bolsa- acusa
no tengo nada que decir a mi favor, me declaro culpable pero no arrepentido.
-Eso es extraño, suele ser muy educado, incluso más que un perro domesticado-
Julián finalmente ha bajado la guardia, hablar sobre mi parece haber relajado el ambiente.
-Señorita, mi nombre es Joan lionhearth- saluda inclinándose, más como una manera de relajar a la pequeña frente a él que por una formalidad.
no sabia el apellido de sir Joan, creo que lo he oído en algún lado.
Julián se inclina elegantemente en respuesta, podría jurar que lo está haciendo perfecto aunque nunca he visto saludar a un noble, sin embargo, por la cara de sorpresa de sir Joan creo que estoy en lo cierto.
-mi nombre es Julián Amalia Ferinoz- dice, El hombre que creí impávido parece ahora sorprendido.
-¡FERINOZ!, ¿eres la hija de Kail?-
-¡¿CONOCISTE A MI PADRE?!- pregunta con un brillo en sus ojos, ahora que lo pienso... Lionhearth.. es ... ¡¡¡el apellido del maestro de espadas del protagonista!!!
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