Capítulo 5 Te confieso mi verdad

-Mía: Mamá, Kenneth me gusta, pero creo que regresare a Baltimore y a la vez no lo sé, estoy muy confundida sabes. No se que hacer, Alex me dice que me aleje, tu que lo intente y yo tengo miedo.

-Mamá: Ven hija, la abraza, terminan de tomar un café que pidieron, regresan a la sala de espera.

-Alex: ¿Quién se queda esta noche? Tía, nosotros o Mía, O tal vez se van tú y Mia. Kenneth ¿te quedas conmigo?

-Mamá: Nos vamos como siempre, ellos se quedan.

-Alex: Pero yo puedo cambiar con Kenneth, él se va contigo y yo me quedo con Mía.

-Mía: Me quedo con Kenneth, ustedes se van.

-Alex: ¡Pero! esta bien.

-Mamá: Kenneth hijo, ven.

-Kenneth: Diga Sra. Jenny.

-Mamá: Creo que deberías de hablar con ella esta noche, adiós hijo nos vemos mañana.

-Mía: Hasta mañana mamá, descansa, te quiero mucho, todo estará bien, hasta mañana primo, lo abraza también, quédate tranquilo, se van.

-Kenneth: ¿Estas más tranquila?

-Mía: ¡Si! Disculpa por cómo me puse, baja la mirada.

-Kenneth: Tranquila, la mira ¿podemos hablar?

-Mía: Si, Se sienta en el sofá, sabes que no tienes que explicarme nada, pero si necesitas con quien hablar te escucho.

-Kenneth: Él la mira, no es explicar, es confesarte mi verdad, tenía más de 2 años saliendo con ella, nos conocimos en la Universidad, nos hicimos amigos salimos y terminamos juntos, al principio todo era perfecto no había ningún problema o discusión, luego empezaron los reclamos, los problemas, apenas habían pasado 3 meses de estar juntos, nunca hubo un quieres ser mi novia, todo fue muy rápido.

-Mía: Con razón ella te reclama, tenían tiempo en la relación, cuanto siento todo esto.

-Kenneth: Todo cambio no era como al principio, entonces no quería pasar tanto tiempo con ella y me quedaba más en casa y cuando hablaba con tú mamá ella siempre me hablaba de ti, de la hija que estaba en Baltimore, yo comencé a pensar en ti y cada vez quería saber más de ti y tu mamá me hablaba más, yo nunca te había visto, solo había escuchado de ti, que eras maravillosa, hermosa, cariñosa, muy terca y por eso siempre estabas en mi mente.

-Mia: Se sonroja, no sabía que mi mama hablaba con alguien de mí, perdón por eso.

-Kenneth: Era lógico, yo estaba en casa y tu no estabas, le afecto mucho que te fueras.

-Mía: Si lo sé, lloró mucho, igual me paso a mí.

-Kenneth: Además, Bárbara bueno ella.

-Mía: Si no puedes decirlo está bien.

-Kenneth: Sabes ella, nunca me quiso, cuando estábamos juntos no le gustaba nada de lo que yo hacía, todo le molestaba, se desaparecía por un mes y luego volvía como si nada, para ella esta relación era un juego, entonces comencé a alejarme, ella volvió a buscarme y caí, fue hace 6 meses cuando me enteré que había alguien más, por unas fotos que vi.

-Mía: Cuanto lo siento de verdad.

-Kenneth: Le Reclame lo que vi, me lo negó sabes, le mostré las fotos, me suplico que no la dejara y yo tuve la brillante idea de hablarle bien de ti ese día, eso fue suficiente para que ella, me culpara de nuestros problemas, aunque ella sabia que no fue así. Desde ese día hasta hoy siempre es así, aparece, me persigue, dice que tú tienes la culpa de nuestros problemas, que te odia.

-Mía: ¡En serio! ríe.

-Kenneth: Ella dice que yo le fui infiel con el pensamiento, pero yo pienso que no es así, porque cuando yo empecé a pensar en ti, ya ella me engañaba, tu ni sabias que yo existía, entonces como le fui infiel. Con una foto tuya que vi, con las cosas que me dijo tu mamá, eran puras excusas para que la culpa fuera mía. Cuando la descubrí me di cuenta que estaba con su antigua pareja, le reclamé, dijo que yo me la pasaba pensando en ti, entonces ella podía hacer eso y no tenía derecho a decir nada, ese día terminé con ella, pero no lo acepto, las cosas se pusieron peor porque ella puede salir con quién quiera, yo no puedo ni hablar con alguien, por eso te dije que era más complicado.

-Mía: Sabes te entiendo y en algún momento te contare mi historia.

Kenneth: por último, cuando se enteró que venías por lo de tu papá, enloqueció, por eso esta así, ella quería ver quien eras, yo en cambio cuando te vi en el aeropuerto entendí que tú me gustabas, sin verte me gustabas, no quiero que te asustes por esto, pero esa es mi historia, mi verdad, no estoy con Bárbara desde hace 6 meses, ella no es mi novia, yo no la quiero, yo…. y se queda callado, le mira fijamente cómo esperando que le diga algo.

-Mia: Lo ve y le dice, comemos algo ¡muero de hambre!

Kenneth: La ve y se ríe, le dice ¿quieres pizza?

-Mía: Le dice sí, con mucho pepperoni.

-Kenneth: La mira, cada vez que digo que me gustas me cambias el tema o la mejor de todas las reacciones que he visto en mi vida, cuando saliste corriendo, Ríe.

-Mía: se levanta y con un dedo lo toca en la punta de la nariz, no te burles de mí. Ve por la pizza, por favorrrr. Gracias.

-Kenneth: Va por la pizza.

-Mía: No puedo contarle mi verdad, no puedo decirle que me gusta, que cada vez que está cerca suspiro por él, no puedo (piensa) ¿Por qué? no puedo, el esta solo, Dios porque soy tan complicada, me gusta mucho, tiene hoyuelos en sus cachetes, es muy amable, cariñoso, bello.

-Kenneth: regresa, hola mía, ¡hola! mueve sus manos para que vea que llegó con la pizza.

-Mía: sale de su pensamiento, ¡llegaste! Suspira, vamos a comer en la cafetería.

-Kenneth: ¡no! acá podemos, como dijiste que tenías mucha hambre, traje una para cada uno, ¿está bien?

-Mía: ¡Si! la mía es la de pepperoni, mucho pepperoni, trata de agarrarla, pero Kenneth la pone mas alta, ella se inclina y queda frente a la barbilla de él, reacciona y se aparta.

-Kenneth: Toma, sabes que pareces una niña, pero me gusta, sonríe.

-Mía: Soy una niña, la nena de mi mamá, a comer, uhm huele delicioso, gracias.

-Kenneth: ok, la nena, si debes serlo, no sabes comer, mancha con salsa su nariz.

-Mía: oye, ese toque de la nariz es solo mío, tú no sabes comer, le mancha la camisa, ríe, se cambia de sofá, queda frente a él, sigue comiendo pero se miran sonriendo, gracias esta deliciosa y tu camisa dice lo mismo, ríe a carcajadas.

-Kenneth: Se levanta, en serio te vas a burlar de mí, tú quieres…

-Señora mantenimiento: disculpen jóvenes acá no pueden comer.

-Mía: Disculpe no sabíamos.

-Señora mantenimiento: señala el letrero de prohibido comer.

-Kenneth: fue mi culpa, le dije que si se podía, no volverá a pasar.

--Mía: Aguanta la risa. Hasta que la Señora sale, comienza a reír, de verdad no vimos el letrero es muy grande y se ve a kilómetros.

-Kenneth: Se acerca, tienes algo aquí.

-Mía: Se pone nerviosa, cundo Kenneth le toca el labio, para limpiarla, gracias, voy al baño a limpiarme.

-Kenneth: Disculpa, por tocarte.

-Mía: Ya vuelvo, Kenneth Gracias.

-Kenneth: ¿Por qué?

-Mía: Por ser tú.

-Kenneth: Sonríe, suena su celular, Aló si claro seguro mañana estoy ahí, por supuesto yo lo llevo, gracias.

-Mía: toca donde Kenneth la limpio, mientras se mira en el espejo del baño, sonríe porque recuerda la sensación que tuvo al toque de él, entra alguien y ella reacciona, se lava la cara, las manos, se seca y sale, regresa a la sala de espera, Kenneth no está, se sienta enciende la T.V.

-Kenneth: Tengo que llamar a Liz, sale de la sala de espera para hacer una llamada.

(Liz nuevo personaje)

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