EMMELINE
Él ha entrado a la habitación ya hace un rato y en cuanto a mí, las doncellas me prepararon poniendo sobre mi cuerpo una prenda ligera de seda. Al ver mi reflejo me doy cuenta que mi cabello rubio cae hasta las caderas, es la primera vez que lo veo suelto. Los ojos azul claro combinan a la perfección con mi piel blanca como la leche, tengo la proporción exacta en cuando a medidas corporales, ni más ni menos y aún cuando las chicas antes de marcharme han elogiado mi figura, el hormigueo en el estómago se hace cada vez más intenso.
Mis entrañas están revueltas y me acurruco en el suelo. Bajo la seda transparente todo mi cuerpo esta expuesto. ¿Debería correr por los pasillos hasta encontrar una salida?
-Majestad, el rey demanda su presencia- Diana, una de mis doncellas me habla desde el umbral de la puerta. Al verme acurrucada en el piso, corre hasta donde estoy y me ayuda a levantar- ¿Se encuentra bien majestad?
Quiero gritarle que no, que posiblemente vomite el corazón por la boca, pero en cambio, asiento con la cabeza en repetidas ocasiones.
Camino con ella hacia la habitación principal en donde anuncia mi llegada, aumentando más los nervios que me quieren comer viva.
-Cierra la puerta- escucho su voz demandante ordenar a Diana que obedece de inmediato.
La habitación es amplia, la cama posee un gran tamaño además de cuatro pilares adornados con cortinas púrpuras. La luz es tenue pero logro divisarlo en una esquina. Su torso al descubierto es algo en lo que mis ojos se fijan de inmediato. Los más probable es que se ejercite con regularidad porque la piel se nota bastante tonificada.
-Quítate todo lo que traes puesto- dice desde el extremo y mi corazón frena de golpe.
-Disculpe?
-Ya escuchaste. Quiero verte desnuda- esta vez el tono de su voz denota molestia- Deseo observar sin tardanza lo que ahora me pertenece.
Su sola declaración obligan a mi corazón a latir de nuevo esta vez con más fuerza, tanta que casi puedo escuchar mi propio palpitar.
Mi manos tiemblan pero obedezco sin chistar quitando los botones de la diminuta bata que por supuesto es lo único que llevo puesto. Se desliza hasta caer sobre mis pies. Ver como su mirada me escrudiña de arriba abajo es realmente incómodo. Me siento como una esclava siendo vendida al mejor postor.
-Date la vuelta- obedezco de nuevo temblorosa. Escucho sus pasos acercarse pero estoy demasiado asustada para voltear a verlo así que me limito a cerrar con fuerza los ojos.
-¿Haz estado antes con algún hombre?- tengo 20 años. Creo que su pregunta está de más pero igualmente respondo.
-No, majestad- mi voz suena más aguda de lo normal.
Sus dedos se arrastran por mi espalda de arriba abajo, su sólo toque eriza toda la zona. Acaricia mis hombros hasta tomar con sus manos mis pechos.
-Lo siento mucho Emmeline, pero no consigo ser gentil cuando se trata de poseer a una mujer- sus palabras en mi oído son algo que no logro entender- Túmbate en la cama.
La autoridad en su voz me obliga a obedecerlo de inmediato, por tercera vez. Poso mi espalda sobre la suave colcha de algodón. Cuando lo veo acercarse con los ojos oscurecidos, entiendo lo que sucederá. Todo mi cuerpo se tensa de inmediato al ver que comienza a quitarse el pantalón que lleva puesto y su desnudez queda expuesta a mi vista. Mis mejillas comienzan arder y trago saliva al ver que su miembro posee un tamaño considerable.
Se posa entre mis piernas sin perder tiempo. Contengo todo el aire que puedo en mis pulmones. Cuando lo siento enterrarse por completo en mí, el grito de dolor que emito es suficiente fuerte para despertar el reino completo.
-Te lo dije. No puedo ser considerado- gruñe comenzando a mover sus caderas con fuerza- Trata de relajarte o si no será más doloroso.
Cubro mi boca con la mano ahogando los gritos y las lágrimas que comienzan inmediatamente a salir. ¿De esto se trata? ¿Por qué la gente desea tanto la intimidad cuando solamente produce agonía y dolor?
Sus movimientos son aún más salvajes y yo sólo rezo en mi mente para que termine pronto. Siento un calor por dentro y me doy cuenta que él se retira de inmediato.
-Es suficiente por esta noche- dice sin más y se cubre de nuevo su parte inferior dándome un último vistazo que lo hace fruncir el ceño con fuerza.
No puedo moverme cada parte de mi cuerpo protesta de inmediato. ¿Por qué las doncellas hablaban maravillas sobre esto si realmente solo sientes el dolor desgarrador que no te deja pensar en nada más?
Él se pone de pie en el umbral de la puerta y mira en mi dirección.
-Pronto te darás cuenta que es más fácil odiarme que llegar a amarme- cierra la puerta y estallo en un mar de lágrimas.
¿Estaré junto a este hombre el resto de mis días? La fama de cruel que tiene es realmente verdadera, no quiero vivir de esta forma. Sólo deseo una vida feliz, con un esposo normal que sea capaz de amarme por encima de todo lo demás.
-Oh mi dios!- la doncella entra y yo cierro las piernas de golpe ignorando el dolor que eso me provoca.
-¿Qué haces aquí?- pregunto entre sollozos acomodando con dificultad mi cuerpo de lado.
-El rey me ordenó que viniera a cuidarla- se escucha bastante nerviosa- Lo mejor será que venga a asearse majestad hay demasiada sangre sobre usted y las sábanas.
No me interesa, moverme es lo que menos quiero ahora, lo único que deseo es cerrar mis ojos y despertar de esta pesadilla. ¿Por qué tengo que vivir esto? Mis hermanas encontraron buenos príncipes, les dieron hogares admirables y yo... maldecir mi suerte ni siquiera es suficiente para sacar esta rabia que me carcome por dentro.
"Pronto te darás cuenta que es más fácil odiarme..."
Sus palabras se repiten una y otra vez en mi mente. De eso no me queda la menor duda.
.
.
.
.
PRINCESA EMMELINE
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 61 Episodes
Comments
💞joanna águilar💕
😑😑 es un insensible de verdad ! 😪😪😤
2025-03-06
0
Matilde Mujica
animal
2025-05-05
0
Tina Ixchiel Puthod
asqueroso hdp!
2025-04-26
0