problemático

—qué interesante, no sabía que podías leer con un libro al revés.

Damián: qué rayos haces aquí William?

William: oye, pero qué cruel eres con tu único familiar y amigo.

Damián: de que seas mi familiar es cierto, pero no somos amigos.

William: tan agradable como siempre querido primo, por cierto ¿has visto a la estrella?

Damián: no!, y dudo que hayas venido a buscarlo aquí.

William: es cierto, te estaba buscando también a ti, daré una fiesta esta noche y...

Damián: paso!

William: es en serio?, oye al menos déjame terminar de hablar.

Damián: creí que una biblioteca era el infierno para ti, así que ¿por qué mejor no te largas ya?

William: si sabes que las odio, al menos escúchame hombre.

Damián: antes respóndeme esto, ¿crees en las parejas destinadas?

William: ¿a que viene esa basura?, por supuesto que no!, ¿sabes lo que pienso cuando escucho esa palabra?

Damián: como voy a saberlo, ni siquiera imaginé que pensaras.

William: por supuesto que pienso!, maldito infeliz, deberías estar agradecido que no te mato.

Damián: como sea, vas a decir algo útil o te vas a largar.

William: tsk, de solo oír la palabra me dan ganas de vomitar, es el sinónimo claro de aburrido, ¿sabes lo que haría si encontrará a mi destinado?

Damián: no me interesa (no sé ni por qué le pregunté a este idiota.)

William: me lo cogería tan duro que ni siquiera podría caminar en meses y lo dejaría tirado, por qué no me interesa una sola relación!

Damián: te dije que no quería saber!

William: no me digas que encontraste tu tormento.

Damián: bien lo has dicho... aunque no estoy seguro.

William: eh?, ¿en serio?, a ver dime ¿cómo es el destinado de un estirado y amargado como tú?

Damián: bueno si tengo que admitirlo es... el chico más hermoso que jamás vi, sus ojos negros son tan inocentemente hermosos, y su cabello negro que contrasta tan bien, sus manos son tan pequeñas y suaves, su voz, no me cansaría de oírlo hablar incluso por horas, demonios y sus labios es como si pidieran a gritos ser besados... su aroma es...

El pelinegro se dio cuenta de la mirada de horror en su amigo, y el mismo se sentía un idiota, así que se golpeó la cabeza contra la mesa.

Damián: mierda, si es mi destinado, (y creo que he caído completamente por él.)

William: no sé si darte un golpe, felicitarte, darte el pésame o irme corriendo... en serio hermano que miedo da oírte hablar más de 5 palabras y tan animado con esa cara de idiota.

Damián: ya cállate maldito!, no necesito que me digas lo que ya sé!

William: espera que le diga a los otros, el gran Damián!, alfa entre alfas fue atrapado, das pena bro.

El otro se levantó y se fue dejando a Damián con su problema, pero entonces se devolvió.

William: nada de lo que dijiste es razón para que hayas aceptado que era tu tormento, entonces dime ¿quién es realmente tu omega?

Damián: es el menor de los Lou!

William: pero qué demonios... ja, ja, ja.

—señor guardé silencio o tendrá que retirarse!

Damián: eso no es todo, apenas cumplirá 17 y esta en segundo...

William: dices que no solo es el menor de los Lou, sino que además ¿apenas está en preparatoria?, no hermano, una cosa es tener mala suerte, pero parece que tú rompiste todos los espejos del mundo.

Damián: lárgate ya!

El otro siguió con su risa de burla mientras salía de la biblioteca.

...﹌﹌﹌◇﹌﹌﹌...

En casa de los Lou.

Ulises entró rápidamente a la casa hecho una furia, vio a su hermano gemelo comer una gran porción de todo lo que se podía encontrar en el refrigerador y le asestó un fuerte golpe en la cabeza.

Egan: ¿pero qué rayos te pasa loco?, acaso me quieres matar?

Ulises: eso fue por lo que sea que hayas hecho en la universidad.

Egan: ni siquiera sabes si hice algo para que me golpees, tsk, uno de estos días te mataré!

Ulises: cómo si pudieras!... ¿ya llegó Liam?

Egan: si, por cierto, algo debió haberle pasado, entró rápidamente a su habitación y no quiso comer, lo cual es bastante raro en él, conste que le ofrecí compartir. —El rubio se dejó caer en el sofá, y dio un suspiro.

Ulises: está enojado conmigo, supongo.

Egan: contigo?, eso es más raro, Liam jamás se enoja con nosotros y menos contigo, ¿que hiciste?

Ulises: lo vi hablar con Damián Black, y fui algo duro.

El pelinegro casi se atragantó al oír ese nombre.

Egan: di...dijiste Black?, ¿d...de esos Black?

Ulises: si, de esos Black!

Los dos llevaron sus manos a la cabeza y luego miraron arriba como si tratarán de descifrar por qué razón ese par se habían encontrado y que podía salir mal de aquella reunión, el primero en reaccionar fue el rubio.

Ulises: esto podría convertirse en el peor escenario posible... demonios y justo ahora.

Egan: ¿por qué dices justo ahora?

Ulises: bueno... creo que conocí a mi destinado!

Egan: espera ¿qué?, ¿tú también?

Ulises: ¿cómo que también?, ¿acaso tú también? 

El pelinegro asintió y luego su expresión fue de total furia.

-conocí a ese infeliz!

Ulises: ¿que hiciste Egan?

Egan: nada!, no hice nada, maldición!

Ulises: ajá, ¿esperas que te crea?, ¿por qué otra razón sino hablarías así de tu destinado?

Ulises lo sabía mejor que nadie, las veces que su hermano había jurado matar con sus propias manos a su destinado, si resultaba ser un alfa del montón, fueron tantas que ya había perdido la cuenta.

Egan: te lo contaré y entonces entenderás por qué estoy tan cabreado.

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