Capitulo 5
David
Sentado en mi oficina observaba el monitor, había instalado previamente una mini camara en la habitación de Ibeth, así pues, pude ver toda la escena, y me sentí asqueado del idiota de Harry y más aún de mi padre, actuando tan despectivamente por proteger a su hijo.
Con lo que no contaba es que mi padre trajera a la policía para llevarse de inmediato a la chica, mierda, ella aún estaba delicada, es que ni siquiera humanidad le queda en el corazón? De inmediato averigüe a dónde la llevaron y luego me informaron que la trasladarian a una cárcel femenina, me quedé totalmente sorprendido.
Mi papá, ese hombre era totalmente un desconocido para mí, estaba pasando por encima de la ley, haciendo encerrar a una mujer enferma e indefensa ilegalmente en un reclusorio, sin juicio y sin derecho a defenderse no ser defendida. Tuve que moverme rápido y conseguir quien pudiera protegerla allí adentro, mientras organizaba los últimos detalles para atacar.
Al día siguiente muy temprano me dirigí con el abogado ante un juez, el mejor de le expuse el caso sin nombrar al causante, y el despues de revisar todo ordeno que fuera puesta en libertad mientras se llevaba a cabo una investigación. Lo bueno de este juez era que no se vendía, y no le importaba quien fuera para aplicar la ley. No había otro mejor en Chicago.
Saliendo apenas del juez y dirigiendome al pena para sacar a Ibeth, mi asistente recibió una llamada, se puso nervioso y de inmediato sentí nervios.
/Que paso, dímelo ya!
/Señor atentaron contra la señorita Ibeth, aunque el grupo logro intervenir a tiempo ella está herida.
Y con eso mi mundo se desplomó, maldita sea, le prometí protegerla, que no le pasaría nada malo, y le falle, tarde demasiado.
/Cómo está ella? Dime!!
/Señor ella está en la enfermería del penal, dicen que la herida no fue profunda, que no está en riesgo su vida.
Ja, la herida no fue profunda, y el terror que debe haber experimentado? Ese debe ser muy profundo, rayos es mi culpa, le falle, ella no me lo va a perdonar.
/Acelera, necesito sacarla de allí pronto.
Ibeth
Cuando estaba lista para recibir la muerte, de repente ví a esas dos mujeres que estaban conmigo en la celda anoche, ellas se fueron a golpes con las que estaban allí, mientras una peleaba la otra me sacaba del sitio, pero vi mi sangre gotear y no pude evitar desvanecerme. En medio de los nervios y el terror que experimente al ver la sangre me creí muerta, ese dolor también era terrible, no supe más de mi.
No supe cuántas horas pasaron, pero me desperté en una cama grande y cómoda, a medida que me acostumbré a la luz pude ver qué era un enorme cuarto, y no pude evitar recordar la escena en aquel hotel, estaba claro que está no era la enfermería del penal, ni un hospital, instintivamente me toque el area donde esa mujer me apuñaló, y sentí que estaba vendada, y el dolor se hizo presente.
Empezé a llorar como loca, no podía creer que hubiera perdido un riñón, me descontrolé, creo que no solo era pensar en haber perdido un riñón, si no que estaba desahondo todo lo que había tenido que soportar estos días, no habían pasado no siete días y mi vida estaba totalmente destruida, en que me había metido yo, por solo una tontería, porque eso era, como era posible que me fueran destruido así, mi llanto estaba lleno de dolor, de desesperación, de desesperanza.
Mirando a la puerta lo ví entrar, era el, era David, finalmente allí estaba pero cuál era el chiste, ya me habían jodido. Se me acercó y no me hice esperar.
/Alejate de mi, me engañaste, dijiste que no me harían daño, pero me dejaste sola, y no sabes lo que viví allí, porque? Porque me dejaste sola? Lo prometiste, tenemos un trato.
Lo ví agachar la cabeza abatido, y gradualmente me preocupe un poco, quizás estaba yo siendo irracional.
/Lo siento, perdóname, yo no había calculado que mi padre fuera tan inhumano para sacarte del hospital en esas condiciones, tan pronto ví lo que hizo trate de moverme lo más pronto posible para rescatarte, pero él tiene mucho poder, tuve que viajar para buscar a un juez que no se vende para poder sacarte legalmente, aunque fuiste encerrada sin ningún juicio.
Eso fue lo que me tomo mucho tiempo, solo pude pedir que personas te protegieran allá adentro, pero al parecer no fue suficiente.
Me sorprendí, entonces el había estado ocupada tratando de sacarle del aprieto, y aún así pago a personas que me protegieran? Fueron esas mujeres acaso?
/Tu, tu le pagaste a alguien para que me cuidara allá dentro?
/Si, mi asistente movió algunos hilos para ponerte protección, pro creo que no fueron muy eficaces, estás herida ahora y es mi culpa por haberte expuesto, perdóname por favor.
No sé porque pero se veía sincero, y yo le creía.
/Está bien, no te preocupes, si no fuera por esa protección me habría matado, ahora entiendo porque ellas no se metieron conmigo, y le dejaron dormir tranquilamente, y también porque me salvaron de esas bestias, gracias, dime, perdí un riñón?
El me miro significativamente y se rió, me confundí.
/Tonta, si fueras perdió un riñón estarías internada ahora en cuidados intensivos, solo fue una herida aunque profunda pero no toco ningún órgano vital, estás bien y estarás mejor de ahora en adelante.
Yo estaba feliz, pase del llanto a la alegría, y no pude evitar intentar abrazarlo, pero la herida me tironeo y el dolor me hizo olvidar cualquier felicidad. El se dió cuenta y se apresuro a ayudarme a acomodar. Tenerlo cerca fue una cosa que ni se cómo explicar, ya sabía que era bello, estaba uff, y era mi esposo político, pero esposo al fin, así que yo podía tranquilamente admirarlo. Papasito pensaba para mis adentros, quien imaginaria que hace solo cinco minutos estaba llorando como una loca, por pensar que había perdido un riñón.
/Y que paso con tu papá y tu hermano? Porque si me sacaste de la cárcel ya deben haberse enterado, entonces que nos espera?
El estaba parado frente a la ventana, había corrido las cortinas y entraba un poco de sol con la brisa de la tarde, lucía maravilloso iluminado con ese brillo. Yo estaba embobada con la escena, su cabello rubio se reflejaba con lindos destellos. Que tonta, parece que tengo debilidad por los rubios, solo que me enamore del equivocado, suspiré sintiendo tristeza de mi misma.
/Si, ya deben estar enterados. Y justo voy hacia allá en estos momentos, es el momento de enfrentar la situación, perdóname una vez más por haberte expuesto de esa manera, prometo que no volverá a suceder, y también gracias por ayudarme a hacer esto, aunque no hayas tenido más opción que hacerlo, aún así te doy las gracias.
Me sorprendí, sonaba tan sincero y mi corazón se calentó, pero también me preocupe que fuera allá, aunque era su familia uno no sabe de qué son capaces tan solo por el poder.
/Pero, es necesario que vayas hasta allí? Creo que puede ser peligroso para ti, aunque sean tu papá y hermano han demostrado no tener consideración, solo están obsesionados con el poder y harán cualquier cosa para retenerlo, si no estás seguro de lo que harán, por favor no vayas.
El camino hacia mi y se sentó en la cama a mi lado.
/Estás preocupada por mi? Prometo que voy a tomar medidas, y regresaré contigo sano y Salvo, no te voy a dejar viuda tan pronto.
Me sonroje, mi cara debe parecer un tomate maduro justo ahora. Y no me equivoqué por su sonrisa, que sonrisa, estoy mojandome con solo verlo sonreír así de lado, este hermoso hombre es mi esposo, como sea, pero mío.
/Porque te pusiste roja? Que está pasando por esa cabecita? Tomare un baño, y partire hacía allí.
El abrió una puerta y entro, luego salió sosteniendo una bata y se metió a lo que creo q es el baño, entonces lo otro será el vestier, quisiera pararme y poder curiosiar pero está herida duele mucho.
Una media hora después lo ví salir del baño y oh mi Dios, tenía una bata y secaba su cabello con una toalla, su bata estaba entreabierta dejando ver parte de su marcado torso, esas piernas, ay dios que calor, ese hombre estaba jodidamente sexy.
/Porque me miras así?
Sus palabras me sacaron un poco de mi aturdimiento, pero no pude controlar que de mi mente llegara a mi boca la desvergüenza.
/Yo no te estoy mirando, te estoy admirando, estás como para comerte.
Maldita sea, eso salió de mi boca? Lo dije? Tragame tierra y escupeme en Júpiter.
/Eh, no, disculpa, es que no supe lo que decía, yo lo siento.
Baje mi vista hacia el suelo avergonzada, pero al no escucharlo decir nada tuve que mirarlo, y allí estaba rojo como un tomate, estaba sonrojado? Vaya que descubrimiento.
/Porque estás rojo? Que cosas pasan por esas cabecita tuya?
Al devolverle las palabras de hace rato el se rió con una hermosa carcajada, eso me encantó, cada cosa que hacía me encantaba.
/Muy bien señorita, veo que es muy buena aprendiz, y gracias por admirarme, ah y recuerda que soy tu esposo, me puedes comer legalmente.
El sinvergüenza lo dijo y me guiño un ojo, acaso el se me está insinuando? Voltee la cara para que no viera mi sonrojó, y fue cuando me encontré con aquella jarra de aluminio, que reflejo ligeramente mi rostro, la tomé y trate de verme un poco mejor, y ay Dios nooo, estaba aún hinchada y tenía moretones, que patética me debo haber visto flirteando con esta cara mounstruosa. Aprovechando que el está en el vestier no dejaré que vea más mi rostro.
/Bueno señorita, se llegó el momento de mi partida, deséame suerte.
Aún debajo de la cobija le respondí
/Si, que te vaya bien, no olvides cuidarte mucho, ten mucha suerte.
No escuché nada más, y pensé que se habría ido, pero de repente zas, me quito la cobija, nos miramos.
/Puedo saber que te pasa que te escondes bajo las sábanas y no me das la cara?
/Precisamente eso es lo que me pasa, no te quiero dar la cara, estoy horrorosa parezco un monstruo o un aguacate magullado, debiste haberme visto patética hace un rato cuando te coqueteaba.
El se volvió a reír a carcajadas
/Tonta, lo que tiene tu cara son hematomas que van a desaparecer en unos días, y volverás a ser la chica hermosa que siempre has sido, aunque a mí me sigues pareciendo hermosa aún así toda magullada, no tienes que esconderte ni de avergonzarte de mi, soy tu esposo, aunque sea un contrato yo pienso cumplir con mis obligaciones, que son cuidarte, apoyarte y porque no, amarte. Si tú quisieras claro está?
Mi cabeza hizo paff, mi cerebro estalló en Miles de juegos artificiales, que rayos acababa de pasar? El estaba diciendo que quería amarme si yo me dejara? Amarme?
/Amarme? Cómo está eso?
/Si amarte, de todas las formas existentes, y tal vez hasta con las formas inexistentes también, la verdad es que tú me gustaste desde el primer día en que te ví.
Ay santa pacha, agárrame que me caigo, pero, un momento, la primera vez que me vio no estaba yo en ese hotel, ay no, me vio desnuda, ay porque no pensé en eso antes.
/La primera vez que me viste fue en ese lugar, ese día?
/Si allí fue la primera vez que te mire, como debes saber no era el momento para apreciarte bien, luego ese mismo día recibió tu información y tus pertenencias, allí estaba tu carnet estudiantil, y ví tu foto.
Tengo que confesar que me robe un par de fotos tuyas, a pesar de estar tan golpeada tu belleza no se puede negar.
Bella? Él cree que soy bella, pero jumm
/Me viste desnuda ese día en el hotel?
Lo ví ponerse nervioso
/Lo que ví no fue voluntariamente, estabas en esa posición y yo solo quise llevarte de inmediato al médico, te cubrí con una sábana, era inevitable no verte desnuda pero no dió lugar a la lujuria.
Tragame tierra
/Está bien no te preocupes, mejor ve antes de que se te haga tarde, que te vaya bien.
/Ibeth, después de esa reunion voy a salir del país, hay un asunto allá que debo resolver, me tomara al menos medio mes, te voy a pedir que te quedes aquí, nadie podrá encontrarte ni tampoco entrar vale? Recupérate estos días, come y duerme bien, te llamaré seguido para estar al pendiente de tu salud, no te dejaría si esto no fuera importante de verdad.
Me sentí decepcionada, pero que podía hacer o decir? Por un lado era mejor que no estuviera, así podría sanar estás heridas y cuando vuelva estaré mucho mejor, pero por otro lado lo voy a extrañar, no sé cuándo sucedió pero ya lo estoy echando de menos.
/Está bien, ve, haz lo tuyo, yo aquí te esperaré, me traes un regalo cuando vuelvas.
/Que quisieras? Algo en especial?
/No nada en especial, solo alguna cosa que me diga que me recuerdas.
/Ok, mi señora esposa, así será.
Me dió un beso en la frente con delicadeza, y se fue.
Yo me quedé aquí sola y rogando a todos los santos que no le pase nada.
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Comments
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Valla al menos él si tiene moral y sabe apreciar a una mujer hermosa
2025-01-14
1
Margelis Lucía Izarra Laguna
que me hubieran*
2024-07-21
1
Arcelia Medina Jaime
que familia tan distinguida
2023-11-06
3