capitulo 3

Cuando el señor Pedro estaba por entrar tome conciencia de que la mujer que había ingresado a la oficina aún no se había retirado.

salgo volando de Mi escritorio a su dirección y lo tomo del brazo el me mira algo confundido.

Rosalía.

Señor Pedro disculpe pero hay una mujer ahora mismo en la oficina y si lo dejo pasar el señor Montes es capaz de matarme.

si no le importa puede tomar asiento con Migo y esperar que la señora que acaba de ingresar se retire porfavor.

El señor Pedro tomo asiento junto a mi en mi escritorio.tambien escuchábamos los gritos de la mujer que estaba dentro de la oficina fue un momento incómodo pero a la ves algo simpático.

En un momento dado escuchamos gritos de furia pero, Después de un largo momento esos gritos sé transformaron en gritos de placer.. y yo aún tratando de comer mi sandwich que cada que le daba un mordisco tratando de concentrarme en mi almuerzo no podía ignorar los sonidos así que me rendí deje mi sandwich en la mesa y Pedro se moría de la risa, trate de terminar mi informe después de eso escucho otro fuerte sonido,pero ya no de placer si no de maldiciones la hermosa rubia está insultando a mi jefe diciendo que era un hijo de puta que después de un sexo tan intenso la está hechando de su oficina le dijo que se arrepentiría al abrir la puerta esa cara con la que había ingresado se habria esfumado de su rostro, juro con todo mi ser que trate de no reírme pero...! Cómo podría ? Quien en su sano juicio creería que el señor Liam se enamoraria de sus conquistas .

Al darse cuenta de mi pequeña risa me fulminó con la mirada y me dijo que era una idiota a lo que mi atractivo jefe al que por cierto odiaba por el exceso de trabajo, al fin hizo algo bueno por mí se acercó al marco de la puerta y ya desde hay le dijo que ya le había pedido que se retira de sus instalaciones a lo la odiosa pero bella mujer le miro con desprecio y se retiró del lugar, Acto siguiente me encontré con esos ojos atrapantes de mi jefe y con una arcada de ceja me dijo rivera te parece algo gracioso Pedro puedes pasar a mi oficina y contarme el chiste no era la primera vez que era sarcástico con Migo pero con Pedro si era algo nuevo, trate de ignorar el comentarío. Pero me dijo que necesitaba que fuera a la tintorería a lo que le respondí ya iría pero que terminaría de almorzar en ese momento miro su costoso Rolex que tenía en la muñeca y me dijo tu hora de almuerzo ya terminó Rivera en lo profundo de mi mente lo único que pensaba era ...si como no como si pudiese almorzar todo su alboroto ... No me quedo de otra que levantarme eh ir a su oficina.

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