Casualidad o Destino

SOFÍA

Han pasado unos días y no he vuelto a ver aquella aparición, creo que me lo soñé, porque nadie podría verse tan bien, es domingo y debe de ir a tomar las fotos para Cesar, ya por fin tengo listo todo para las cosas salgan bien hoy, llevo puesto mi overol azul con muchos bolsillos y una camiseta blanca tipo polo debajo, con unas botas negras para poder estar relajada mientras trabajo, estoy esperando a Mariana que venga por mí.

Mariana me contó más o menos  algo del evento, me dijo que era una cena, de casualidad es en el hotel donde trabajo,  la misma que mi jefe quería que atendiera de mesera, como es la vida iré, pero no de mesera.

Bajo al escuchar el pito del auto de Mariana y me mira con cara de enojada.

Mariana: ¿Qué demonios es eso que traes puesto?

Sofía: es ropa y muy cómoda, sabes que lo necesito para estar de aquí para allá tomando fotos, no empieces.

Mariana: No empieces tu Sofí, es una cena elegante y no nos vamos a ir hasta que te coloques otra cosa, es  muy importante para Cesar además toda una profesional cómo tú, tienes que ir bien vestida, me enojas que seas así de descuidada contigo con lo bella que eres, mueve ese trasero de vuelta que te voy a organizar.

Subí a regañadientes, ella revolcó todo mi armario, encontró un vestido que me regalo ella misma en mi último cumpleaños y no había usado es de color azul rey suelto, además me hizo colocarme unos tacones,  menos mal no son tan altos porque no es que  los odie, pero soy torpe caminando en ello, me recogió el cabello con una hermosa trenza y medio me maquillo porque no me gusta mucho el maquillaje, si lo sé, soy medio fastidiosa, lleve un chaleco y morral con todas las cosas y ya esta, salimos a la dichosa cena.

Todo el trayecto no le hablaba a mi amiga realmente estaba enojada no me gusta estar incómoda y menos mientras trabajo, mientras ella de lo único que habla es de César, esto y aquello,  que va a ser la última vez que lo intente, César es un chico atractivo, moreno, de buena estatura, ojos cafés y muy simpático, muy bien vestido, hijo de una buena familia, lo conocimos hace un año cuando Mariana y yo estábamos de viaje,  nos quedamos en un hostal y conocimos a muchas personas entre esas Cesar, nos llevamos muy bien, teníamos muchos temas que conversar, es simpático y fácil de llevar, pero es un mujeriego,  le ha caído a casi todas, excepto a Mariana y también a mí, según él solo nos ve como a sus hermanas o es el decir de él.

SEBASTIÁN

Hoy es el día de la cena, he tenido días muy ajetreados, pero sin embargo no he dejado de visualizar en mi mente esos ojos esmeraldas, estoy organizando todos los últimos papeles, cuando llega Cesar.

Sebastián: César ¿está todo listo?

César: si Sebastián

Bajamos al lobby del Hotel, veo a Catherine una vieja amiga que será mi compañera esta noche y nos disponemos a ir al Bar mientras esperamos la hora de la cena, Cesar se disculpa y va hacia donde están dos chicas no logro bien quienes son, pero con él no me extraña que las dos sean sus parejas.

SOFÍA

Ya habíamos llegado y Mariana le mando un mensaje a Cesar para que nos llevara a la cena, esperamos en el lobby su llegada mientras hablamos.

César: llegaron mi par de princesas, se ven realmente hermosas.

Mariana: me tocó cambiarla si te contara

Cesar: me lo imagino

Y el par de bobos se echaron a reír, yo puse la cara malhumorada por sus comentarios

César: Sofí realmente estás hermosa, te ves muy bien así, hasta te echaría los perros.

Sofía: ja ja, no me hagas reír, más bien dime dónde va a hacer la cena  para ir organizando todo

César: va a ser en el salón Mónaco, tú sabes dónde es, empieza  más o meno dentro de 30 minutos, sé que te da tiempo de organizar todo lo que necesites

Solo me alejé, sé que no me visto muchas veces así, solo prefiero estar cómoda, entro al salón principal del hotel, dejando a mi par de amigos entenderse, al llegar me dispuse a organizar toda la iluminación, el trípode, verificar los cargadores y las memorias para que todo esté listo, daba un vistazo al salón que tiene una decoración muy lujosa con lámparas en forma de arañas en el techo eliminando todo el lugar

Álex: no puedo creer esto que veo Sofía que mamacita te ves, aunque siempre has estado bien, hoy te ves mejor que nunca, deberías seguir vistiendo así, quizás te ayude a ascender en el hotel.

Sentí su mirada de acoso y morbosa, me dio asco. En esos momentos vi  a  Mariana  acongojada.

Sofía: mmmm gracias creo, pero no necesito vestirme así para ascender  y si me disculpas.

Me dirigí donde mi mejor amiga y supe que había pasado algo, ya que se le notaba en la cara al llegar me abrazo fuerte.

Mariana: me rendí no más Sofí, estábamos hablando muy ameno cuando menos pensé una mujer de poca reputación por no decir la palabra porque ofendo a los animales al compararla, con un vestido rojo ceñido, le planto mero beso en la boca, se me fue el mundo, amiga, ya no quiero seguir, ¿Es que soy tan fea que no me da ni la hora?

Sofía: Maru deja de ser tonta que tú eres una mujer muy hermosa, él es un idiota por no darse cuenta, tú sabes cómo es César, sabes que lo quiero, pero es el hombre más mujeriego que conozco y es difícil que cambie, es mejor que dejes así, lo único que haces es sufrir yo estoy aquí para ti,  tú te mereces algo mucho mejor porque eres la mejor.

Ya después de que Mariana se calmó un poco, termine de esta lista y empezaron a llegar los invitados y yo hacer mi trabajo, estaba mirando hacia la entrada cuando aparece él, aquella aparición de  aquella noche, mejor dicho el hado, sirena, mitad dios, mitad ángel y está más guapa que en el bar esa noche, lleva un traje negro impecable y su cabello castaño bien peinado, me imagino que hasta debe de oler bien. Solo pude levantar la cámara, y que su imagen no solo quede guardada en mi cabeza, cuando miro más detenidamente está acompañada de una chica alta hermosa de cabello rubio y vestido rojo ceñido, será la chica que Mariana dijo.

SEBASTIÁN

Ya era la hora de la cena, estaba esperando a Catherine en el bar, cuando llega, nos dirigimos al salón principal, al entrar al salón veo a César, quien me entrega los documentos y saluda a Catherine, ellos se conocen también desde hace tiempos, en ese preciso momento volteo y veo a la dueña de esos ojos que se encuentran en mis pensamientos en estos  últimos días, ninguna mujer de la sala se compara con lo hermosa que se ve, en ese momento toma una foto y nuestros ojos se encuentra ¿Es la fotógrafa? O.

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