Una tarde agridulce

Pese a que las cosas que Nem le seguía contando a Kanako para hacerla perder la cordura parecían están haciendo efecto, con los pasos de los días Kanako cada vez veía menos espectros en la escuela. Lo que le permitía enfocar su atención en sus amigas y sus clases. E incluso  las apariciones de Nem comenzaron a ser menos frecuentes. Esto tenía muy contenta a Kanako.

Las chicas habían tomado por hábito reunirse durante el receso en el salón de Rika, hablando de cosas cotidianas que cualquiera pudiera esperar.

Koakuma-(comiendo un aperitivo) Y entonces Maka-chan… ¿Qué tanto dinero tienes?

Makoto- (Nerviosa) ¡¿EEE?!

Fumina- ¡Oye idiota que cosas dices!

Rika- (Nerviosa) ¿Para qué quieres saber eso Koa-chan?

Koakuma- solo tengo curiosidad, ¡si solo es que tiene dinero o de verdad es millonaria! Después de todo no siempre puedes mencionar que tienes una amiga millonaria sabes…

Fumina- ¡¿Entonces solamente te haces amiga de gente rica?! Además. Tiene montones de sirvientes, vive en una mansión, y su almuerzo parece hecho por chef de la más alta categoría. Esta perfectamente claro que tiene dinero.

Makoto- (reverenciando) lo… lo siento… (les ofrece un tajo de dinero)

Rika- ¡DETENTEEEE!

Mientras todo esto ocurre Kanako observa todo esto con una gran sonrisa en su rostro. Finalmente, tiene un día que ella puede considerar como normal. Para que enseguida suene el timbre, el receso ha terminado.

Una vez en sus salones Kanako y Makoto tienen una pequeña conversación entre clases. Makoto parece triste por algo.

Makoto- Kana-chan. ¿Está mal ser asi?

Kanako- ¿!? ¿A qué te refieres Maka-chan?

Makoto- Es solo que… El trabajo de papá suele hacer que nos mudemos frecuentemente… es por eso que trato de no hacer muchas amistades… no me gusta pensar que tendré que despedirme de nadie.

Kanako- Que graciosa… Eres igual que yo y al mismo tiempo tan diferente…

Makoto- ¡

Kanako- Por el trabajo de mis padres también solíamos mudarnos bastante. De hecho todo el preescolar me la pase mudándome. Conocí a Rika desde cuarto de escuela. Y desde entonces hemos sido amigas.

Makoto- Y no te preocupa… que algún día te tengas que ir… y dejar atrás a todos tus amigos…

Kanako- Sí. Pero tampoco es que pueda hacer algo al respecto… piénsalo Makoto. Si únicamente van a quedar recuerdos de aquellos que te importan. ¿Por qué no hacer que sean recuerdos maravillosos?

Makoto- ¡

Kanako- Quiero vivir grandes momentos con ustedes. Para que el día que nos tengamos que separar. Siempre las recuerde y me vengan todos esos momentos felices que vivimos juntas.

La mirada de Makoto se llena de brillo. Y de repente se llena de energía mientras grita

“¡GRACIAS! ¡KANAKO-CHAN!”, lo que hace una escena algo incómoda, ya que las escucharon en todo el salón. Una vez se tranquiliza un poco Makoto con una sonrisa dice que ella también quiere vivir momentos fantásticos

con sus amigas.

Una vez acabadas las clases. Rika, Makoto y Kanako de camino a casa.

Rika- ¿Se enteraron del accidente, chicas? Hubo un tiroteo a las afueras del pueblo.

Makoto- ¿¡Un tiroteo!? Que miedo.

Kanako- Eso sí que no me lo esperaba.

Rika- Nunca había ocurrido algo así antes.

Rika- Y también que la directora no es directora, sino sub-directora!

Kanako/Makoto- ¡¿Qué?!

Rika- Escuché a la directora hablando con una profesora sobre los cambios que hará el director la próxima semana. Así que lo más lógico es que solo la tengamos hasta la próxima semana.

Una vez llegando a la casa de Rika encuentran a su padre hablando por teléfono en la calle. Parece bastante contento y les hace señas a las chicas para que se apresuren. Una vez están más cerca este le dice a Kanako que es Ignacio y le cede el teléfono. Para enseguida llevarse a Rika a dentro dándole algo de privacidad a Kanako.

Kanako- ¡Papá! ¡Cómo has estado!

Ignacio- Tu madre y yo hemos estado con montañas y montañas de trabajo, pequeña.  Pero nada que no podamos solucionar. ¿Y como van las cosas por allá?  ¿Ya hiciste nuevas amigas?

Kanako- Todo va de maravilla! He, he, he, en nada más una semana ya hice 3 nuevas amigas. Son geniales.

Ignacio- Ya hablé con Esteban, mencionó que te levantaste tarde en tu primer día. ¿No te habrás quedado despierta viendo esas revistas que tanto escondes cierto?

Kanako- ¿¡PAPÁA!? ¿¡Desde cuando!?

Ignacio- ja, ja, ja no le puedes esconder nada a tus padres pequeña.

Pero está bien. Solo quería avisarte que estamos haciendo lo posible para acabar rápido y regresar, ¿está bien?

Kanako- Si papá, ya me acostumbre a oír siempre lo mismo.

Ignacio- Tu mamá y yo te queremos, pequeña. Si algo vas a recordar sólo una cosa en toda tu vida que sea eso. Ya me tengo que ir cariño. Cuídate.

Kanako- ¡Papá!... Crees que puedan regresar… ¿Al menos para el año nuevo?

Ignacio- …

Kanako- ¡Papá!

Ignacio- Te lo prometo. Pequeña.

¡Te quiero, recuerda que puedes confiar en el tío Esteban para cualquier cosa! Chao!, *cuelga*

Tan pronto termina la llamada, la señora Reedwood la invita a comer.

Una vez adentro en la mesa la señora Reedwood les pregunta como estuvo su día. A lo que las chicas responden que bien. Kanako agrego que cada vez hay menos fantasmas. El señor y señora Reedwood ríen un poco mientras Rika le dice bromeando que también hay menos alienígenas.

Kanako le ha contado tanto a sus padres como a los de Rika que puede ver fantasmas. Sin embargo, nadie le cree. Ni siquiera Rika, quien frecuentemente trata de desviar la conversación cada vez que Kanako trata sobre un tema paranormal, ya que esto les ha dado una mala impresión en el pueblo.

Una vez terminaron de comer y Kanako a punto de marcharse les comenta que quiere realizar una pijamada en casa de Makoto, a lo que los padres de Rika y esta misma quedan encantados con la idea.

Mientras todo esto ocurría, en las calles de la ciudad un par de oficiales  en su vehículo analizan el caso que ocurrió hace varias horas.

???-Oye! Kizoku! (Le tira un poco de café en la cara)

???-AArrg! ¡Que diablos te pasa Sakurai!

Sakurai-*bromeando* Estás completamente concentrado en ese estúpido periódico. Si no me prestas atención me voy a poner celoso

Kizoku- No es estúpido. Y es solo que estaba pensando en el tiroteo.

Sakurai- Es cierto, tú estuviste ahí cierto? Bueno, te toco ir a ver.

Kizoku- Sí. 4 hombres fueron asesinados en un tiroteo a un costado del pueblo Otoño. Sin embargo, hay algo que no me acaba de cuadrar.

Sakurai- Y que no le acaba de cuadrar a este superpoli ¿he?

Kizoku- La cantidad de disparos no correspondía a la de casquillos encontrados.

Además de que el calibre de los disparos en sus cuerpos no es de ninguna arma que ellos traían

Sakurai- Y eso que significa?

Kizoku- No lo sé… es como si se hubieran tomado la molestia de recoger uno por uno  los casquillos que usaron. Por muy rebuscado que parezca. Además de que los tipos que murieron no tenían ningún tipo de identificación. Absolutamente nada. Solo sus ropas y armados hasta los dientes.

Sakurai- A mí lo único que no me cuadra… son mis cuentas a fin de mes…

Todo esto ocurre mientras. Detrás de un árbol entre los bosques se asoma una chica de cabello platinado. Visiblemente herida, que se detiene a observar un pequeño pueblo a la lejanía. el pueblo Otoño.

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