Capítulo 5

Sentir que estaba chorreando mucho líquido, lo deseaba era algo más allá de la carne yo sentía que debíamos ser uno solo. Así que solo me deje llevar por sus besos y sus caricias. Que cada vez se hacían más intensas tomo mis senos y pasó su lengua por ellos chupandolos con suavidad. Nos tiramos en la cama y el se quitó lo que le faltaba de ropa estaba totalmente desnudo y yo igual.

Se introdujo dentro de mi muy despacio y sentí que algo se rompió dentro de mi me dijo no te preocupes no dolerá. Estuvimos así durante horas cada vez era más delicioso estábamos disfrutando de hacer el amor justo cuando escucho un ruido.

Era mi madre estaba por entrar a mi cuarto yo con la mayor rapidez agarre toda la ropa y zapatos de él las arroje debajo de la cama , le dije a él que se escondiera allí.

Yo me puse una pijama con mucha velocidad y oculte las sábanas que estaban llenas de fluidos y sangre.

Estaba tan asustada mi madre podía descubrirme en cualquier momento y se formaría el problema de mi vida quizás hasta me echaría de casa si se enteraba de lo que había echo no solamente la había desobedecido sino que había perdido mi virginidad en mi propia casa.

En plena madrugada espere a que mi madre estuviese dormida me levanté de la cama tratando de hacer el menor ruido posible.

Mi corazón latía a 300 km por hora, me metí un poco bajo la cama y allí estaba él pobre muriéndose de frío y de miedo. Le hice señas de que saliera y agarre todas sus cosas y lo saque así desnudo con su ropa y zapatos a la calle.

Que gran aventura!! Al día siguiente sentía el fuego recorrer todo mi ser eran horas del medio día,, aproveche que nadie estaba viendo y lo metí de nuevo a.mi habitación. Le eche llave y nuevamente le dimos rienda suelta a nuestro amor, era como si nos quisiéramos quitar la piel lo hacíamos de pie, en el piso, en el baño era toda una locura no podíamos parar parecíamos conejos uno encima del otro, ya no podía parar de hacerlo cada vez que tenía oportunidad así que le dije que se mudará a.mi habitación que si venía alguien yo lo ocultaria, así hicimos Al amanecer nos besábamos y nuestros cuerpos se devoraban, al medio día nos pasaba lo mismo así que lo hacíamos y en la noche antes de irnos a dormir. No había momento ni lugar para hacer el amor todo era un desenfreno de caricias y besos de el calor que sentían nuestros cuerpos y no podíamos parar de estar desnudos sintiéndonos y amándonos solo tocábamos nuestros labios por un momento y a los pocos minutos ya estábamos por desahacernos de la ropa. Estando en la calle el me tocaba y yo lo tocaba nos provocabamos el uno al otro sin pensar solo nos salía naturalmente.