SUS OJOS, MI PERDICIÓN

La tarde transcurrió tranquila en la oficina.

Mientras, Alex llegó a casa de su amiga y entre bromas y risas tuvieron un momento muy agradable, hacia días que no se veían porque Alex estaba muy ocupada con su trabajo, así que fue un buen momento para ponerse al día con los chismes típicos entre amigas...

Cris_ Ya platícame, como es tu jefe?

Alex_ No!!! Te conozco y se por dónde vas...

Cris_ Pero porque dices eso? Solo es una pregunta, me gustaría que lo describieras que me dijeras como se porta contigo... Que tiene eso de malo?

Alex_ Que tiene de malo?... pues que conozco tus trampas... Seguramente quieres saber si me gusta...

Cris_ Y a caso no me lo dirías? Ya no me tienes confianza?...

Alex_ No digas eso Cris... Sabes que eres la única persona en la que confío, y la única a la que jamás podría engañar...

Realmente te mentiría si dijera que no me gusta, por el contrario... Es un hombre muy guapo, muy interesante muy cordial... Pero me desconcierta tanto!!!

Cris_ Porque?

Alex_ Porque mientras en los negocios es rudo y difícil, en la oficina muchas veces es grosero y arrogante con las personas más cercanas en el trabajo a veces hasta es indiferente... Pero conmigo es tan... amable... nunca me levanta la voz, me trata con respeto y hasta he sentido dulzura en su tono... No sé...es como si fuese otra persona cuando estamos a solas dentro de la oficina...

Cris_ Amiga le gustas!!!

Alex_ No lo creo Cris... Si vieras las mujeres tan hermosas que llegan a buscarlo, usan ropa tan fina y bonita, siempre han sido mujeres muy bien arregladas... Nada que ver conmigo... Yo siempre en uniforme, con maquillaje tan simple, sin todo ese desenvolvimiento que ellas tienen... Cómo piensas que podría fijarse en mi?

Cris_ No te menosprecies Alex!!! Eso sí que no lo soporto!!! Tu eres una mujer muy bonita y muy inteligente, y si no usas ropa fina, es por lo mal que te ha tratado la vida... Porque si tus padres vivieran, no tendrías necesidad de ser asistente de ese hombre!!!

Alex_ Pero las cosas son así, y por eso no puedo pensar en mi jefe como otra cosa que no sea eso... Solo mi jefe...

Además tampoco me gustaría ilusionarme con un hombre que tiene la fama de Don Juan que tiene el, muchas de las asistentes anteriores cometieron ese error y les costó la salida de la empresa, ese es un lujo que yo no puedo darme...

Cris_ Entiendo... solo déjame hacerte dos preguntas... ok?

--Alex asintió con la cabeza--

Cris_ Primero: Tu jefe... Cuando van esas mujeres a buscarlo, como se comporta con ellas y contigo? Cambia su actitud hacia ti cuando está con alguna de esas modelitos?

Alex_ No, de hecho en este tiempo que llevo a su lado, cuando alguna de esas chicas pasa a saludarlo, el no permite que entren a su oficina, las saluda de lejos con alguna mueca en la cara, y cuando son insistentes, ha llegado a ser grosero con ellas...

Eso me extraña, pues otras empleadas dicen que nunca se le resistió a ninguna mujer... que en la oficina siempre había alguna modelo "haciéndole compañía"...

Cris_ Ok...

Segundo: A ti te gusta tu jefe?

Ya se que no puedes darte el gusto de ser su diversión por un rato bla, bla, bla... Entiendo todo lo que me dijiste... pero quiero que seas honesta contigo misma... El te gusta???

Alex_ Sería imposible que no me gustará... Es un hombre muy atractivo, tiene unos labios tan apetecibles... pero sobre todo, esa mirada... Dios!!! Cuando me mira de esa forma, cuando me reflejo en lo profundo de sus ojos, siento que me derrito por dentro...

Vez, me hiciste hablar de más!!!

Sueltan la carcajada al mismo tiempo y ponen puntos suspensivos a esta plática, Cris sabe perfectamente que en algún momento resurgirá, así como también queda segura de que Alex está sintiendo algo más que atracción por Diego, y que a él, ella no le es indiferente...

Encuentran la ropa que Cris le prestará para la cena en casa de Diego, No es ropa de diseñador ni muy costosa, pero Alex queda satisfecha, pues al menos no llevará su uniforme o sus viejos jeans desgastados... Toma la bolsa de ropa y se despide de su amiga...

Va un poco tarde a casa, aún tiene que darse un baño y alistarse para el evento, aunque en el fondo, no entiende para que la necesita Diego esa noche... Ella ayudo a preparar la fiesta y a enviar las tarjetas a los asistentes, entre los invitados no hay ninguno con el que se estén cerrando negocios...

En fin... quizá solo quiere que ella esté pendiente por si algo se le ofrece...

Llega a casa y lo primero que encuentra es a un hombre tocando la puerta con un paquete en las manos...

Alex_ Buenas tardes... A quien busca?

Vendedor_ A la señorita Alexandra Meléndez, traigo este paquete para ella...

Alex_ Para mí? -- pregunta sorprendida-- Quien lo envia?

Vendedor_ No lo sé señorita, pero dentro viene una tarjeta... podría firmar aquí por favor -- entrega una nota, y se despide.

Alex, sorprendida toma el paquete, abre la puerta y entra a casa con la curiosidad de saber que le han enviado y sobretodo quien se lo ha enviado...

Pero antes de poder abrir el paquete, Gerardo se le acerca con mirada de lujuria y empieza con su habitual acoso.

Gerardo_ Haber muñequita, que traes en esa caja?

Alex_ No es de tu incumbencia!!!

Gerardo_ Pero que grosera muñequita... jajaja... Te ayudo haber dame...

Alex_ Deja, no necesito tu ayuda...

En eso aparece Yolanda gritando como una loca...

Yolanda_ Eres una grosera Alexandra, mi niño solo quiere ser amable contigo, pero tú no lo permites... Pelada!!!

Alex_ No necesito que me ayude tía, el paquete no es pesado... permiso, tengo prisa...

Yolanda_ Primero dime que llevas en esa caja y porque tanto recelo con ella... -- intenta arrebatarle el paquete --

Alex_ No se que hay dentro de ella, y tampoco tengo porque dar explicaciones, es asunto mío!!!

Yolanda le acomoda tremenda bofetada a Alex por la contestación recibida...

Alex voltea su cara con lágrimas temblando en sus ojos... Sin decir nada más, sube corriendo a su cuarto y se sienta a la orilla de la cama llena de coraje...

Después de un momento, piensa en abrir aquel paquete que le ha causado tan grande problema...

Al abrirlo, sus ojos se iluminaron como pocas veces, estaba viendo el más hermoso vestido que pudiera imaginar, junto a ellos unos zapatos de la marca que más anhelaba y un fino bolso para hacer juego con tan delicado atuendo... por encima de ellos una tarjeta con el nombre de su jefe... Al leerla sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas...

"Espero que sea de tu agrado y no te ofenda mi regalo... Quiero que está noche luzcas tu belleza y que sea de mi brazo... nos vemos más tarde... Diego Márquez"

Estaba tan llena de sentimientos, no sabía cómo debía reaccionar, si devolver tan caro obsequio o agradecer el detalle que había tenido su jefe...

Después pensó que quizá no quería que la gente se burlara de el por llevar a ese evento a una mujer que vestía de manera tan sencilla...

Mil ideas cruzaron por su mente, por lo que decidió que si era por cuidar la imagen de su jefe, lo mejor sería usar aquel atuendo y no hacerlo deslucir ante su familia y amistades...

Entro a la ducha, disfruto un relajante baño y salió dispuesta a mostrar a su jefe que no se había equivocado al invitarla a tan importante evento...

Se puso aquel vestido que le quedó como hecho a la medida, era tan fino y delicado, de escote muy discreto al frente, pero con una abertura en un costado, con la cual se podía mirar que las piernas tan bien formadas lucian unos tacones exclusivos y elegantes... A la espalda el escote era pronunciado y dejaba mirar un coqueto lunar justo a la mitad de ella...

Esta vez utilizo un maquillaje más acentuado, haciendo lucir de una manera espectacular sus bellos ojos, un labial en tono rojo y coloco unos pendientes de plata que encontró en alguna caja...

Para verse un poco diferente a lo cotidiano, decidió dejar suelto su cabello y permitir que sus rizos cubrieran un poco el escote de la espalda, pues sentía algo de pena al mostrar parte de su cuerpo...

Dieron las siete, sonó su celular, al otro lado del teléfono, Diego advertía de su llegada...

La hora de saber si había hecho bien con el cambio en su apariencia, había llegado...

Tomo el bolso que la acompañaría esta noche, bajo hasta la puerta, respiro profundo y por fin se animó a salir...

Los ojos de Diego, reflejaron el encanto que sintió a mirar la belleza de aquella mujer que lo tenía cautivado...

Fue tan grato el asombro, que no supo que decir en ese momento, quedó paralizado sin pronunciar palabra, parecía un tonto mirando solamente, sin saber que hacer o decir...

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