Fabián y su mundo.

Fábian:

Otro día más para vivir otra vez la misma rutina, ya no soporto estar en estás 4 paredes, voltearme y ver el bulto en que se ha convertido Amanda para mí. Ni mis hijos me importan ya no son los bebitos que dependían de nosotros para todo.

El mayor ya va a salir de la secundaria a la universidad y dentro de poco pasará igual con los otros dos aunque Eduardo ya trabaja medio tiempo después de clases ya ni me pide su mesada. Sabe administrarse muy bien.

Ya estoy listo voy al trabajo ese trabajo que estoy por años dentro de la constructora Alianza como ingeniero civil subiendo y bajando supervisando que todo vaya conforme a los planos. No me quejo me pagan bien y llevo un estatus de vida bueno aunque no soy feliz no tengo motivación ni ganas de seguir con esta farsa de vida que llevo aparte tengo mi propio negocio; un taller mecánico.

Siempre recordando aquel fatídico domingo que iba feliz con mi madre y mi hermana pequeña al matrimonio de mi primo Carlos; nos envistio una camioneta que iba a gran velocidad no pude controlar el auto y nos fuimos por ese barranco salí como un cohete por la puerta que se abrió; el auto al llegar al fondo explotó con mi madre y mi hermana adentro desde ese momento se me fue la vida con ellas.

Amanda es buena mujer muy servicial y cortes pero no llena ese vacío que dejaron mi madre y mi hermana pequeña que solo tenía 15 años comenzaba a vivir, ya no hay marcha atrás hay que seguir. Llegué al colegio deje a mis hijos luego me dirijo al trabajo que queda cerca de aquí en 5 minutos estoy parado en mi puesto de estacionamiento hay un gran alboroto en el edificio de la constructora,

- Qué pasa Angélica? le pregunto a la recepcionista.

- Hay señor Fabián acaba de fallecer el señor Manuel Estrada el dueño y ahora dicen que la empresa será dirigida por su único hijo.

- Muuuu y no sabes su nombre?

- No nadie sabe nada de el

A mi lado está el nuevo arquitecto de la constructora Raúl Narváez un buen profesional y amigo que por cierto estuvo en casa la otra noche viendo el final de basket.

- Hola, que alboroto es este?

- Hay señor Raúl el Señor Estrada murió.

- Así de repente si apenas ayer hablé con el sobre los nuevos proyectos de las torres del centro de la ciudad.

- Si pero por lo que me informaron fue un infarto fulminante no llego a la clínica.

- Que lastima era un buen hombre, ahora quien tomara el mando de la constructora?

- No lo sé a ciência cierta pero por lo que dicen el Señor Manuel tiene un hijo fuera del matrimonio o adoptado algo asi y es el que va a tomar el mando de la constructora

- Ha si que aparezca rápido porque la empresa no puede parar hay muchos proyectos comenzados y otros por comenzar.

- Vamos Fabián para darte el plano del centro comercial del monte.

- Ok vamos

Entramos al ascensor ví a Raúl bastante preocupado después de la fatídica noticia.

- Te pasa algo amigo, en que te puedo ayudar?

- No en nada pequeños problemas que tengo que resolver en casa.

- Ha seguro una esposa exigente o niños malcriados que quieren algún capricho.

- Porque lo dices? Amanda no veo que te exija más bien tu eres el que abusa de ella exigiéndole esos fines de semana de hombres.

- No te metas dónde no te llaman, ella está allí porque quiere no por exigirle nada.

- Muuuu bueno dejemos esto hasta aquí antes de subirnos de tono, veo que no estás cómodo con la conversación.

Entramos a su oficina muy moderna con pocos muebles pero muy bien decorada.

- Aquí están los planos que te decía y la carpeta con los permisos ya firmados solo tienes que ejecutar esa inserción en la tubería de aguas negras y blancas.

- Ok, oye una pregunta eres casado?.

- No viudo, mi esposa murió de cáncer hace 3 años fue muy doloroso para mí; la amaba.

- Lo siento. Y no haz pensado en volverte a enamorar y casarte.

- No, me gusta como estoy, busco alguna aventura la paso bien, luego chao, no quiero compromisos por ahora.

- Ok, voy a ejecutar esto porque estamos bien atrasados con esa obra

Salí rápidamente de allí sintiendo vergüenza como fui tan atrevido de indagar en la vida de Raúl. Yo que también cargo ese eterno duelo en mi corazón.

Salgo de ascensor y me dirijo al estacionamiento a tomar mi auto y dirigirme a la obra dando un profundo suspiro y recordando lo que me había dicho Raúl sobre su esposa y no sé porque pensé en Amanda y si algún día me faltará, me incomodo esa conversación diría que me movió el piso. Fueron pocas palabras pero grandes reacciones.

Llegué a la obra y fui al trailer desarrolle los planos y llame a José mi maestro de obras para darle las indicaciones pertinentes de lo que se iba hacer Gino, un joven italiano comprendió mis indicaciones mientras José estaba en el limbo.

A trabajar dije y subí las escaleras para ver cómo iban las paredes y el cableado en los pisos de arriba.

Cuando llegó al piso 10 siento el viento y veo la ciudad con sus convulsionadas calles y su ruido pero era hermosa la vista pero las palabras de Raúl sobre su esposa volvían una y otra vez junto con el fatídico recuerdo de ese día en dónde perdí a mis dos grandes amores; mi madre y mi hermana.

Sacudí la cabeza para no pensar más llegué al sitio donde tenía que inspeccionar el cableado y Víctor me pregunta:

- Que te pasa amigo estás distraído?

- No nada hay palabras que se instalan en la mente y no nos dejan en paz.

- Ha eso con una buena fría desaparece.

- Si, yo invito al salir nos vemos en el bar de Joe

- De acuerdo.

- Pase el día muy ocupado y llegó la hora de salida y no me sentía con muy buen ánimo de tomar una cerveza.

- He Fabián no vas al bar? Me pregunta Victor

- No, no me siento bien creo que es mejor que vaya a casa, nos vemos mañana.

- Ok, Adiós

Y los chicos se fueron al bar y otros a sus casas a descansar y yo que hago??

no quiero llegar a casa pero tampoco a beber en el bar hasta caer de borracho.