Reencuentros

Diego me ayudó a regresar después del incidente con esos sujetos, pero me llamo la atención que apareciera justo en el momento oportuno.

- ¿Cómo es que apareciste en el minuto más exacto?_pregunté

- La verdad es que como saliste con tanta prisa, pagaste y olvidaste tú tarjeta_ sonrió

- Oh, mi cabeza. Supongo que lo de Vero me distrajo de todo_ me tomé la cabeza

- Es cierto, ibas directo a esos tipos. Que bueno que ese descuido me permitiera ayudarte_ mencionó

Te puedo llevar a tú casa, me sentiré más tranquilo en mi conciencia. Conducía su BMB con calma y estaba muy concentrado en él camino, no parecía que viniera a su lado, sonríe para mis adentros de cuántas veces algún chico intento propasarse conmigo al llevarme a casa. Me di cuenta que hay hombres desentes, y me sentí tranquila por primera vez, suspiré con alegría.

- ¿Te sientes bien?_ preguntó

- Sí, perdón es que me alegro mucho que me ayudarás hace un momento, pensaba en ello y lo extraño en que resultó todo_ dije sonriendo.

- Es cierto, nos vimos en la barra, luego te comenté lo de tú amiga y te pedí que fingiera conocerme. jajajaja es gracioso en verdad_ se rió

Sin embargo fue tú amiga la que se acercó y me pidió como favor que te avisará que tuvo una emergencia_ enarqueo una ceja y me miró por un momento.

Comprendí entonces lo que intento hacer Verónica, abrí mis ojos, y yo que estaba preocupada en verdad, me cubrí la cara con vergüenza y la odie por un momento.

- Disculpa recién comienzo a entender lo que intentaba mi amiga, no me había dado cuenta de ello.

- No te preocupes, la verdad es que al entrar si tenía pensado hablarte. Te vi sentada en la barra y no sabía cómo acercarme porque no estabas sola.

Luego tú amiga me pidió ese favor y yo pensé que era mi oportunidad, pero cuando apareciste, me di cuenta que solo buscabas a tu amiga y que no querías hacer charla con nadie más_ sonrió

Me sonroje por sus palabras pero a la vez no pude evitar reírme porque lo hizo sonar muy gracioso.

Conversamos un rato mientras me dejaba en mi departamento, supe que trabajaba como abogado en un edificio del centro y que tiene una hermana que es Jefa de un área administrativa en un colegio, le comenté de que recién me aceptaron en uno y sorprendida me di cuenta que es el mismo establecimiento al que voy él que trabaja ella. Le pregunté cómo se llama para conocerla bien.

- Su nombre es Diana Shnaider tiene 27 años, rubia igual que yo, es linda pero no para tanto_ río

Luego recordé a aquella chica bella que iba con Alex ese día de la entrevista, debe ser mucha coincidencia pensé, pero para verificar quise preguntarle a Diego:

- ¿Y tú hermana sale con alguien? porque debe ser muy linda.

- No, que yo sepa. Pero recuerdo que mencionó que conoció aún chico que según ella era más guapo que yo. _ me miró coqueto

Todo parece indicar que es la misma persona que ví ese día al lado de Alex, solo espero que eso haya sido un asunto aislado y que no tendremos que volver a vernos. Al fin habíamos llegado a mi departamento, le agradecí el gesto a Diego y el me sostuvo la mano y me tiró hacia él.

- Te acabó de salvar, debería darme un beso en vez de agradecer con la mano_ dijo con picardía.

Lo tenía muy cerca pero yo no soy de esas chicas que se arrojan a la primera en los brazos de un hombre guapo. Le di un beso entre la mejilla y los labios y le guiñe un ojo.

- Es la primera vez que nos conocimos, prefiero dejar el suspenso por si nos volvemos a ver_ le sonríe coqueta.

Baje del auto y antes de que él se fuera, bajo el vidrio

- Te aseguro que no será la última vez que nos veamos cariño.

Se alejo antes de que pudiera decirle lo contrario pero que caso tendría. Además sujetos como él que seguramente son buenos y tienen otra realidad de vida deben de lloverle un montón de chicas hermosas ansiosas de atención. Saque de mi mente aquel casi beso que le dí, y me sorprendí de que me halla atrevido a hacer tan directa con alguien que apenas conocía.

Me dormí casi de inmediato y llegué a soñar con Diego y de que si volvería algún día a toparnos. Al día siguiente descanse y me quedé en pijama hasta el medio día. Cerca del almuerzo siento que tocan la puerta, y quién entra la traidora de Verónica.

- Porque no me abrías_ reclama

- ¿¡Te parece poco haverne dejado sola anoche y que me preocupara por ti!?, por poco y me meto en problemas_ le reclamo

- ¿¡Que te paso!?_ dice preocupada

- Ah ya no importa, gracias a Diego no sucedió nada_ mencioné

- ¿Así que resultó que él hombre guapo de la barra te ayudo?_ dijo alegre

- Bueno, fuiste tú quien le dejo el recado de que tenías una emergencia no?_ levanté mi ceja

Me abrazo con cariño y me pidió perdón por lo que había hecho, que hizo eso porque no le gustaba verme sola y que siguiera con la sombra de Alex por siempre. Me animo a que no perdiera el contacto con chico guapo de la barra y que ya tenía su número y su nombre. Debía aprovechar eso y volver a verlo algún día.

Le dije que sujetos así no son de los que mantienen relaciones estables o serías, más aún teniendo a tanta chica linda que van tras ellos. Era mejor que me preocupara por mi trabajo ya que mañana empezaba. Con Vero estuvimos conversando y riendo hasta la tarde, después ordene mis cosas, y Vi un rato de tele hasta la hora de dormir.

Al día siguiente llegué puntual a mi primer día, saludé a los docentes, la directora, otros profesionales del área y finalmente a los niños del establecimiento. En mi sala de trabajo comencé a observar las fichas de algunos alumnos. Armar actividades con las cuales poder ayudarlos, y me tomó tanto tiempo que no me di cuenta de la hora que era. Comencé a sentir hambre y tocaron a mi puerta.

- Si?! Adelante

- Permiso, Hola Samantha, tú no debes conocerme aún, soy Diana_ se presentó

Me quedé un momento perpleja y después reaccioné.

- Hola Diana, soy Samantha, mucho gusto_ dije extendiendo la mano

- Eres muy linda, con razón Diego me habló de tí_ sonrió

Diana era muy hermosa, tenían un parecido con Diego, su cabello rubio, su piel, su nariz. Sus ojos eran diferentes los de Diana eran color verde oscuro.

Me invitó a que fuera almorzar con ella y que nos conociéramos más. Me pareció una chica muy agradable y amable, me sorprendió que fuera tan sencilla a pesar de que se ve que es de una familia adinerada. Me contaba lo difícil que fue para sus padres aceptar que ella no sería abogada o doctora como los eran todos en su familia. Estaba riendo con sus detalles y las expresiones que ellos pusieron cuando sentí a alguien a mi espalda.

-¡Alex! ven siéntate aquí_ dijo Diana

Yo no sabía que hacer estaba como bloqueada en ese momento, ví como se acomodada en la silla y quedaba pálido a verme.

- Alex, te presento a Samantha, ella acaba de llegar y este es su primer día de trabajo. Está en la sala de actividades de rehabilitación.

De todos los encuentros que deben haber en la vida este es él peor pensaba.

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