5

Más tarde esa noche, Nerd se sentó en el sofá, hojeando canales para ver algo. Nada le atraía, y por el rabillo del ojo, observaba a Hannah.

Había regresado de la terapia un poco diferente. Amy no parecía demasiado preocupada, y nadie más había notado la forma en la que Hannah estaba inquieta, pareciendo nerviosa.

—¿Ha pasado algo hoy? —preguntó mirando hacia Amy. Joker estaba haciendo un trabajo para Zeke y cuando estaba fuera, Amy siempre se quedaba en el club.

—No. Todo estuvo bien. Vio a Jamie y cuando salió, parecía feliz, ¿por qué?

Los dos estaban susurrando, así que Hannah no se dio cuenta de que estaban hablando de ella.

—No lo sé. Parece más tranquila de lo normal.

—Los terapeutas ofrecen consejos y a veces dan instrucciones sobre dónde enfocar tu energía. Puede que se esté concentrando en lo que Jamie le haya pedido. ¿Podrías preguntárselo? —Amy le sonrió—. Es bueno que te importe.

—Por supuesto que me importa.

—Es un poco más que eso. Ella realmente te importa. Me recuerdas un poco a Joker. Estaba muy nervioso y era muy posesivo conmigo. Hasta hoy en día no le gusta que yo vaya a terapia, pero ve que lo necesito. Me ha ayudado a ser una mujer mejor para él.

—Eres una buena mujer en tu corazón, Amy. Todo lo que has hecho es aprender a ser paciente con ese burro de esposo tuyo.

Amy se rió entre dientes.

—Voy a decírselo.

—Espero que lo hagas. —Él le guiñó un ojo y continuó hojeando los canales, decidiéndose por una película de terror que era jodidamente patética. Cuando los anuncio empezaron a reproducirse a los veinte minutos, se fue para tomar una cerveza y pasó por la mesa de Hannah.

Nerd se detuvo, y Hannah alzó la vista—. Hola.

—Hola.

—¿Cómo estuvo la escuela hoy?

—Lenta, un poco aburrida. Tengo varias tareas que tengo que completar, lo que apesta, pero no tengo nada más que hacer el resto del fin de semana. ¿Y qué hay de ti?

—Yo no fui a la escuela hoy, cariño.

Ella se rió entre dientes.

—No, me refiero a lo que tienes planeado para el resto del fin de semana.

—Tengo que hacer unos recados, probablemente quedarme en el club, hacer algo de DIY. A este lugar le vendría bien una mano de pintura fresca. —Miró alrededor de la casa del club y vio que la pintura se estaba desprendiendo de las paredes.

Normalmente los chicos se tomaban un largo fin de semana para limpiar el lugar, pero habían estado holgazaneando con su mierda últimamente. Con el calor que hacía fuera, era el momento perfecto para hacer el trabajo.

—Eso suena divertido.

—Vuelve a tu trabajo. —Él golpeó la mesa y se dirigió hacia el sofá.

Bebiendo su cerveza, vio la película de terror y luego la siguiente. Varios de los chicos del club se movieron a su alrededor, algunos se quedaron unos minutos. Skulls fue el que más tiempo se quedó, charlando sobre los efectos especiales y esa mierda.

—¿Cómo puedes ver esto? —preguntó Skulls.

—Sólo eres un gran maricón. No puedes soportar estar asustado.

Skulls agitó su cabeza.

Hannah seguía trabajando en la tarea que tenía en marcha.

—Sabes que ella sigue mirándote. Creo que quiere hablar.

—¿Por qué no te vas a la mierda y le das el espacio para poder hablar?

—De acuerdo, de acuerdo, está bien. —Skulls negó con la cabeza y se fue. Hannah permaneció en su asiento, sin moverse, y Nerd bebió su cerveza, esperando.

Era un tipo paciente, y con gusto esperaría a que ella estuviera lista. Había una escena particularmente caliente de una pareja follando en la pantalla, y Nerd no podía evitar preguntarse si ella estaba excitada por lo que veía. No esperaba nada de ella. Ella seguía lidiando con sus problemas, pero eso no significaba que no pudiera tener deseos.

—He acabado —dijo Hannah.

Alzando la vista, vio que sus mejillas estaban muy sonrojadas y que ella estaba sonriendo.

—Genial, ¿quieres quedarte, relajarte y ver una película?

—Claro, de acuerdo.

Se sentó a su lado, y Nerd notó que estaba sentada muy cerca de él. Normalmente, había al menos la distancia de otra persona entre ellos. Esta vez, ella estaba muy cerca, su cuerpo rozando un lado de él. Para ponerse cómodo, Nerd no tuvo más remedio que poner su brazo sobre el respaldo del sofá.

—Tuve un buen día en terapia hoy.

—Eso es bueno.

—Ella no me permite alejarme de los desafíos.

—¿Te lanza desafíos?

—Como tarea. Me hace una sugerencia de lo que cree que podría ayudarme a progresar y, si lo hago, debo contarle todo sobre eso, cómo me sentí y cosas así.

—De acuerdo. —Nerd frunció el ceño. Esto era lo máximo que ella había hablado de su terapia—. ¿Qué clase de desafíos te ha dado?

—El primero fue hablar con Deanna y encontrar fuerzas para hablar con las mujeres. Nada grande, sólo pequeñas cosas, preguntando cómo estaban o simplemente decir hola.

—¿Ayudó?

—Sí. Amy parecía entender lo que yo estaba haciendo, y ha sido de gran ayuda. Pero —le miró—, no sé. Me siento rara hablando con ella, para ser honesta. Siento que algo me impide abrirme a ella.

Nerd se tensó, no le gustaba como sonaba eso.

—¿Es difícil hablar conmigo?

—No. Encuentro que cuando se trata de ti, puedo hablar contigo y no tengo esos ataques locos. Eres el único con el que puedo hablar. Se lo conté a Jamie y dijo que era porque tú me salvaste. Me haces sentir segura, y me aconsejó que si me siento así, entonces debo tratar de buscarte para que me ayudes a lidiar con el ataque de pánico que esté teniendo. Es un cumplido. Al menos, espero que sea un cumplido. No quiero molestarte.

Nerd sonrió.

—No me estás molestando. Lejos de eso. Si necesitas que te haga sentir segura, estoy feliz de estar aquí para ayudarte a sentirte así. —La agarró del hombro, dándole un suave apretón, ofreciéndole seguridad—. ¿Cuál es tu desafío ahora? —le preguntó.

—Es sobre ti —le dijo.

—¿Lo es? Guau, ¿de qué se trata?

Hannah se volvió hacia él, y notó que su rostro era de un rojo intenso. ¿Estaba avergonzada? ¿Molesta? No estaba seguro de lo que estaba pasando, solo que no le gustaba la idea de que ella no se sintiera nada menos segura.

—Es algo importante, y no sé qué decir o qué hacer.

—Hannah, esa terapeuta no puede obligarte a hacer lo que no quieres hacer.

—Pero yo sí lo hago. Quiero hacer esto. —Ella se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra los de él.

¿Qué coño estaba haciendo la terapeuta?

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