Sucesos extraños

Me llamo Alicia y como suele pasarme las pesadillas me despiertan y no pueod volver a dormir.

Como siempre me pasa me lleva unos momentos calmarme y calmar mi respiración. Salgo de la cama y voy a la cocina en busca de agua.

Puedo escuchar el sonido de las olas del mar y la melodia de las madrugadas.

Nuevamente en mi cabeza desfulan las imágenes de tropas griegas. No veo los cuerpos completos solo las sandalias polvorientas de pies masculinos.

De desgastantes ejercicios con rutinas de espadas y escudos , noches a la imtemperie.

Sé que en algun lugar de este infiniro universo Arias mi conpañero , amigo y amante debe estar.

Tengo más de treinta años y cargo con un divorcio. No tengo hijos solo un perro llamado Romeo que una vez hace unos años llego a mi tienda y nunca más se fue.

Carlos y yo nos conocimos en una fiesta y pensé que había encontrado al indicado pero la rutina y las peleas por sus celos terminaron agotándome.

No era un mal hombre pero no era el hombre para mí de eso han pasado ya cuatro años y todos en mi familia temen envejezca sola. No puedo decirles que estoy esperando a Arias pero tampoco se como luce , su edad, su sexo.

Como ya no pude volver a dormir ordené la casa lo mejor que puede y luego me preparé para atender mi tienda.

Vivo solo a unos minutos del pueblo así que monto la bicicleta tomo mi bolso las gafas y el sombrero .

Mi tienda ofrece artesanías y elementos de bazaar a visitantes y propios.

Una extraña anciana llega hoy. No es la primera vez que la veo pero sí es su primera visita a mi tienda.

Su vestimenta es extraña y colorida, me hace pensar en gitanas.Lleva una falda amplia con colores muy bonitos y una blusa también colorida. La observo mientras camina recorriendo las estanterias hasta que una pequeña estatuilla de un ángel llama su atención.

- Oh por Dios es ¡ tan bonito! Par3ce un ángel real.

Sus palabras son ambles y su tono es suave al igual que su voz.

- Sí , lo es .- Respondo amablemente. Entonces mi mira con unos hermosos ojos café. Por unos segundos solo me mira.

- Querida...- dice al fin- porqué luces tan triste. Una mujer tan bella como tú no debería tener tristeza en los ojos.

- Oh , lo siento pero yo no...

- Todo llega a su debido tiempo. - Ella me interrumpe.- pero regresaré en unos días y veré que puedo hacer para sacar esa tristeza de tus ojos.

Ella afirma lentamente y luego se va sin más.

Pensé que las rarezas no eran algo común en mi vida y que solo quedaría en un simple comentario.

Pero Laura, ahora ya sé su nombre, regreso unos días después a mi tienda.

Esta vez también estaba vestida coloridamente y su ropa era de verano. Lo cual era extraño porque desde ayer un viento sur nos había obligado a agregar chaquetas a nuestra vestimenta habitual.

- Alicia querida, - me saluda muy amablemente- ¿cómo has estado?

- Muy bien, Laura gracias por preguntar.

Romeo también la saluda moviendo la cola .

Luego se dirige al ángel de la estanteria y lo trae al mostrador.

- Yo no he podido dejar de pensar en el y en lo bonito que es - me dice mientras saca de un pequeño monedero atado a su cintura una cantidad de monedas.

Comienzo a contar las monedas solo llegan a cubrir la mitad del precio del objeto.

Veo tristeza en sus ojos cuando vuelgo a contarlas nuevamente.

- Estás de suerte ese ángel hoy tiene oferta de descuento del cincuenta por ciento.- Digo amablemente.

Su rostro se ilumina y luego me mira muy seria.

- Sos muy amable querida pero no puedo aceptarlo .

Lo envuelvo rápidamente y se lo entrego.

- Laura , no lo rechaces es de mal gusto rechazar una buena oferta.

Le digo con una sonrisa y un giño de ojos.

- Eres muy amable, querida...

Cuando una tos le impide continuar.

Puedoe escuchar el viento y lo fuerte que está moviéndose.

Miro a la anciana desabrigada y antes de pensarlo busco mi chaqueta y se la pongo en sus hombros.