Al otro día
Hebe como siempre se despertó a las 6 am lista para ir a trotar, en el camino se puso sus auriculares llamando a su mejor amigo Zeth, luego de insistir dos veces al fin contesto su llamada
- Pequeño demonio, mejor es que este en la cárcel esta vez, y esa sea tu excusa para hacer esta llamada, son las 6.30 de la mañana de lo contrario dejamos de ser amigos - su tono mal humorado revelaba que ella fue quien lo despertó, pero no estaba de ánimo para molestarlo y hacer que ladrar de la ira, fue directo al punto – Necesito quedar embarazada hoy mismo - al escuchar esto Zeth se sentó en la cama de un brinco, no sabía si reír o enojarse con su amiga, así que opto por la primera y con una vos llena de burla le pregunto - ¿quieres que yo sea el padre de tu hijo - Hebe a pesar de notar el tono de burla y descaro prefirió ignóralo y prosiguió con el tema – Zeth, es enserio... Debo quedar embarazada si quiero ir al extranjero, ya lo pensé y es el precio que debo pagar lo hare… Necesito que me ayudes hoy mismo que estoy en mis días fértiles, debo darle fin a este tema ya que en 10 días es el final del semestre y quiero viajar cuanto antes.
Zeth es el mejor amigo de Hebe, la conoce desde que nació, nacieron el mismo hospital y el mismo día, por lo que la madres de ambos al pasar ese momento de su vida juntas se hicieron verdaderas amigas y desde allí son inseparables, con el pasos de los años cuando se descubrió que Hebe era superdotada, se empezó a aislar socialmente, Zeth fue la única persona con la que se dio a conocer y entablaron esa relación tan única donde él que llevaba una vida de inteligencia promedio era el único que la comprendía y su confidente, siempre se las arreglaron para estar juntos, en este momento y sin comprender que es lo que ella quiere respiro profundo antes de preguntar:
- ¿Qué paso? ¿Por qué esta locura de la nada? - la chica al comprender que él no entendía su dilema procedió a contarle el trato que hizo con su padre la noche anterior, mientras trotaba al finalizar ya estaba cansada y respiraba con dificultad. A través de los auriculares Se escucharon los suspiros de exasperación que, hacia su amigo, pero al final le reprochó a su amiga – Hebe, te dije que lo de la mentira de ser lesbiana se te saldría de las manos, y mira todo a lo que conllevo, según tu criterio quieres que yo contrate un gigolo para tus placeres de primera vez, soy un hombre ¿que pensaran de mí? – No quiero un gigolo, ¿sabes cuantas enfermedades puede tener un tipo de esos? - Escucho a Hebe decir con cautela, ya muy molesto pero sin querer dejarla sola en esta locura Zeth se pasó sus dedos en medio de sus cejas y procedió a decir de manera fría, - La única solución es emborrachar a un tipo rico y que te lo lleves a la cama, pero se debe borrar toda tu identidad si no quieres que al saber de quién eres hija te obliguen a responder - al escuchar esas palabras que aunque fueron bruscas sabía que él no la dejaría sola, su mente se aclaró – no hay problema, me hago cargo del sistema de seguridad del lugar y de las transacciones nunca sabrán que fui yo, no dejaremos huellas es el robo perfecto, pero que lugar es seguro, además como lo vamos a hacer - Zeth escuchando la seguridad en el plan de ella, se decidió que se debían encontrar para hacer el paso a paso de este plan macabro.
A las 7 pm ingresaban los dos jóvenes a un cruceros por la bahía de Massachusetts, el cual solo tocaría puerto en la mañana del otro día, Zeth es un tipo musculoso de ojos claros, con cabello rubio, y con la estatura de 180 es tan carismático que en general todo mundo lo mira cuando lo ve ingresar a algún lugar, él lo sabe, por lo que aprovecha cada momento libre para cuidar su físico, vestir bien y coquetear con todas las mujeres, todo lo contrario de Hebe, ella siempre viste de ropa amplia y tenis, no habla con nadie por lo que parece una persona muy fría, pero siendo la noche más importante de su vida, por primera vez le puso atención a su físico, para verse bien ante los demás.
Su familia y su amigo la habían visto muy femenina, pero a ella no le gustan los vestidos, hoy luego de desayunar puso el plan macabro en marcha, se habían dirigido al mercado para comprar especias de la fertilidad, mientras ella habla con un anciana que le vendió un paquetito y un amuleto que le aseguraba concebir con la primera dosis, su amigo también hizo la tarea y compro un afrodisiaco potente para asegurar a el donante de esperma, por seguridad compro dos dosis, de allí se dirigieron al salón de belleza, donde cambio el color de cabello arcoíris por un rubio, luego del salir de allí compro un vestido negro muy revelador, aunque Zeth le dio el visto bueno ella se sentía incomoda, por otro lado él estaba dichoso comprando varios trajes con el dinero de su amiga, además él también se cambió el tono de cabello para no ser reconocido, al finalizar el día ambos estaban impecables al momento de abordar el crucero que solo en media hora partiría.
El crucero fue abordado por múltiples personas, pero todos debían de ser de familias acomodadas, con tarjetas de crédito bien cargadas ya que la sola noche tenía un valor de 8000 U$D, allí estaba Hebe, una rubia con un cuerpo despampánate y bien ejercitado dentro de un pequeño vestido negro de tirantes y unos zapatos de 13 cm, junto a ella estaba un hombre alto de cabello rojo, en un traje con chaleco, ambos observaban desde la segunda planta la pista de baile, sin saber que ellos también eran observados desde el lado contrario de ese mismo piso.
Aaron estaba con la vista fija mirando al otro lado de la pista, en la baranda había una mujer joven junto a su pareja observando a los que bailaban en el primer piso, a veces el joven le decía cosas al oído de la mujer, ella se reía, se sonrojaba o se aproximaba para hablarle al oído, él estaba ensimismado viendo tal espectáculo, la mujer era muy bella y coqueta, no se dio cuenta que había pasado una hora observando hasta que escucho que lo llamaban a su espalda, sin saber de qué hablaban sus amigos les dirigió una mirada fría, quiso seguir viendo a la mujer, pero ya no estaba, se esfumo, miro a alrededor del segundo piso y luego la pista de baile, no había rastro de ella, pensando que tal vez se dirigió con aquel hombre a alguna cabina el rostro se le amargo, giro para sentarse enfrente de sus amigos, tomo el vaso de licor que estos le brindaban sin más relajo su cuerpo y bebió.
Ya era la media noche y Hebe ni Zeth habían pescado a un tipo que le llamara la atención a ella, ya un poco molesto Zeth por no poder coquetear libremente le dijo -¿seguro no te gustan las mujeres?- al escuchar eso Hebe lo reprendió con la mirada alejándose de él, este plan se estaba saliendo de control, subió las escaleras a la zona VIP del segundo piso donde ellos tenían su mesa, resignado Zeth la siguió, al llegar hicieron su pedido, en una hora ya habían consumido una botella de brandy junto con varias cervezas y cocteles, ya muy fuera de si procedieron a ir a las cabinas un rato para descansar, en el camino Zeth decidió desviarse e ir a conquistar una chica, ella un poco molesta pensó en tomar algo de aire antes mientras se dirige a su cabina, en el pasillo choco con tipo, muy alto, de unos 190 centimetros el cual llevaba un saco en la mano, vestía un chaleco desabotonado sin corbata con algunos botones sueltos, revelando una figura muy sexi, además al ver las magas de la camisa recogida se notaba que también pensaba descansar, por lo altos zapatos Hebe estaba en el piso mirando hacia arriba, pero ante el eclipse de belleza no reacciono en ponerse de pie hasta que el hombre se inclinó y le tendió la mano, al ver este gesto ella le rebelo una gran sonrisa que por la ebriedad se debió ver muy coqueta, Aarón al reconocer que era la mujer que observo al principio de la noche quien estaba sonriendo de manera descarada se sintió invadido de deseo, quería saber que le hizo al otro hombre que junto a ella desaparecieron hasta ahora, sin pensarlo la halo hacia él y deposito un beso salvaje buscando apagar su calor, la chica lo acepto sin duda alguna, al ver esto enloqueció quería estar dentro de ella, no aguantaba su deseo y ella no lo evitaba, por lo que la cargo en sus brazos, esta le rodeo las cintura con las piernas sin abandonar el beso, él estaba tan cerca de su cabina que no lo pensó, así fuera una prostituta que acababa de estar con su amante él también quería poseerla, en medio de la ebriedad se dejó llevar.
Algo estaba vibrando, Hebe tiene un sueño muy liviano, abrió los ojos y observo que estaba oscuro, tomo su celular, eran mensajes de Zeth
- ¿Dónde estás?
- ¿Ya vamos a llegar a puerto en 5 minutos?
- Ella respondió con un simple – OK
Sintió que un brazo la estaba rodeando, no recordaba nada de la noche anterior, pero sintió su cuerpo con dolor en medio de las piernas y en varias partes, supo que cumplió su cometido, sin pensarlo dos veces se deslizo del lado del hombre, con la pantalla de su celular busco su ropa y zapatos, salió de la cabina sin mirar una sola vez al hombre con quien estuvo por primera vez, en la puerta lo único que hizo fue girar y tomar una foto al número de esta antes de salir corriendo con sus zapatos en la manos, se encontró con un empleado del crucero, le solicito un teléfono, él la dirigió hasta este, estando sola sin que nadie notara ella saco un pequeño artefacto, lo conecto en la línea del teléfono procediendo a manipular la red, en 3 minutos borro todas las grabaciones de la noche anterior y se dirigió a la salida nuevamente corriendo descalza.
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