Duele mucho

Jacob.

Recuerdo...

- ¿Quieres casarte conmigo?... Saco de mi bolsillo la caja con el anillo adentro... Mi rodilla toca el frío suelo y acompañados de esta hermosa vista le hago la pregunta tan esperada...

- Oh Jacob... Yo... No sé que decirte..

- Di que sí... Muero por escucharte decir que aceptas ser mi esposa.

- Claro que sí mi amor... Acepto ser tu Esposa... Tu mujer.

Me levanto del suelo y abrazo a Marianela... Es imposible no amar a esta gran mujer... Desde que la conocí todo en mi cambió... Su temperamento... Su hermosura... Su forma tan peculiar de ser... Todo en ella es sensacional... Todo en ella es tan diferente...

- Mi anillo... Dame mi anillo... Dice Mar con los ojos aguados....

Retiro el anillo de la cajita y lo ubico en el dedo de la mujer que más feliz me ha echo...

- ¿Que haré contigo?...

- Amarme... Amarme como solo tu sabes hacerlo Mar.

- Amo escuchar cada palabra que me dices.... Conocerte fue lo mejor que me ha pasado en la vida... Gracias por sacarme de esa Jaula de oro al que Crei hogar.

- Te amo Mar.

- Te amo Jacob...

Sellamos nuestro amor con un beso interminable... Sentir el roce de sus labios con los míos es un placer día a día... Esta mujer es mía... Desde el primer día lo fue... Y ambos lo supimos...

Fin del Recuerdo...

- Mar... Reacciona por favor te lo pido... Los recuerdos de cuando le pedí a Mar casarse conmigo inundan mi mente... Verla desmayada... Sin poder recordar... ¿Como simplemente puedes olvidar todo?...

- Tranquilos... Es normal... Es un shock para ella, La señora Evans no puede tener emociones fuertes... Esto es una pérdida Temporal de memoria... Pero si la presionan y la enfrentan con su pasado pueden crear una pérdida de memoria permanente o incluso puede perder la razón...

- No doctor... Dime cómo podemos ayudar a mi mujer...

- No la fuercen a recordar... Dejen que todo pase naturalmente... Poco a poco en algunos meses o... Años irá recordando pequeñas extensiones de su vida... Hasta que finalmente recordará.

- ¿Puede que pasen años?...

- Jacob... Puede que haya perdido la memoria... Pero lo más importante es que esta viva.

- Tienes razón... Pero me parte el alma verla en este estado... Mar siempre ha sido muy alegre y muy fuerte... Es mi culpa que esté así... No me lo puedo perdonar...

- No Jacob... Un error no comete cualquiera... Deja que el tiempo pase... Déjala recuperarse y luego arreglan ese asunto.

- Jacob... Melanie la madre de Mar se acerca a mí.

- Suegra.

- Hablé con el médico... Me dijo que lo mejor es que Marianela venga a vivir conmigo mientras todo pasa... Mientras se recupera.

- No... Mar es mi esposa... Es conmigo con quien debe vivir.

- Entiende hijo... Marianela no sabe quien eres... Para ella eres solo un desconocido... Hazlo por su bien... Sabes que no podemos forzarla a recordar... Vivir contigo puede traerle miedo y confusión.

- La amo suegra... No la quiero perder.

- Y Ella te ama a ti... Estoy segura que aunque no se acuerde de ti... Te ama.

- Cuidala... Estaré yendo a la casa para ver cómo está... Debe conocerme... Puede que le haga bien estar a mi lado...

- La vida que vivió contigo es totalmente diferente a la que ella recuerda... Debemos hacerlo poco a poco.

- No podré vivir sin ella Suegra... Muero si nunca me recuerda.

- Lo hará... Confía un poco, Hazlo por ella Jacob.

Asiento para apoyar esta idea... Idea que me destruye... Jamás querría estar lejos de ella... Pero ahora lo más importante no soy yo... Es su salud... Y lamentablemente para mi... Estará mejor lejos.

Estoy en una esquina... A lo lejos, Esperando que Mar por fin despierte... Observo a a la ventana... Desde donde estoy veo un parque... Mi mente divaga esta vez en nuestra primera cita.

Recuerdo.

- Se que no somos ningunos niños... Y tal vez no es el mejor lugar para traerte... Pero realmente quería venir contigo aquí.

- A mi me gusta... Es la primera vez que no me invitan a un restaurante muy caro y donde solo se respira clase... Dinero... Hipocresía.

- Me asegurare de que la pases muy bien... Ven vamos...

Tomo la mano de Marianela... Paseandola por todo el parque... Subimos a algunas atracciones y jugamos mucho... Parecemos niños pequeños... Pero su sonrisa me da alas... Sé que la esta pasando bien... Verla sonreir me hace muy feliz.

- ¿Helado?.

- Si por fa...

- Dos helados por favor... ¿Sabor?.

- Vainilla.

- Dos de vainilla por favor.

- Si señor.

Nos sentamos en un banco mientras disfrutamos de nuestros helados... Marianela se recuesta sobre mi brazo y mi corazón empieza a latir... Es nuestra primera cita... Pero no es como las demás, Ella Sabe lo que quiere... Y lo va a buscar... Nuestras miradas no se abandonan en ningún momento... Ambas viajan de nuestros labios a nuestros ojos... Acerco poco a poco mis labios a los suyos... Pero contra todo pronóstico Marianela unta su helado en mi nariz y luego sale corriendo... Como una niña después de hacer una travesura.

- Te atrapare... Y lo vas a lamentar... Corro detrás de Marianela hasta que por fin la puedo atrapar... La tomo de la cintura y la pego a mi... - Te atrape.

- ¿Ahora me vas a embarrar de Helado?.

Estamos a solo unos centímetros...

- No... Beso sus labios... Su boca me recibe y acepta el beso con mucha emoción... Con la misma efusividad que demuestro yo... Me atrajo, me atrajo desde la primera vez que la vi... Y solo por ella iba a esa cafetería... Hasta que por fin tuve la valentía de invitarla a salir... Nuestro beso es apasionado... Ambos profundizamos el beso por medio de un abrazo... Lo único que sé... Es que Deseo probar estos labios por el resto de mi vida.

Fin del Recuerdo...

- Madre...

Reacciono al escuchar la voz de Mar... Esta despertando... Sus ojos buscan algo en la habitación hasta que al final se cruzan con los míos... En ellos no Leo lo que antes leía... Y duele... Duele mucho....

- Me voy.

Salgo de la habitación dejando mi corazón en las manos de Marianela... Regresar a la casa y sentir el frío de su ausencia me partiera en dos... Si no me mata su desamor... Me matará su ausencia... Solo se que amo a Mar... y en nombre de este amor... Lucharé hasta las últimas consecuencias...

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