CAPITULO 4

Me sentía contenta por oír a Alex hablando sobre su vida. Es muy diferente a lo que es en la oficina.

-Y que hay de tu familia?. -preguntó.

-Soy adoptada. Mis padres biológicos murieron cuando tenía 3 años. En un incendio. Y mira... Me quedo un recuerdo. -Le mostré la cicatriz de mi mano entre risas.

-Oh.. Pues.. Mi padre fue asesinado cuando yo era adolescente. También era agente secreto. Por eso decidí unirme al buró. Y en cuanto a mi madre... La veo cada tanto.

-Tomas Hamilton. He escuchado mucho sobre el.

-Era un gran hombre. -Respondio. -Y un excelente padre.

-Eres una caja de sorpresa Alex.

-Eso crees?

Estuvimos varias horas riéndonos de cosas sin sentido.

-Creo que debo irme. Es muy tarde y estoy algo ebria.

Alex reía sin parar.

-Oye puedes quedarte si quieres. Te prestare ropa, además no estas en condiciones de conducir.

-Seguro? No quiero incomodarte.

-No lo haces. Toma mi cama dormiré en el sofá.

-Oh. No, no. No quiero quitarte tu cama.

-Vamos Liz, no es problema. De veras. De todas formas.. Siempre duermo aquí. -Dijo riéndose.

-Esta bien, pero si no puedes dormir me despiertas, si?

-Claro que lo haré.

Nos despedimos y fuimos a acostarnos. Que estoy haciendo? Es la cama de Alex. Pero huele tan bien. Y es tan suave y cómoda. Él es genial. Es una persona dulce. Aunque en la oficina sea serio, pero lo entiendo. Es el trabajo y trabajar para el FBI requiere que seamos serios y nos concentremos en el trabajo.

****************

El olor a café caliente me despertó por la mañana. Mire el reloj, eran las 6 a.m. Tome mi ropa, me vestí y fui al baño a lavar mi cara y dientes, siempre llevo un cepillo de dientes y otros elementos de aseo en mi bolso. Salí de la habitación y Alex estaba en la cocina de espaldas batiendo café. Solo llevaba una sudadera, su torso desnudo y sus pies descalzos... Su espalda parecía una obra de arte. Por Dios, que bello hombre. Pero que diablos me pasa? Es mi compañero.

-Buenos días.- Lo saludo.

-Liz, por Dios. Me haz asustado.

-Lo siento. No era mi intención.

El sonríe de costado.

-Sientate. Café?

-Claro.

Tomamos nuestro café con waffles de fresas. Estaban deliciosos. De verdad Alex cocinaba muy bien.

-La próxima vez tendré que ser yo quien invite el desayuno.

-Quieres que esto se haga una rutina?

Sentí como mi cara se enrojecia.

-No fue lo que quise decir. Lo lamento.

-No lo lamentes. La paso bien contigo.

Alex se acercó a mí, y tomó mi mano.

-Lamento haberte juzgado Srta. Steel.

-No te preocupes. Esta olvidado.

Alex tomó mi mentón con cuidado y giro mi cara hasta que estuvimos frente a frente. Luego, sin pleno aviso, beso mis labios. El beso fue lento, sutil pero a la vez apasionado. Nos separamos porque nos quedamos sin aire.

-Lo siento. No debí hacer eso.- Dijo.

-Yo... Debo irme. Tengo que vestirme para el trabajo. Nos vemos al rato.

Me despedí de Alex y me dirigí a mi apartamento, pensaba en el beso. Fue perfecto. Pero no comprendo porque se arrepintió. Besare mal? Tendré mal aliento. Dios, no se que me esta pasando. Solo se que me gusta. Alex me gusta mucho. Pero creo que no soy correspondida. El es mi superior y hasta ayer por la mañana no confiaba en mi. Luego de pasar por mi apartamiento a cambiarme de ropa me dirigí a las instalaciones del buró.

En el camino pensaba en lo que había ocurrido en casa de Alex. No. No. No puedo dejar que eso me distraiga de mi trabajo. Estamos muy cerca de descubrir lo que ocurre con las mujeres desaparecidas y no tengo tiempo para preocuparme por estas cosas.

Al llegar a la oficina todos mis compañeros estaban allí, incluido Alex.

-Buenos días.- exclame.

Alex se limitó a dirigirme un asentimiento con la cabeza. Su actitud era demasiado distante desde el beso en su departamento.

-Que tenemos?.- pregunté.

-Ha desaparecido una nueva víctima. -Exclamó Fátima.

-De quien se trata?

-Mia James. Hija del famoso empresario. -Respondió Connor.

-Connor, Assad.. Vayan a buscar pistas sobre la desaparición. Hamilton, Steel. Hablen con sus padres. Me reuniré con Amanda Harris. Nos veremos luego. -Exclamó Cooper mientras se dirigía a la salida.

Todos nos dirigimos a nuestras tareas sin decir palabra. Connor y Fatima tomaron una Suburban dirigiéndose en una dirección y Alex y yo nos dirigimos a la contraria. Luego de un rato de silencio atroz entre ambos, me decidí a hablarle.

-Y que sabemos acerca de la víctima?

-15 años. hija del famoso empresario Ethan James. Desapareció el día de ayer de la escuela. No se sabe nada de ella. No han pedido rescate.

-Wow.

-Que?

-Nada... Solo... -Estaba a punto de decirle que era increible como de un momento a otro era capaz de cambiar su semblante hombre amoroso a uno frio. Pero supongo que se lo veia venir y no me dejo continuar.

-Ya llegamos.

Bajamos de la camioneta y nos dirigimos a la mansión de los James.

-Buen día Sra James. Agentes Steel y Hamilton. FBI. Cree que podría responder algunas preguntas sobre su hija?

-Oh, claro. Adelante. La Sra James hizo pasar a los agentes.

-Sra James. Sospecha de alguien? Cree que alguien de su entorno está relacionado con el secuestro de su hija?

-No lo sé. Sabia que ella hablaba con alguien por medio de las redes sociales. Pero creía que era un alumno de intercambio que está en Rusia.

-Puede decirme más acerca de ese amigo?

La sra James se quedó pensando durante un momento.

-Mia hablaba con él a menudo. Solía decir que era ruso y que pronto vendría de intercambio. Solo eso.

-Cree que podría prestarnos la computadora de su hija? Quizá pueda darnos una pista sobre su paradero.- Pidió Alex, que hasta ahora se mantenía en silencio.

-Claro. Todo lo que pueda ser útil para encontrar a mi pequeña.

La señora James nos entregó la computadora y luego de un rato más de preguntas, decidimos que nuestro trabajo allí había concluido.

****************

-Vaya, que bueno que regresan. Estábamos a punto de enviar una patrulla a buscarlos.- Exclamó Connor cuando ingresamos al buró.

-Desde cuando debo reportarme ante tí?. -pregunto Alex con desdén. Acaso ahora eres el jefe?. -Oh no. Otra vez habra choque de testosterona aqui.

Ambos hombres comenzaron a cruzar miradas de odio, sin embargo, la presencia de Cooper los hizo olvidar.

-Bien. cuentenme que encontraron.- Interrogó Cooper.

Pusimos al jefe al día acerca de los acontecimientos y decidimos agregar el nuevo secuestro al mapa conceptual para encontrar alguna relación.

-Por cierto, Aarón. Aquí tienes la computadora de Mía quizá puedas hayar algo.

-Claro. La observare enseguida.

Luego de entregarle la computadora a Aarón, Alex se giró sobre sus talones y subió las escaleras hasta su oficina. Se adentro en su interior azotando la puerta.

-Que le ocurre?. -Pregunto Aaron.

Negue con la cabeza y eleve mis hombros en señal de "No lo se".

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