"Un sentimiento inexplicable"

Tras haber sobrevivido a la explosión de la estación Soria, Felipe y Odín, se encontraban navegando en la nada por el espacio, tratando de encontrar la colonia más cercana. Las provisiones con la que contaban lograron mantenerlos con energía.

Por suerte la cápsula tenía una tecnología avanzada. Hacía frío, dos días de viaje, grados bajo cero que no ayudaban en el momento; la escasés de provisiones y la falta de higiene, ocasionaba mal estar en el viaje. Lo único que mantenían sus cuerpos cálidos era la calefacción de la nave y sus abrazos. 

-  Oye pequeño -lo mira tímido- ¿te encuentras bien? Pégate a mí, mantente cálido...-el menor asiente-.

-  Felipe -nombra- agradezco mucho lo que estás haciendo por mí. Tengo mucho miedo...-dijo bajando su mirada-.

-  ¿Por qué dices eso Odín?

-  No me quiero quedar solo en la otra colonia... Lo único que he tenido en toda mi vida es a mi padre y Orión. -pega su cuerpo junto al mayor para sentir más calor-

-  ¡Ten por seguro que estarás conmigo!-afirma con claridad- No te dejaré solo, seremos como hermanos...

-  Si... Pero no quiero ser una carga. -el mayor lo mira con ojos de sorpresa-. No quier...

-  ¡Shh! No eres una carga. Te prometo que no estarás solo -se le hizo una sonrisa-.

-  ¡Gracias Felipe! Siempre has sido muy bueno conmigo. -lo abraza-.

-  Pequeño, estaremos bien -asiente con la cabeza- te protegeré...

Horas más tardes, la cápsula entra en la órbita de un planeta. Éste contaba con una colonia más grande y avanzada de la que ambos provenían. Dieron la señal y le permitieron entrar, la estación Neón contaba con un régimen de seguridad muy estricto. 

Les tomaron los datos personales, algunos se perdieron en la explosión, pero Soria tenía contacto con ingenieros de esta base. A Odín lo inscribieron de inmediato en una escuela de régimen espacial, al mayor le dieron la oportunidad de seguir al pequeño. Ambos contarían con un departamento que serviría como refugio, si estudiaban se les va a respaldar los gastos. De lo contrario deberían trabajar. 

Felipe decidió permanecer cerca del adolescente, ya que éste no tuvo contacto con mucha gente desde muy temprana edad.

-  ¡Ey pichón! -lo mira con nostalgia- ¿Qué sucede?

-  Nada, es que así me llamaba mi padre -se le cristalizaron los ojos turquesas- 

¡Lo siento! -se lleva una mano hacia el rostro- prometo no llamarte de esa manera para que te sientas cómodo...

-  No, está bien -sonríe- me gusta que me llames así.

-  Está bien. Escúchame con atención -lo mira con asombro- estaremos juntos durante toda la formación y viviremos juntos -apoya sus manos en los hombros de Odín- puedes contar conmigo para lo que necesites -el chico asiente-.

-  ¡Gracias! Espero no incomodarte -el mayor niega con la cabeza- tengo catorce años y aún no se qué es convivir con otra persona -se sonrojó-.

-  Tranquilo, seremos como hermanos. O amigos, como quieras.

-  Muy bien muchachos -interrumpió el oficial- su departamento será el número 3536, deben cumplir con los reglamentos y el plan de estudios que han firmado -ambos asienten-. De tal manera serán obligados a trabajar, de no ser así, serán expulsados de Neón...

-  ¡Sí señor!

-  Acompáñenme por favor...

Mientras caminaban, Odín sostenía a su robot y miraba de reojos a Felipe. Nadie le demostró tanto afecto después que su padre, en verdad comenzaba a sentirse protegido por él.

-¿No crees que lo miras mucho?

-  ¡Shh! Cállate que te va a escuchar -le amarra la oreja-.

-  Auch... No seas malo, se nota que te gusta ese hombre. -bufeo- Si estuviera Héctor aquí de seguro te preguntaría... Si te gusta, espera a ser adulto -reparando la voz-.

-  Cállate... Él ya no está aquí -baja la mirada- además nunca supo lo que me pasa...

-  ¿Estás seguro? -lo mira cerrando un poco la vista- Yo no le conté nada!

-  ¿Y cómo mierda se pudo enterar? El único que lo sabía eras tú... Robot tonto -soltó al robot y se cruzó de brazos-.

-  ¡Ey! Yo estuve cuando te estabas bañando y cantabas como una Lady en el baño y dejaste tu celular encendido -Odín llevó sus manos a su boca para no gritar- y encima había fotos de hombres -dijo sonriendo y el chico se puso rojo-.

-  ¡Bueno ya! Entonces... Ahora entiendo sus últimas palabras -susurró con los ojos cristalizados-.

-  Ustedes... No se atrasen. Odín ven a mi lado, no quiero que te pierdas. -el robot le guiña un ojo-. Bien. -dijo uniendo las manos-

-  Atentos. Aquí está su lugar, traten de mantener su estado.

-  ¡Sí! -el oficial se retira-.

Ambos entran a su nueva casa, no es muy grande, pero está bien para ellos. Felipe decidió entrar primero a bañarse mientras el chico acomodaba y organizaba el lugar. 

Odín de vez en cuando observaba la mampara de la ducha, pero luego lo evitaba moviendo su cabeza y pensando en otra cosa. Orión se encargo de actualizar los software de las computadoras que había en el dormitorio y de colorar información que tenía de la estación Soria. 

Una vez organizado todo, Odín entra a bañarse. Todo estaba normal, pudieron descansar después de dos largos días.

-  ¡Pichón! -lo llama y éste reacciona- mañana comenzaremos las clases, es algo nuevo para mí. Yo solo me encargaba de la tecnología del lugar...

-  ¿Crees que no podremos lograrlo?

-  No, no digo eso. Solo que...

-  Estaremos bien Felipe. -éste lo observa- Ya verás que será leve.

-  Sí, sabes... Me recuerdas a un hermano pequeño que tenía en la colonia de la cual provengo. Antes de entrar a Soria, mi familia fue atacada por unos invasores cazarecompensas -el chico lo escuchaba- Mi familia tenia un almacén donde se vendía especias extrañas. A mí me dejaron estudiar lo que siempre amé... Pero ese día... Llegué y solo encontré a mi hermano degollado y abusado... -en su rostro solo se notaba la tristeza, un dolor profundo difícil de superar-.

-  Lo siento... -un silencio inundaba la habitación- ya verás que estaremos bien. Ambos vivimos cosas muy difíciles, pero daremos lo mejor de ambos. -asiente con su cabeza-.

-  Bien, basta de malos recuerdos. ¿Tienes hambre? -el menor asiente- okay, vamos a ver que hay en el refrigerador.

Pasaron tres años desde que Odín y Felipe llegaron a Neón. Se acercaba el cumpleaños número diecisiete y Felipe era un joven de veinticuatro. Ambos cursaban tercero , ya que entraron a formarse el mismo año. En el salón de clase habían compañeros que no los querían y otros que trataban de entablar una amistad con ellos. 

Pronto todos los integrantes del curso harían una excursión. Al comienzo de la clase se realiza una argumentación sobre la historia de un planeta que dejó de ser habitable. 

-  Oye ¿crees que será buena la excursión?

Sí, y de seguro podrás hablar con alguna chica interesante. Mírate, todo un hombre. Odín mira hacia un costado-.

-  Silencio... Permítanme explicarles lo que va a suceder en la excursión profesional de la semana entrante. -todos escuchan y observan- El propósito de la excursión es cómo funciona la sociedad, específicamente, en el área del desarrollo del planeta. ¡Computadora, apaga las luces! - se oscureció la sala y apareció una imagen del planeta Helem-.

-  Interesante ¿no crees? -susurra-

-  Shh... Fel. -este lo mira fijo con una sonrisa y el chico se sonroja-.

-  Así se veía el planeta Faram durante el siglo V. Había quedado tan afectado por la destrucción de la capa de ozono, la contaminación del aire, el calentamiento global, anormalidades en el clima y un terremoto de gran escala, hicieron difícil el habitad. De tal manera, los seres humanos no pudieron seguir viviendo ahí. Así que la humanidad dio inicio al desarrollo espacial para poder sobrevivir. Primero se colonizó Helem. Luego Soria, se necesitaron cien años para construir una colonia habitable en ese planeta. La construcción fue difícil y muchos pioneros perdieron sus vidas debido a las severas condiciones de trabajos. -Odín recuerda a su familia cuando el profesor dice eso y lo invade la tristeza, el mayor lo observa-. Hoy Soria es inhabitable, ya que hace tres años sufrió una explosión radioactiva...

                                         *****

Odín caminaba por los pasillos de la institución, necesitaba estar solo y guardar en lo mas profundo esos recuerdos que lo atormenta.

-  Oye, me contaron que provienes de Soria. -el chico solo escucha- Que... ¿Te comieron la lengua los ratones? Habla imbécil...

-  Déjenme en paz. 

-  ¿Qué dices princesa? -lo toma del cuello de la camisa-

-  aaarg. -cierra los ojos con temor a que lo golpee-.

-  Déjenlo en paz -empuja a Mat y se pone entre medio de ambos- No lo vuelvas a tocar o te mataré...

-  Miren, el amado del marica ese vino a su rescate... Vámonos -se escuchan carcajadas de todos-.

-  imbécil... Ey, Pichón ¿Te encuentras bien? -de este solo caen lágrimas y lleva sus piernas junto a su pecho-.

-  Lo siento Fel, solo te causo problemas. No quiero que piensen que tienes algo conmigo y salgas lastimado -el mayor niega-

Esos hijos de puta me las van a pagar. Y que tiene si tengo algo contigo -Odín abre los ojos turquesas como plato- que lo crean así, para que dejen de molestarte. Tú no les has hecho nada...

-  Vamos a casa Fel. Me siento agotado. -este asiente-

-  La semana entrante será emocionante. -el chico asiente con una sonrisa- Vamos!

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Comments

*+:。.。Morita。.。:+*

*+:。.。Morita。.。:+*

joder me emocione lamentablemente eso no pasa en las escuelas de vida real UnU

2021-06-22

1

choco fer

choco fer

woooow es interesante.



una pregunta, donde están las chicas? jejeje

2021-06-11

4

El otaku gamer

El otaku gamer

por cierto me gusta mucho la portada

2021-06-11

4

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