Noah no era alguien fácil de ignorar.
Era una tormenta. Una explosión de emociones.
Y yo era el desastre que él dejó a su paso.
Me di cuenta de que estaba enamorado de él en una de esas noches de invierno, cuando la nieve cubría las calles y caminábamos sin rumbo. Se detuvo bajo un farol, con los copos cayendo en su cabello oscuro, y me miró como si estuviera a punto de decir algo importante.
—Alex…
Mi corazón latía con fuerza.
Pero entonces se rió, negó con la cabeza y siguió caminando.
Y yo no dije nada.
Porque tenía miedo de perderlo.
(Historias extraídas de mi novela "Historias Cortas De Romance BL" contiene más Historias como está, tanto las publicadas aquí como nuevas).