Que decir de las cuestiones del corazón, los miedos al fracaso, las dudas, los celos, conflictos y preocupaciones que a veces tenemos con nuestra pareja. Cosas que nos hacen pensar si realmente vale la pena tener pareja.
Las relaciones pasan por muchas facetas, el inicio siempre es la mejor parte, luego empieza la odisea, por mucho que no queramos siempre algo ocurre y una tormenta llega, por cualquier cosa. Es solo de valientes sobrepasarla, a todos nos ha pasado alguna vez.
Me hace reflexionar sobre la monogamia, estar por siempre junto a la misma persona, no traicionarla ni con el pensamiento. ¿Se podrá lograr? ¿ Valdría la pena? Si le preguntan a alguien mayor dirá que sí. Pero en el fondo muchos lo hacen por costumbre.
Otros duran hasta que el amor acaba, se pelean y buscan a su nueva pareja para seguir con el ciclo. Otras aguantan de todo por no estar solas, no romper la familia, por problemas económicos, por los hijos o el que dirán.
Por otro lado está el poliamor, dónde una pareja que se ama se comparte con otros, entonces juran no involucrar sentimientos, que es solo sexo. Me pregunto, ¿ Se puede tener sexo sin sentimientos hacia esa persona? ¿ Se te atrae no es traición?
En parte es como un respiro a esa rutina de pareja supongo, pero que ocurre cuando sientes que ti pareja no es suficiente. Ese sentimiento muchos lo experimentan, practiquen el poliamor o no. Yo digo que el amor, el deseo entra por los ojos, la mirada es la llave, la llama del pensamiento, pensamiento que luego se convierte en deseo.
Algunos ceden hacia ese deseo, otros reprimen hasta que pase, otros convenían probar sin consecuencia alguna y intercambian. ¿ Por qué ocurre esto? ¿Por qué no amar y ser feliz con una sola persona?
No sabría decir en que se basa eso, más bien diría a la necesidad de experimentar, la adrenalina, la inconformidad. Muchas personas se quejan de que su pareja es demasiado noble, demasiado buena, demasiado loca, intensa o promiscua.
¿ Acaso no lo sabían? Creo que se debe en gran medida a obtenerlo. El ser humano le gusta sentirse deseado, pero también le gusta perseguir lo prohibido. Esto también aplica a que cuando una persona es soltera nadie lo mira, pero cuando tiene pareja comienza a ser deseado.
También ocurre que otros descuidan sus relaciones, dejan de cultivar el amor porque creen que cómo está ahí en casa está seguro y viene otro a llenar de palabras el oído ajeno de elogios necesarios para levantar la autoestima y crea nuevamente la chispa de sentirse deseado.
Entender el sentimiento de amor hacia la pareja es algo bien complicado, muchas variables, muchas personalidades entran en acción, creo que es más difícil entender esto que otra cosa existente. La mente humana es complicada.
Por eso muchos no se arriesgan y prefieren estar solos. Juegan por corto tiempo pero ponen coraza enorme a su mente y corazón para no sufrir en el intento. Por traumas o por decisión propia. Lo mejor es no pensar demasiado, sea solo, en monogamia o poliamor, solo dejarse llevar por el juego del amor.