Capítulo 1: El Umbral
Sofía tenía un don que la mantenía al filo de la realidad: podía controlar sus sueños. Desde niña, cuando cerraba los ojos, se encontraba en mundos donde el cielo cambiaba de colores con su estado de ánimo y los ríos cantaban melodías que calmaban su mente. Sin embargo, el sueño no era solo un refugio, también ocultaba sombras.
Una noche, al cruzar el umbral hacia ese mundo onírico, encontró una puerta que nunca había visto antes. Negra como el vacío, con inscripciones que parecían moverse al ritmo de sus pensamientos, la puerta la llamaba. "No la cruces", susurró una voz que provenía del viento. Pero Sofía, guiada por la curiosidad que siempre la definió, extendió la mano y empujó.
Capítulo 2: El Reino Oculto
Del otro lado no estaban los paisajes vibrantes de sus sueños habituales, sino un mundo oscuro, donde las estrellas eran ojos que la observaban y el aire pesaba como una niebla espesa. Aquí, las reglas eran diferentes.
Un hombre alto y pálido con una capa hecha de sombras la recibió. "Bienvenida a Oneiros", dijo con una sonrisa fría. "El reino donde todos los sueños convergen... y algunos se convierten en pesadillas". Él se presentó como Caelum, el Guardián del Sueño Eterno. Le explicó que su habilidad para soñar no era un accidente; Sofía era una tejedora de sueños, alguien capaz de moldear Oneiros.
Sin embargo, las pesadillas estaban cobrando fuerza. "El Devorador se despierta", dijo Caelum, señalando un horizonte donde se alzaba una figura gigantesca, formada por fragmentos de los miedos de miles de soñadores. "Si no lo detenemos, destruirá no solo este mundo, sino también el tuyo".
Capítulo 3: La Tejedora
Guiada por Caelum, Sofía comenzó a explorar su poder. Aprendió a invocar luces para disipar las sombras y a convertir sus miedos en armas. Pero cada victoria en Oneiros le costaba algo: recuerdos de su vida en el mundo real. Con cada batalla, olvidaba pequeños detalles de su infancia, los rostros de sus amigos, hasta el aroma de su café favorito.
"Detener al Devorador requiere un sacrificio", le dijo Caelum mientras la guiaba hacia el corazón de las pesadillas. "Debes decidir: ¿salvas Oneiros o regresas a tu vida normal y olvidas todo lo que has vivido aquí?"
Capítulo 4: El Devorador de Sueños
La batalla final fue un caos de colores y sonidos. El Devorador rugía, cada paso suyo destrozaba partes del mundo onírico. Sofía reunió toda su fuerza, invocando un cielo lleno de luz. Pero el Devorador no se detendría.
"Es tu decisión, Sofía", dijo Caelum mientras el Devorador avanzaba. Ella comprendió que la única forma de derrotarlo era entregarse por completo al sueño, convertirse en parte de Oneiros.
Con una última lágrima, Sofía cerró los ojos y dejó que el sueño la consumiera.
Epílogo: El Mundo Eterno
En el mundo real, nadie recordaba a Sofía. Era como si nunca hubiera existido. Pero en Oneiros, el cielo brillaba con una intensidad nueva. Las pesadillas se habían desvanecido, y los soñadores podían explorar sin miedo.
En las noches más tranquilas, si un soñador miraba al horizonte, podía ver a una figura femenina caminando entre las estrellas, tejiendo nuevos mundos para quienes cerraban los ojos y se dejaban llevar. Sofía, ahora la Reina de los Sueños, había encontrado su verdadero hogar.