Incluso en la noche más estrellada no siento acompañia, la luz de la luna ilumina mi casa, pero no mi ventana. Los días pasan y me pregunto: ¿Por qué dejé de pedirte? Han pasado 8 años de la última vez que le pedí a mi madre alguien como tú, hasta que un día dejé de pedirte y me pregunto por qué.
En un campo de flores veo tu figura, pero no tú rostro, mi compañero inexistente: ¿A donde vas? No quiero despertar, déjame soñar que estoy contigo... Aun no quiero volver a mi soledad; perder tu sonrisa me preocupa. En la lluvia siento que puedo verte corriendo y sonriendo mientras yo estoy atrás tuyo cuidándote. Entre las flores, lycoris, veo la tumba que nadie ve y las últimas palabras que nadie escucho, veo tu alma entre las mariposas, tan alegre, tan contento. Dios mío, incluso mis palabras no tienen sentido.
Mi voz genera melodías para calmar tu alma ficticia, estás asustado, ¿no es así? No te preocupes... Aunque no eres real o tal vez nuestros mundos sean diferentes, yo te estoy cuidando, no me importa si me dicen rara porque estoy hablando sola, pero yo en realidad siento que estoy hablando con alguien especial, aunque no estés aquí o no existas.