NO TE DEJARÉ EN LA OSCURIDAD.
Casandra canina a su casa como cada noche, con su bebida fria en su mano deseando llegar a cenar con la comida wue lleva en su mano en la miema bolsa de color negro y luego descansar.
Dobla la misma esquina y saluda a las mismas personas que van cerrando algunos de ellos sus negocios.
-tengo que lavar este uniforme antes de dormir-dice así misma antes de entrar al ascensor.
Al entrar nota a otra persona que entró primero que ella, pero este hombre es la primera vez que lo ve.
-buena noches-dice el desconocido con una actitud algo seria.
-Buenas noches- respondió ella amablemente.
-me mude esta tarde-le dice-mi nombre es César.
-mucho gusto soy Casandra- le da la mano que tiene la bolsa de la comida.
-disculpa, pero no soy de saludar de manos- le dice en un tono apenado- mucho gusto Casandra.
-entiendo, César- este es mi piso- se baja en el 6.
-el mío también- sale- estoy en el 7.
-estoy en el 8- sonríe-se le cae la llave.
César saca un pañuelo y toma la llave para pasarla a Casandra-aquí tienes.
-muchas gracias- toma la llave y abre la puerta de su apartamento- si no tuvieras esa fobia a los gérmenes te invitaría a cenar- dice la morena con su sonrisa amable y hermosa.
-gracias -toma su llave y abre su puerta- mi condición no se trata de gérmenes, pero gracias por la oferta.
-pasa buenas noches y espero verte luego.
-eso espero Casandra- entra primero a su apartamento.
Casandra lo ve entrar y luego ella también entra y cierra la puerta.
-por fin en casa- se empieza a quitar la ropa desde la sala hasta la habitación.
Luego de unos minutos usando sólo su ropa interior empieza a cenar sentada en el sofá con vista al balcón.
Luego de terminar, lava su uniforme y lo deja colgando en el baño y finalmente toma un gran baño.
-mi cama es la más cómoda del mundo- se queda dormida de inmediato.
Mientras eso pasaba César entra a su apartamento lo primero que hace es ir a bañarse y luego quedar en su pijama.
-Casandra me pareció hermosa- se dice así mismo en forma de susurro.
César caminó por su apartamento y tomo un poco de jugo y una galleta, se sentó en su balcón a contemplar la ciudad y resulta que en su cristal se reflejó casandra cenando en ropa interior, terminando de cenar y se estiró un poco en el sofá para luego levantarse y desaparecer de su cristal.
-no puede ser, soy un ser despreciable- César se sintió impresionado por lo sucedido, pero al mismo tiempo disfruto ver a esa hermosa mujer mostrando más que su cuerpo casi desnudo, su verdadero ser.
A diferencia de las demás personas, César lograba ver el aura de las personas y saber si son buenas o de mal corazón y eso fue lo que notó en Casandra, su buen corazón, pero ella tenía algo que nadie mas le hacia sentir, era algo detrás de ella.
-tengo 30 minutos para llegar y tomar mi café- se dice a sí misma al salir de su apartamento.
Ella entra al ascensor César entra detrás de ella.
-Buenos días César-saluda Casandra con una gran sonrisa.
-buenos días- responde César, sin poder verla bien a la cara.
-te que te vaya bien- le dice al salir del ascensor y salir del edificio rumbo a su trabajo.
César abrió la puerta de su auto y partió del lugar.
-que lindo auto tiene- dice al verlo arranca, ya que ella volteo a verlo.
El día marcha de forma normal en el trabajo de Casandra, los clientes van y vienen del restaurante donde ella es la gerente.
Casandra lleva la supervisión de todos las áreas y tres veces por semana le rinde informes a su jefe.
Cuando llegan esos días, Casandra cambia a una Casandra menos risueña y la tristeza vuelve a sus ojos.
-buenos días señor Thomas- saluda al igual que cada empleado.
-vamos al despacho- dice Thomas al ver a Casandra.
-S-Sí, señor- ella obedientemente lo sigue al despacho.
La razón de su tristeza es que Casandra trabaja para su tío, el señor Thomas es la única familia que le queda. Nunca ha contado con la confianza sino es de su tío Thomas.
-siéntate aquí mi reina- le indica el señor Thomas a casandra para que ella se siente en sus piernas.
-si, señor-ella se sienta en sus piernas y se queda quieta.
-Dale un beso a tu tío- le toca los labios y recibe su beso y él acaricia su espalda y con la otra mano sus muslos.
-¿Cómo estás tío?-con una sonrisa forzada.
-estoy muy bien y más cuando te tengo en mis piernas y siento tus labios- la vuelve a besar y acariciar sus senos.
-vamos a ver los papeles tío- trata de distraerlo y así lograr que no la toque más.
-siempre haces un excelente trabajo- mira los documentos mientras hace cálculos y autoriza con su firma.
Dos horas después el señor Thomas se retiró del restaurante y ella se lavó su rostro y practicó la sonrisa para mostrar a los demás, era fachada que mostraba los últimos 10 años.
Todo inició con la muerte de su familia. El accidente terminó con la vida de sus padres, hermanos y su único abuelo con vida.
Ella a la edad de 12 años se quedó a cargo de su tío y su familia, pero nadie supo que él meses después comenzó a tocarla y a exigir su silencio.
Al finalizar sus estudios de secundaria ella fue entrenada para manejar los restaurantes de su tío, hasta quedarse de forma fija en el restaurante de la zona de Alta Vista.
-Buenas noches Casandra- dice Cesar al notar la oscuridad en todo el cuerpo de Casandra.
-buenas noches- respondió una desanimada morena al responder a César.
-¿Cómo te sientes?-preguntó César al ver sus tristes ojos.
Ella en años no había escuchado esa simple pregunta de forma tan dulce como lo expresó César.
-es-estoy bien- respondió Casandra sin verlo a los ojos.
El ascensor se abrió y ambos salieron a sus puertas.
Ella entró de inmediato, pero César notó que no llevaba la bebida fría y menos la bolsa negra.
Al entrar César se paró frente a la puerta de cristal de su balcón para poder apreciar a Casandra.
-esa aura oscura la cubre completa, no está detrás de ella, porque hoy está en todo su cuerpo?- se preguntaba Cesar.
Justo cuando César se detuvo frente al cristal apareció ella, aun con su uniforme abrazando sus piernas y su llanto alimentaba la oscuridad que la rodeaba y la ahogaba más y más.
Verla así llenaba su corazón de dolor e impotencia.
-vamos Casandra, despierta, trata de descansar- decía Cesar en forma de susurro.
En la casa de Casandra estaba la tristeza, la desilusión, la soledad y la pregunta de siempre...¿Porqué?.
-iré a bañarme, mañana será otro día y gracias a Dios él no volverá en unos días- se levanta y va dejando su ropa en el suelo a medida que camina.
César por su parte las personas lo veían como alguien solitario, muy desconfiado, era una persona que prefería evitar el roce de las personas y por eso era señalado como raro, y que era Germofobico.
Los días y las semanas eran igual, las mañanas eran para saludar y despedirse, pero las noches dependían de la oscuridad que cubre su vitalidad.
-Está claro que Casandra tiene menos deseos de vivir- dice César al ver la vitalidad y los deseos de vivir- debo hablar con ella.
Cesar conoce bien lo que ve en Casandra, en los años de su adolescencia veía algo parecido en su hermana mayor, pero a diferencia de hoy en día, él evitaba mirar esa cosa oscura junto a su hermana y von el paso del tiempo cubría todo su cuerpo y se alejaba de ella por miedo, hasta que un día la encontro sin vida, ella se quitó la vida y poco a poco veía como esa cosa oscura se alejaba con una visible sonrisa en su rostro.
A partir de ese momento temía ver a las personas, ya que esa sombra estaba sobre varias personas, pero Casandra lo hizo recordar a su hermana y despertó un interés importante en él.
-buenas noches- responde Casandra al saludo de César, sale del ascensor y antes de abrir su puerta, César la toma de la mano y entra al apartamento de ella.
-no te dejaré sola- le dice al cerrar la puerta detrás de él.
-por favor, no me hagas daño- respi de una asustada Casandra.
-Casandra, eso jamás- César la abraza y le susurra al oído- aquí estoy, no estás sola, sé que estás triste y sé que las ganas de vivir se están agotando.
Casandra, corresponde al abrazo y rompe a llorar al rodear con fuerza el cuello de César.
-Sé que sientes tu cuerpo cada vez más pesado, sé que caminar es cada vez más difícil, respirar pierde el significado y solo deseas encontrar el porqué a tu existencia- todo esto lo dice mientras acaricia su cabello y ella agota sus reservas de lágrimas en el hombro de César.
Sentados en el suelo ella se calma y ve a los ojos a ese pelo castaño que gusta a ella está en el suelo con las manos de Casandra en las suyas.
-Porqué me ayudas? ¿Por qué estás aquí conmigo?- pregunta una curiosa y descansada Casandra.
-te diré la verdad de mi soledad- de responde César- no soy germofobico y menos un solitario por gusto, solo soy un cobarde que escapa de la oscuridad, veo como la depresión y tristeza en las personas y como su deseo de vivir se les agota.
La morena baja su mirada reconoce que ella perdió las ganas de vivir.
-mírame y no encuentra la luz en mí- dice César al sostener las mejillas de Casandra- aqui estoy para ayudarte a vivir y no perder esa hermosa sonrisa, encuentra en mis ojos eso que anhelas, por favor- los ojos de César se tornan aguados, al remor de su rechazo.
Casandra recuerda lo que ella perdió y lo que desea tener, eso que sintió poco a poco fue apagando en ella para convertirla en su marioneta vacía y que ha manejado a su voluntad.
-ayúdame, César- la morena acaricia la mejilla del peli castaño y este a su vez acaricia su manos cerrando sus ojos- sonríe para ti, Casandra, sonríe para mí también.
Una sonrisa se dibujó en sus labios entre lágrimas y su cuerpo fue sintiendo menos y menos peso.
César alzó su mirada y notó como la oscuridad se llenaba de ira mientras se alejaba del cuerpo de Casandra.
Ambos se levantaron del suelo tomado de las manos y una calidez rodeó el cuerpo de la morena hasta recordarle que es ser un ser humano.
-Ella caminó con César hasta el baño y sin dejarlo ir se quedó en ropa interior y tomó un baño en la tina sin soltarlo de sus dedos.
-No me dejes sola por favor, fueron las palabras que dijo antes de quedarse dormida en la tina.
César tomó en sus brazos a Casandra y la envolvió en una toalla, la acostó con cuidado en su cama mientras él continuaba vigilando que la oscuridad no pasará de la puerta.
-olvida a Casandra ella no será devorada por ti hoy ni nunca más- dijo César sin dejar de mirar a la morena que descansa en la tranquilidad y paz que recibe de César-olvida este cuerpo lleno de luz y vuelve de donde saliste, retorna a tu creador.
La oscuridad que es producto de los abusos constantes de su tío Thomas, busca su hábitat de origen.
Al día siguiente Casandra despierta, pero la sensación es única, su visión puede percibir mas luz que nunca, al voltear para ver su mano que se siente ocupada, ve a César sentado en el suelo, con su brazo apoyado en la cama y dormido sobre él mientras sostiene su mano. La sonrisa que se dibujó en el rostro de la morena muestra una felicidad y alivio jamás antes sentida.
-Buenos días César- dice Casandra al acariciar el rostro del peli castaño.
César despierta de golpe- discúlpame y buenos días- se ponía de pie y luce avergonzado.
-César, ven aquí- ella da palmaditas en la cama- sube a la cama y descansa un poco más junto a mi por favor- regalando una gran sonrisa.
-caso no te molesta?
-eres mi ángel, mi luz y mi salvador- ella al tenerlo junto a ella acostado en la misma cama, lo abraza.
Desde ese día Casandra no se alejó de la luz, César de la soledad y el temor, todos tenemos esa luz al final del túnel y un motivo para vivir y ser feliz.