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La Falsedad Del Amor

La Falsedad Del Amor

Status: Terminada
Genre:Amor tras matrimonio / Síndrome de Estocolmo / Atracción entre enemigos / Venganza / Venderse para pagar una deuda / Amor-odio / Completas
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Crisbella

Soy Anabella Estrada, única y amada hija de Ezequiel y Lorena Estrada. Estoy enamorada de Agustín Linares, un hombre que viene de una familia tan adinerada como la mía y que pronto será mi esposo.
Mi vida es un cuento de hadas donde los problemas no existen y todo era un idilio... Hasta que Máximo Santana entró en escena volviendo mi vida un infierno y revelando los más oscuros secretos de mi familia.

NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo X Un angel en medio del caos

Punto de vista de Lorena

​El silencio en la mansión era ensordecedor, roto únicamente por el tic-tac del reloj de la estancia que parecía marcar el ritmo de mi agonía. Desde que Ezequiel salió disparado hacia la mansión de ese hombre, la paz se había evaporado de nuestras vidas. Mi esposo había ido a rescatar a nuestra hija de las garras de un desquiciado que no ocultaba sus intenciones de venganza, y yo me había quedado aquí, atrapada entre cuatro paredes que de repente se sentían demasiado grandes y vacías.

​Las horas pasaban con una lentitud tortuosa. La noche se volvía cada vez más cerrada, y el frío que se colaba por las rendijas parecía un presagio del horror. Mi mente no dejaba de proyectar imágenes terribles: un accidente en la carretera helada, un enfrentamiento violento... o algo mucho peor. Sabía de lo que era capaz el odio de un Santana.

​De repente, la vibración de mi teléfono sobre la mesa de centro me hizo saltar. Un número privado.

​Con las manos temblorosas y el corazón en la garganta, contesté al primer segundo.

​—¿Ana? ¿Ezequiel? —mi voz fue un hilo de esperanza.

​—Señora Estrada —respondió una voz masculina, plana y carente de cualquier emoción—. Le hablo solo para informarle que su esposo está siendo trasladado en este momento a la Clínica del Norte. Le sugiero que se dirija hacia allá de inmediato.

​—¡Espere! ¿Qué pasó? ¿Dónde está mi hija? ¿Ana está con él? —grité desesperada, pero el único sonido que obtuve de vuelta fue el tono de la llamada finalizada.

​El móvil resbaló de mis dedos. Me quedé helada, mirando hacia la nada. Ezequiel estaba en el hospital, y el hecho de que no mencionaran a Anabella me dio la respuesta que más temía: ella seguía en manos de Máximo Santana. El cazador ya tenía su trofeo, y ahora empezaba el desmantelamiento de nuestra familia.

Punto de vista de Máximo

La mañana siguiente llegó envuelta en un torbellino. Emilia, mi nana —la mujer que recogió los pedazos de mi vida tras la tragedia de mis padres—, había regresado de su descanso. No tardó ni cinco minutos en enterarse de que el silencio de mi mansión había sido profanado.

—¿Es cierto que hay una joven en la habitación de invitados? —preguntó entrando en mi estudio, ignorando cualquier saludo.

—Al menos pregunta si estoy bien, nana —dije, acercándome para rodearla con un abrazo que ella recibió con rigidez.

—Dime... ¿acaso es tu novia? —Una luz de esperanza brilló en sus ojos.

Comprendí que mis empleados no se habían atrevido a darle los detalles. El miedo que me tienen suele ser un excelente filtro para los chismes.

—Esa muchacha no es nada mío —respondí, recuperando mi tono cortante—. Es la hija de Ezequiel Estrada. Está aquí para pagar por los crímenes de su padre.

El rostro de Emilia se contrajo en una mueca de dolor. Ella siempre había temido que yo terminara consumido por el rencor, pero ver que pretendía usar a una inocente como moneda de cambio fue demasiado para ella.

—No estoy de acuerdo con esto, Máximo. Esa niña no tiene nada que ver con las decisiones que tomó su padre...

—¡Yo tampoco tuve nada que ver! —estallé, y la rabia me quemó la garganta—. Mis padres no eran culpables de la avaricia de Estrada y, aun así, terminamos pagando una deuda que no nos correspondía.

—Te entiendo, hijo. Pero la venganza es un camino sin retorno. Iré ahora mismo con esa joven y ordenaré que la lleven con su familia.

No podía contradecir a Emilia. Ella era mi segunda madre, la única autoridad que reconocía en este mundo. La vi salir decidida a liberar a mi presa. Por un segundo, sentí un impulso irracional: quería detenerla. Sabía que si Ana cruzaba ese portón, Ezequiel la mandaría al otro lado del mundo y mi venganza se quedaría incompleta. O tal vez, era algo más oscuro lo que no quería dejarla ir.

Fui tras Emilia. Al llegar a la habitación, la encontré al borde de la cama, aterrada.

—¡Esta niña está ardiendo en fiebre! —exclamó.

Me acerqué y puse mi mano sobre la frente de Ana. Su piel parecía lava. La hipotermia del exterior y el choque emocional habían pasado factura.

—No te quedes ahí parado. ¡Llévala a la regadera! —ordenó Emilia—. Hay que bajarle la temperatura de inmediato.

La cargué. Su cuerpo se sentía pequeño y frágil entre mis brazos, como un pájaro herido. Sin importarme mi propia ropa, me metí con ella bajo el chorro de agua fría ante la mirada atónita de mi nana.

—Llama al doctor Salvatierra. Dile que es una emergencia. Lo quiero aquí en diez minutos —ordené con una firmeza que ocultaba una punzada de preocupación que me negaba a reconocer.

Nos quedamos solos bajo el agua. El rostro de Ana, encendido por la fiebre, era de una belleza dolorosa. Sus labios, antes vibrantes, ahora lucían pálidos y entreabiertos. Pasé mi pulgar sobre ellos, sintiendo su calor, y por un instante el odio se disipó, reemplazado por una tentación peligrosa. Me incliné hacia ella, pero justo entonces, un susurro brotó de sus labios.

—Agustín... ayúdame...

Retiré la mano como si me hubiera quemado. La ira regresó con la fuerza de un tsunami, recordándome quién era ella y por qué estaba aquí.

—El doctor está en camino —anunció Emilia entrando al baño.

—Ya le bajó la fiebre —dije, apartando la mirada y saliendo del agua con la ropa empapada y el corazón blindado de nuevo—. Llévala a la cama. Quítale esa ropa mojada.

Salí de la habitación para que Emilia la cambiara. Necesitaba controlarme. Había traído a esa mujer para destruirla, no para caer en la red de sus ojos miel ni para dejarme conmover por su delirio. Ella era el enemigo, y en la guerra no hay espacio para la piedad.

Fui directo a mi habitación, dejando un rastro de agua sobre la alfombra por mi ropa empapada. Me encerré entre mis cuatro paredes, jadeando, intentando controlar al animal que rugía dentro de mí; esa bestia que amenazaba con salir y destruir todo a su paso.

No sabía si mi furia era contra los Estrada, contra el imbécil de Agustín que ella invocaba en sus sueños, o contra mí mismo por haber sentido, aunque fuera por un segundo, la necesidad de protegerla. Golpeé la pared con el puño cerrado, sintiendo el dolor físico como un ancla a la realidad.

Ella era mi prisionera. Mi instrumento. Nada más. Pero mientras me despojaba de la ropa mojada, el calor de su cuerpo contra el mío seguía quemándome la piel, recordándome que, en este juego de sombras, el cazador también podía terminar consumido por el fuego.

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neumidia ruiz
👏👏👏👏bien verdad al descubierto
neumidia ruiz
ya sabía yo que había un traídor y mira es linares
neumidia ruiz
oh vaya está fuerte este capitulo
neumidia ruiz
tienen que ser prudentes y estratégicos , si es posible estar a un pasos adelante
neumidia ruiz
muy inteligente Máximo ,te estoy empezando amar Máximo 😂😂😂
neumidia ruiz
Guao renació de l amor ojalá sea fuerte para que se sostengan ante la turbulencia que viene
neumidia ruiz
uff me voy a comer las uñas , demasiado misterio con esos tres hombres,pienso que no son inocentes alguien allí ejecutó algo para tender una trampa
neumidia ruiz
madre mía pobre Ana me imagino si corazón a mil por horas
Elilu 🇲🇽
era lógico que iban a unirse los conspiradores , ahora resulta que Santana es el malo del cuento. no señores paguen por sus pecados espero Max no se ensucie las manos con esas ratas.
Margalenis
buenos los capítulos lo que no me gusta es q así como la quiere también busca hacerle daño a como se lugar
Maggi González
y Ana va a ganar esa apuesta, algo me dice qué él está equivocado!!
Elilu 🇲🇽
jajajja si tú crees que eso pueda ser posible entonces cambia de táctica porque a este paso ella morirá virgen.
Elilu 🇲🇽
uyyy ya empezaron las intrigas pinta bien está novela
neumidia ruiz
👏👏👏bien descarado el Agustín , vil solo quería jugar con Ana ,como te quedó el ojo Agustín 🤣🤣🤣
neumidia ruiz
ay Máximo será que la pierdes uy sería triste
neumidia ruiz
👏👏👏👏bien por ti Máximo que bueno que no lo hiciste
Nancy romero
Que hombre tan estupido
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
No tiene nada de orgullo porque lo primero que hubiera hecho es ignorarlo así se muera por dentro pero fue hacer el ridículo por hombre que no vale la pena
neumidia ruiz
HA descarado madre de tus hijos Máximo ya estás trastocado de amor y no te diste cuenta, soldado caido 🤣🤣🤣🤣
neumidia ruiz
guao está colapsada 😭
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