EL TIRANO DEL IMPERIO QUIERE CASARSE CONMIGO

En cuanto Seth se marchó Tess pudo concentrarse en lo que debía ver en el territorio de su padre, por lo que pasaba menos tiempo en la mansión en donde Katherine la buscaba incansablemente, pero fallaba en el intento, hasta que un día su madre amaneció con dolores por lo que tuvo que quedarse en la mansión.

-Estoy muy nervioso - dice el padre de Tess quien no dejaba de ir de un lado a otro.

-! Calma padre ¡... Mi madre estará bien..

Tess abrazaba a su padre para darle algo de consuelo y esperar noticias sobre su madre.

Como tal dijo Tess la partera y el médico salieron dando la noticia que su madre había tenido dos gemelos.

-¿Qué fueron? - pregunta Tess mientras sostiene a su padre quien casi se desmaya

-Fueron dos niños - menciona la partera para ser rectificado por el doctor, quien los felicito.

Tess sujeto fuerte a su padre para que entrara primero y mirara su creación y felicitara a su mujer, quedando ella en la sala, junto a Katherine, quien aprovechó para acercarse a ella y decirle.

-Tess,¿sigues enojada conmigo? - pregunta Katherine quien daba unos pasos hacia la joven

-Quédate donde estás... - indica Tess quien la mira seriamente - Ahora que mi madre esta delicada quiero que te marche de la mansión... No quiero que cause más escándalos como los que has causado.. - menciona fríamente

-Pero.. - no termina de decir Katherine quien observa a Tess enojada y con un aura asesina qué antes no había visto en ella.

-Quiero que entiendas que tú y yo ya no puede haber amistad, de ninguna manera, y que tampoco quiero que sigas insistiendo en que socialice con el duque..

Katherine quien reía, miro a Tess para decirle.

-Si ya sé que desprecias al Duque porque tienes gustos bastante peculiares.. Mejor dicho te gusta la sangre plebeya..

Tess no dejo que siguiera hablándole así cuando le dio semejante bofetada que hizo que la joven fuera a dar hasta el suelo, mientras se sobaba su mejilla y miraba a Tess.

-Toma tus cosas y lárgate no quiero que vuelvas por aquí.. Y ni quiero que vuelvas a atravesarte en mi camino..

Katherine se levantó para salir de ahí, donde Tess la miraba irse y soltar un resoplido para ver salir a su padre quien le pedía que entrara a ver a su madre y a sus hermanitos.

Tess entró a la habitación observando como su madre cargaba a uno de los bebés para darle de comer mientras el otro lo sostenía su padre, ambos bebés eran hermosos y muy parecidos a sus padres más ese cabello negro que los caracterizaba.

Por otro lado, Seth quería regresar por la joven, pero a la vez su conciencia decía que debía hacer las cosas bien antes de traer consigo a la joven por lo que decidió apresurar sus pendientes para poder hacer lo que le mencionó a la joven.

Los días habían pasado en la finca del Barón, padre de Tess quien estaba feliz pues sus bebés tenían días de nacidos, Tess quien sabía que su padre estaría mucho tiempo emocionado decidió ella encargarse de los asuntos de los huertos, así como de los sembradíos, así como de los negocios, los mismos que la tenían ocupada, hasta que una carta le llego inesperadamente.

-Señorita aquí están las cartas que acaban de llegar..

Menciona el mayordomo, quien las coloca en la mesita de centro, pues Tess está cargando a uno de sus hermanos por lo que su madre sujeta el paquete.

-Creo que has realizado bien tu trabajo hija, los comerciantes han mandado cartas de invitación, así como de - la madre de Tess se queda callada al ver un sobre negro con el sello imperial, por lo que mira a su esposo e hija. - Esta es del Emperador..

-Mm del Emperador y porque debería haber una carta para mí de él.. - responde Tess nerviosa porque durante los días que ha estado ahí, escucho rumores o más bien verdades de como es el Emperador, y para nada es su tipo, un hombre sangriento qué mata a quien él quiera la verdad mejor es alejarse, observa que su madre saca la carta y la lee para temblar - ¿Qué dice mama?...

El Barón sujeta la carta y mira a su hija, para decirle.

-El Emperador mandó una propuesta de matrimonio a nuestra familia y una invitación para que ti...

Tess ríe un poco nerviosa y cargando a su hermano dice.

-! Yooo¡... Debe de haber una equivocación.. Yo ni lo he visto y ni lo conozco.

Observa a sus padres callados y dice.

-Tengo que asistir por nuestra familia.. - mira las caras tristes

-Sí, debemos de cumplir lo que él dice o de lo contrario matará a toda nuestra familia.

A Tess no le gustaba esto, pero tampoco dejaría que muriera la única familia que conoce aquí y quienes la han tratado como princesa y menos que muriera estos angelitos hermosos, por lo que decidida dijo.

-Está bien acepto, iré a casarme...

El Barón iba a objetar,, pero la joven lo detuvo, para decirle.

-No te preocupes padre, ahora mismo tienes que cuidar de madre y de mis hermanitos.. Así que no te preocupes.. Yo estaré bien y les mandaré una carta cada semana... - mira al mayordomo y a la criada - preparen todo hoy mismo regreso a la ciudad..

Los empleados se movilizaron solo para arreglar una pequeña meleta, ya que Tess decidió viajar a caballo pues así solo demoraría unas horas mientras qué en carruaje se habría todo el día.

Su caballo ya estaba listo por lo que subió sin antes despedirse de sus padres y de sus hermanitos.

-Cuídate Tess.. - dijo su padre gritándole para despedirse con la mano, mientras la joven apresurada a sus guardias y al caballo.

Tess no se detuvo ni a la posada ni a descansar, su miedo era tanto que no la deje a sentirse cansada, hasta que miro las luces de la ciudad imperial, por lo que detuvo un poco el andar del caballo, mirando a sus guardias quienes la escoltaron hasta la mansión qué estaba en la ciudad, donde fue recibida por la jefa de sirvientas, puesto que el mayordomo se quedó con sus padres.

-Señorita Tess..

-Hola, Ana... - saluda la Joven entregando sus guantes y su saco para montar - Para mañana quiero que me ayudes a arreglarme, iré al palacio imperial..

La sirvienta asintió para decir.

-Entiendo joven señorita, en su habitación ya hay agua caliente si quiere tomar un baño...

Tess solo agradece para subir hasta su habitación en donde cierra la puerta detrás de ella y comienza a desabogonar su camisa hasta que nota algo o alguien en la habitación por lo que revisa toda pero no hay nada.