MI LOBINO AMOR

#HECTOR

La inyección que me pusieron me estaba haciendo sentir mal. Tenía escalofríos, me sudaba la frente, no sabía si tenía frío o calor.

-ESO TE PASA POR HACERTE EL ENFERMO. Me reta Dante.

-NO ME REPROCHES, NO PUEDO SEGUIR ASI, ESTO QUE ME MOVILIZA ALEX HACE QUE COMETA LOCURAS. Le digo suspirando.

-DEJA QUE LE ENVIE MENSAJE, A VER QUE ME DICE. Me comenta dirigiéndose a buscar su celular.

Me recosté al sentir que me dolía la cabeza y la vista se me nublaba.

Al rato viene Dante.

-Segun me dijo puede ser efecto de la inyección. Me comenta y me mira preocupado, me toma la temperatura y le envía mensajes a Alex para que le diga que hacer y como no le respondía le llamo y puso en alta voz para que yo escuché también.

Dante le dijo lo que tenía y le mintió que no había una veterinaria disponible, ella le indico que me ponga paños fríos.

En eso escuchamos como la increpa, su media hermana y se corta la llamada.

Al escuchar que la maltrate me hirvió la sangre del coraje, me levanté.

-No estás bien, no puedes ir así. Me indico Dante.

-No puedo quedarme tranquilo. Le respondí.

-Te llevo, y te dejo próximo. Me dice tomando las llaves del auto.

Nos dirigimos hacia la casa de su padre, a unos quinientos metros diviso que viene caminando Alex.

-Aqui me bajo. Dijo Dante entregándome el volante y se perdió entre los matorrales.

Me di cuenta que ella venía mirando su celular y atrás de ella a unos metros su ex tenía intenciones de alcanzarla con la excusa de llevarla y así tenerla a su merced.

Me apresure en llegar hasta ella.

-TE PUEDO LLEVAR. Escuché que le dijo su ex con el auto rodando a una velocidad media.

-YA ME VIENEN A BUSCAR. Le respondió con frialdad, ella sonrió al verme.

Estacione próximo y baje estrechandole en un abrazo.

-Estas bien. Le susurro en el oído.

Ella me enredo sus brazos, sentí su mejilla fría y sus manos, apoyó mi mejilla en su cuello, me relaja sentir lo fría que está.

Su ex suspiro molesto, la aleje llevándola próxima a mi auto y la mantuve un momento mas abrazada.

-Estas muy caliente, te sientes bien. Me susurra en el oído.

-Deja que este así un rato, me hace bien. Le dije y de mi salía vapor por tenerla abrazada.

-Me dijo Dante que estabas en un negocio. Me dijo.

Podía escuchar su corazón acelerado, su manera de recibirme sin rechazo me da esperanza que no estoy lejos de conquistarla.

-Si. Vine al recordar que me dijiste de la cena. Le dije.

-Dante me llevo a tu mascota a la veterinaria, estaba solicitando un móvil para ir a ver como está, lo último que supe que tenía fiebre por la inyección. Me comenta preocupada.

-Vamos, así lo vemos. Le digo mintiendo solo quiero tenerla para mí.

La veo tan bella que mis instintos los tengo al borde de fluir, las emociones las tengo alteradas, no puedo soltarla, la mantengo aferrada a mi figura para que no vea el brillo de mis ojos.

-Si, vamos. Me susurra.

La sostengo de la mano guiandola al asiento cuando le abro la puerta, me di cuenta que su ex a lo lejos observaba la escena con su vehículo detenido, pegando el volante con bronca.

-Te puedo pedir sostener tu mano mientras conduzco. Le solicito, cuando subi al vehículo ante el volante.

Ella sonríe mordiéndose el labio y asiente.

-Sentir tu mano así me hace bien. Le digo.

Ella sonríe, sus mejillas se ponen rojas.

-Lo dices porque están frías. Me responde en un susurro y apoya la otra sobre mi mano, me recorre un escalofrío.

-Puedo abusar de tu buena predisposición y te colocas sobre mi. Le digo.

-Ja, ja, no soy una almohadilla fría. Se ríe divertida, capto lo que le quería decir.

-En todo caso conduce. Le digo al sentir que mi temperatura sube.

Ella mira preocupada.

-No se conducir. Paremos en ese local, conseguiré algo para darte. Me dice.

Bajo apresurada y al rato regresa con una botella de agua fría.

-Toma este analgésico. Me dijo, pasandome una cápsula verde junto con la botella de agua.

Mojo su pañuelo con el agua y me lo puso en la frente, ella con ternura me cuida, su manera de ser cada vez me atrae más, nunca nadie se preocupo así por mi. Estuvimos un rato hasta que mi temperatura bajo.

-Te sientes mejor. Me pregunto preocupada al ver que me puse en marcha.

-Gracias a ti. Le respondí, pidiendo su mano nuevamente, me gusta sentir su mano entre las mías, es pequeña y suave.

Llegamos al departamento, no había señal de nadie.

-Se ve que lo llevaron al veterinario. Le comento.

-No te envío algún mensaje. Me consulta ella preocupada.

Me hago el que reviso mi celular.

-No, de seguro debe creer que sigo en mi reunión. Le digo, la observe, tenía lastimada la rodilla.

-Te lastimaste. Le señalo.

-No es nada. Responde apenada.

Me agachó sacándole los zapatos, le indico que se quite la media, ella lo hace avergonzada.

-Tienes raspada la rodilla derecha, deja que te cure, como lo hiciste conmigo. Le avisé.

-No hice gran cosa. Me respondió y sin que se lo espere la alce en brazos.

Ella se sintió sorprendida, su corazón late fuerte, la lleve al cuarto, la recosté en la cama y busque el botiquín.

-Esto te va arder. Le avise antes de apoyar el algodón con el agua oxigenada.

Ella suspiro hondo cuando lo hice, le ardió, pero no se quejo, solo apretó sus labios, su corazón retumba en mis oídos, puedo oir con claridad, aprieta las sabanas entre sus manos.

-Ya falta poco. Le avise colocándole una curita.

-Eres muy amable, como puedo agradecerte. Me dice en un tono que me eriza la piel.

-No debiste decir eso. Digo entre dientes.

Me aproxime de manera lenta no sentí que ella se contraiga o quiera rechazar mi proximidad por lo que me animo a besarla. Inicio colocando mi mano derecha bajo su cintura elevándola más a mi altura y con la izquierda le tomo el rostro uniendola a mi.

Sus labios son tan suaves, tiernos, acelera mis latidos, sostengo mi peso con la mano derecha, al apoyarme por la cabecera de la cama, para no aplastarla, ella desliza con delicadeza sus dedos entre mis cabellos, su sabor es único, su aroma también, me da un cosquilleo por todo mi cuerpo sentir sus manos en mi nuca. Me encanta su temperatura, nos complementamos muy bien, yo estoy ardiendo, como el infierno mismo, ella tiene fría las manos como una helada en pleno invierno, de ese modo la quiero sentir más, quiero saber que otras partes son así, si solo son sus manos.

Alex se endereza sentándose en mi regazo

En eso escucho la voz de Dante junto a Sam que llegan discutiendo la cena.

-CLARAMENTE PEDI EL BIFE CON GUARNICION Y TU SOLICITASTE ESTA HAMBURGUESA. Se le escucha decir a Dante con su voz que retumba.

-NO PUEDES NEGAR QUE SON DELICIOSAS. Le dice Sam.

Alex se puso nerviosa y se tensióno, por lo que le doy un tierno beso.

-No te muevas. Le susurro, ella asiente colorada mordiéndose el labio.

Me dirigi a la puerta y la tranque, ella al ver mi acción sonrió sorprendida.

-Ya no nos molestaran. Le digo.

-No vas a preguntar por tu cachorro. Me dice ella preocupada.

"Enviame un mensaje que dejaste a mi lobo en la veterinaria y vete" le dije mentalmente a Dante.

Se produjo un silencio y al rato se escucha que dice a Dante.

-YA VAMOS A CAMBIAR ESTA MIERDA, SABES MUY BIEN QUE QUERIA ESE BIFE.

- QUEDEMONOS EN EL RESTAURANTE ASI COMES LO QUE QUIERES. Le dice Sam cómplice para dejarnos solos.

En eso me llega el mensaje de Dante.

# Deje a tu mascota en la veterinaria.

Se lo enseñó a Alex que suspira aliviada.

-¿En qué quedamos? Le pregunto volviendo a aproximarme.

El timbre suena y maldigo a mis adentros.

"Quién este interrumpiendo lo mato"

-No vas a atender. Me consulta Alex.

-Se cansará y se irá. Le digo.

-Puede ser importante. Me dice.

En ese momento me llaman a mi celular.

📱Se que estás, abre.

Es la voz de mi padre y corta.

Me quedé helado, no sabía que hacer, tenía a Alex conmigo, no quería que mi padre la descubra.

-No salgas, quedate así, ya vengo. Le dije a Alex.

SUPE QUE TE ENFERMASTE, TE TRAJE MEDICINA, TENGO UNA REUNION. Me dijo serio, estaba apresurado, no pidió ingresar.

-SEÑOR ANTÚNEZ. Apareció Dante agitado junto con Sam.

-Mi padre dijo que venía. Le dice Sam mirando a todos lados en eso divisa que se aproxima en su forma lobina.

-ES UNA REUNION CON LOS DE LA OTRA MANADA, AL PARECER TUVIERON UN ATAQUE, NO ME PASASTE NINGUN INFORME DE TU REUNION. Me dijo serio mi padre.

-Ya nos vamos, no soporto el aroma de los humanos. Dice el padre de Dante, el no quiere al igual que el mío convivir con los humanos.

-TE PASARE A SU TIEMPO, AUN DEBO VERIFICAR OTROS PUNTOS. Le digo a mi padre.

Mientras salimos del edificio para despedirlos.

-No le dirás. Escucho que le dice el padre de Dante.

-DEBES ASISTIR A LA FIESTA DE LA COMUNIDAD, ES TIEMPO QUE FORMES PAREJA, DEBES TENER DESCENDENCIA, ASI NUESTRO LINAJE PERDURARÁ CON EL TIEMPO. Me avisa serio.

Para que soy el Alfa si mi padre me dice que hacer, aunque el sea la máxima autoridad de todos los de nuestra especie, no tiene ese derecho. Pienso molesto.

A Dante no le imponen eso, el decidió no formar parte de la manada.

En eso siento que Alex se aproxima, no dice nada solo mira fijo al padre de Dante, entre los dos se mantienen la mirada, le enseña la mano, quise atajarla temiendo la reacción del padre de Dante que es muy malhumorado, pero para nuestra sorpresa se dejó acariciar.

-Soy Alexandra Eskala. Lo saluda a mi padre.

-Es un placer, he tenido el honor de conocer a su padre. Le dijo mi padre.

-¿Cómo conoce a mi padre? Le pregunto asombrada Alex.

-Esa medalla que llevas se la obsequie. Le respondió.

-Él me contó de un hombre que tenía a su compañero de pelaje oscuro, y así como nosotros apreciamos la vida de los animales, ese hombre vivía en el mismo bosque para cuidarlos de los cazadores que lo hacían por deporte. Y que lo ayudo por lo que le dió está medalla en agradecimiento. Es un honor conocerlo. Le dijo Alex mirándolo a los ojos.

-Fue un placer. Le dijo.

-Debo ir a ver a Débora, Jime tiene un compromiso y sus padres también. Me avisa.

-De nuevo gracias por cuidar de mi compañero. Le dije.

Ella me sonrió y a los demás en un saludo justo que llegaba su móvil para llevarla.

-¿Tu compañero? Indaga mi padre.

-Es veterinaria, se ocupó de mi cuando tuve un incidente. Le respondí.

-Asi que se volvió veterinaria, es interesante. Dijo mirándola.

-La conocías. Le consulte.

-Conoci a sus padres, ellos nos dieron refugio cuando éramos perseguidos por cazadores, en ese entonces su madre anhelaba tener un bebé, y tú madre le dió medicina natural que la ayudaron para que quede embarazada. Me cuenta mi padre.

-Ya debemos irnos. Le insiste el padre de Dante.

Vemos que se alejan y regresamos al departamento.

-No pudimos avisarte, cuando nos íbamos los sentimos próximos. Me dice Dante a modo de disculpa.

-No te preocupes. Le dije pensativo.

-¿Y? Me consulto.

-¿Qué? Le pregunto.

-No hicimos todo esto para que no pase nada. Me dice Dante.

-Solo nos besamos. Le comenté.

-La visita de nuestros padres arruinó el momento. Reflexionó pensativo.

Solo suspiré frustrado, me encerré en mi cuarto y hundí mi rostro en la almohada donde quedó impregnado el aroma de Alex. Si no venía mi padre la tendría ahora conmigo pienso suspirando.

Antes no quería saber nada o no me atraía la idea de una compañera, pero ahora al tener a Alex, solo pienso que ese lugar lo ocupe ella.