Nunca Supe Ver Quien Eras

Lo vi dar un paso atrás y al no moverme de donde estaba simplemente tomó mis labios como si fuera a írsele la vida si no lo hacía, cada beso está lleno de necesidad de pasión, de necesidad, era como si lo deseaba y ahora que me tenía no me dejaría ir.

Se detiene y me mira fijamente a los ojos, su dedo recorre el lateral de mi cuerpo y mi respiración se acelera con solo tenerlo cerca, su dedo comienza a recorrer mi pecho generando un millón de sensaciones en mi cuerpo.

Para después a tocar cada parte de mi cuerpo mientras mis manos se aferran a su cuello dejándole hacer lo que quiera conmigo, me carga y yo cruzo mis piernas por su cintura, me coloca en la mesa y toma mi ropa interior lanzándola al piso.

-¿Eres virgen? – pregunta y yo niego

-Que bien, tal cual como la pedí – dice antes de volver a besarme

Introduce un dedo en mí, luego otro y mis gemidos comienzan a inundar el lugar, cada vez quiero más y más de él, hasta que alguien toca la puerta, nos quedamos en silencio y escuchamos que vuelven tocar, es cuando el responde.

-Vic, no quiero que estes molesto conmigo, traje tu sushi favorito como ofrenda de paz, comamos juntos – rezo a todos los santos para que Nika no haya escuchado nada

-Ya voy, ve si tu amiga llegó e invítala a comer, creo que vi su horroroso auto afuera – su voz suena más ronca que de costumbre y yo lo veo asombrada de su tranquilidad

-¿Estas bien? – pregunta Nika

-Si, estoy terminando algo, ya voy para allá – no aparta la mirada de mi y me hace una seña para que no haga ningún ruido

-Ya la llamo – escuchamos los pasos de Nika alejarse y ahí es cuando me suelta

-Que suerte tienes corderito, casi, casi te come el lobo – lo veo meterse uno de los dedos en la boca saboreándolo

-Que bien sabes… estoy pensando en si dejarte ir o terminar de comerte – mi mente toma control de mi cuerpo y casi salgo corriendo de allí

-Se te queda algo – lo veo con mi panty en su mano

-Creo que mejor la guardo de recuerdo – lo veo metérsela en el bolsillo y salgo corriendo de allí

Subo las escaleras a mi habitación sintiendo un nudo terrible en el pecho y encuentro a Nika en el camino.

-¿Qué te sucede?, te ves alterada – me mira con cara de preocupación

-Nada, todo, no sé, son tantas cosas – comienzo a decir incoherencias y ella me da un abrazo que casi me hace llorar

-Vamos a comer, sé que mi hermano puede ser un idiota de la mas alta estirpe, pero no dejes que lo que te dijo esta mañana te afecte, para mi eres muy importante y siempre lo serás – si supiera que en este momento lo que menos pienso es en eso

De todos modos, acepto sus palabras y voy con ella a comer, cuando llegamos él está allí con una actitud que me deja tiesa, como si no hubiera pasado nada y como si nada le afectara.

-Hola amiga de Nika – me saluda como si no hubiera pasado nada entre los dos hace algunos minutos

-Hola – es lo único que sale por mi boca y veo a Nika haciéndole una seña que lo hace respirar profundo

-Quiero disculparme por las palabras de esta mañana, debí hablar con mi hermana sin inmiscuir a terceras personas en nuestra pequeña discusión, espero que no tomes a mal las palabras que te dije, eres bienvenida en esta casa y al ser importante para mi hermana eres importante para mí – se notaba el fastidio que le daba decir esas palabras

-¿Es suficiente o quieres que le diga algo más? – le habla esta vez a Nika y ella le levanta el pulgar

-No te preocupes, de todos modos, creo que estaba muy emocional esta mañana – él tenía una sonrisa de lado que hacia que mi calor interno creciera

-Se me olvidó traer las bebidas – comentó Nika antes de levantarse e ir a la cocina dejándonos solos

-¿Aun estas sin ropa interior?, debes sentir un poco de frio al estar así – su voz se escuchaba de una manera tan natural que parecía que hablaba del clima

Yo por mi parte creo que me puse de todos colores y cuando entró Nika no podía verla a la cara, me sentía terrible y no sabía exactamente porque, si ella supiera que su hermano y yo estuvimos a punto de dejarnos llevar por nuestro deseo seguro que ella saltaría como una posesa.

Comimos y al terminar me fui a mi habitación, me sentía incomoda estando tan cerca de él y me parecía que al no decirle nada a mi amiga le estaba ocultando algo importante, por lo que me quedé dormida dándole vueltas al asunto.

Al día siguiente me levanté temprano y el aún no había bajado, a lo mejor ni siquiera aparecería, de todos modos, la semana anterior había estado viajando, por lo que me puse mis audífonos y comencé a escuchar música mientras ponía a hacer el café.

Cuando voltee para esperar él estaba allí, tenía su mirada intensa sobre mí, en verdad me sentía como un cordero que era asechado por un lobo feroz y lo peor es que no me daba miedo, ese hombre me gustaba y toda su actitud me tenía encantada.

Se levantó y se dirigió hacia mí, lo tenía justo enfrente y me quitó uno de los audífonos para ponérselo él, tenia esa sonrisa que decía tantas cosas y de pronto me tomó por la cintura colocándome sobre el gabinete para después besarme apasionadamente.

Cada beso, cada caricia me hacia querer más y más, sus manos se metieron debajo de mi franela haciendo que pudiera sentir su roce en mi piel.

-Si seguimos así no creo que te deje ir, te encerraré en mi habitación y te daré el mejor sexo de tu vida hasta que me aburra de ti – lo escuchaba y no creía lo que decía

-Definitivamente la humidad no es lo tuyo – le respondí

Uno de los guardias entró a la cocina y pude ver como se daba la vuelta para no mirarnos.

-Señor, lo buscan – dijo el hombre mientras nos daba la espalda

-La persona que vino anoche – respondió el guardia y salió de ahí

-Si quieres que terminemos esto te espero esta noche en mi estudio, no puedo seguir en esto – lo vi salir de la cocina

Fui detrás de él sin que se diera cuenta y lo vi hablando afuera con una mujer, por lo que entendí mientras yo me moría de ganas de estar con él, él estaba con esa chica matando sus ganas y la estaba enviando a su casa.

No voy a ir a su estudio, no pienso convertirme en una más en su vida.