Sangre Rubí

Los últimos tres días habían sido… intensos.Demasiado intensos.

La presencia de los vampiros vigilante, los movimientos discretos a lo lejos, incluso las sombras que parecían seguirme por los pasillos de la academia, eran imposibles de ignorar. Me esforzaba por concentrarme en mis clases y exámenes, pero cada vez que alzaba la vista, sentía que alguien estaba observando.

Richard y mis hermanos me habían advertido: “Mantente alerta. No bajes la guardia ni un instante”. Claro, ellos pensaban que yo estaba preocupada o asustada. La verdad: disfrutaba la tensión. Me recordaba a un entrenamiento de caza, y me encantaba.

Aquel tercer día, mientras terminaba un examen de Historia, algo captó mi atención.

Un hombre.

Pelo negro, impecable, postura arrogante. Estaba sentado en mi moto frente a la academia, con los brazos cruzados, observándome.

Mi primera reacción fue rodar los ojos, Era él, lo sentía por su olor y sus Malditos ojos, desde la ventana lo observé, estuvo todo el día en la misma posición

– Debe ser de nalgadas chatas por lo cómodo que está sobre mi hermosa moto– gruñido

– ¿Será algún admirador? Se ve muy grande Ev…

Clara quien lo noto, sentía escalofríos, y como no si el idiota en un muerto en vida.

– Un idiota pervertido.

Exclame, pero no dude en mandar mensajes a mis hermanos, hoy tenían exámenes y entrenamientos en sus deportes, no creo que lo vean, pero por las dudas ya les dije que los amaba.

Cuando salí de la clase, él seguia apoyado contra mi moto, con esa mirada que parecía desafiar cada fibra de mi ser.

— Hola.. Evelyn Heartwol —dijo con un tono que mezclaba diversión y desprecio—. La pequeña finalmente sale a la luz.

— Largo. —respondí cortante, cruzándome de brazos mientras lo rodeaba con indiferencia.

Gabriel sonrió– ¿ Qué.? Disculpa

– El sol te quemo los oídos.. - sonrei sindica – Levanta tu trasero de mi moto y vete. Lo que sea que quieras no me interesa.

—¿Ah, no? Qué pena… esperaba que al menos mostraras algo de miedo.

—No veo por qué debería —le dije, con una sonrisa sarcástica—. Que mandes a que me sigan como enfermo no me asusta.

Se inclinó ligeramente hacia mí, con esa arrogancia que hacía que todos los que lo veían retrocedieran sin darse cuenta.

—Eres… insolente. Interesante, pero insolente.

—Que lindo. Es lo que siempre me dicen —le respondí sin dudar, subiéndome a mi moto

– Debes venir al Clan.

Prendí la moto y le mostré el dedo mientras tomaban tumbo.

– Mi señor… ¿La seguimos? - pregunto Ilay, él asintió con una sonrisa torcida

"Más que interesante bruja " subió a su auto, siguiendo su camino, Evelyn llamaba a su padre diciendo que estaría en casa y que prepare las armas, apurando más el acelerado.

' Tus hermanos están camino, Evelyn. No lo provoques '

Rodé los ojos– Sí papá – Solo dije cortando la llamada en el semáforo de la esquina.

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En minutos, llegué a la entrada, enyre a paso firme y me baje, el auto negro llego con la camioneta de mis hermanos. Richard salio de inmediato, armas discretas en manos y ojos atentos.

—Príncipe Gabriel… —con la voz baja y firme, sin moverse demasiado.

《 No me jodas el maldito príncipe del Clan, autor asintiendo el ego gigante. Igual a su padre 》

Gabriel sonrió, lento, evaluando cada movimiento de mi familia.

—Richard… Necesitamos hablar.

—No quiero problemas. Esta es nuestra vida ahora, tu lo debes saber.. Nos estuviste vigilado por más de una semana.

—Si, Mi padre oculto bien su información, y fue más que difícil encontrarlos —replicó Gabriel, sus ojos fijos en mí— Sabes que no puedo rechazarla. Ella debe irse conmigo.

—No estoy interesada, Porque no vas con tus plásticas- olfateo con asco su semblante – Porque carne usada.. Solo se desecha Príncipe..

— A mí nadie me habla así… Niña —dijo él, con un tono frío, calculador, que apenas contenía diversión.

Marcus ya me estaba agarrando el brazo al verme furiosa, Mi padre se puso en medio de el portón y nosotros.

—. Que mal, rompi tu corazon viejo malcriado.

Gabriel arqueó una ceja y se dio un paso atrás, observando a mis hermanos con una sonrisa medida.

—Familia… protectora. Admirable. Pero inútil si no hablo con ella directamente.

Richard avanzó un poco más, sin cambiar el tono.

—Sin provocaciones. Sin Armas. Sin colmillos ni..– me miró a mi — Dientes y uñas.

Lo dejo entrar, sin mostrar miedo, mientras mis hermanos se posicionaban estratégicamente alrededor de la sala. Gabriel se detuvo en el centro, observo con curiosidad nuestra casa.

– Dime… ¿Trato de hacerte algo? - susurro Lucían en mi oído, solo negué

Gabriel se recostó contra la pared, cruzando los brazos, observándome con esa calma peligrosa que parecía leer cada pensamiento.

—Es hora de que regresen al Clan.

Me detuve en seco, frunciendo el ceño.

—¿Perdón? —mi voz era un filo—. No pensamos volver a ese lugar.

—. No se trata de tu elección,hay cosas que no concuerdan con lo que tu padre ha dicho todo este tiempo... ¿ No es así Richard?

Mi corazón dio un vuelco, mire a mi padre quien apretó sus dientes.

—¿De qué habla?

Richard, que había permanecido en silencio, frunció el ceño levemente, como si ya supiera hacia dónde iba la conversación. Mis hermanos intercambiaron miradas, intentando calmarme antes de que mi curiosidad o ira me hicieran estallar.

—Papá —dije, con el tono más firme que pude

– Parece que tu padre y el mío saben algo que no son capaces de decir, y como ami no me gustan los secretos lo averigüe..

– Dímelo.. Papá, no quiero saberlo por el. - dije más fuerte, Richard no me miró, mis hermanos estaban igual– ¿Ustedes también? ¿Marcus?

Mi hermano negó – Nosotros no sabemos nada Ev, estamos igual que tu.

Gabriel dio un paso adelante—Tu padre mintió, Tu madre… aún vive.

Entonces ahí me quedé, congelada , frente a la sala, con un silencio destructivo, Richard no me miró solo lo hacía peor, Mis hermanos estaban igual que yo, Kael y Marcus suspiraron los demás tomaron asiento como si el golpe fue más duro que el silencio.

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