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Plata

Plata

Status: En proceso
Genre:Amor-odio / Apoyo mutuo / Amor en la guerra / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:32.5k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Noveno libro de saga colores.

El reino se tambalea con la llegada de la nueva reina proveniente de una tierra desconocida, Sir Levi, ayudante del rey, emprenderá un viaje para hacer un trato con el gobernante, Eudora, la aspirante espía, insistirá en acompañarle, una tentación a la que el sir no podrá resistirse.

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9. El ataque pirata.

...EUDORA:...

El barco pirata se acercó más y más, ayudados por la corriente. Ante mi vista estaba una nave de velas oscuras y desgastadas. Terminaron tan cerca que ya estábamos frente a frente con el enemigo.

— ¡Abriremos fuego si intentan atacar, los cañones están listos para ser usados, un movimiento y la nave terminará hundida en las frías aguas! — Gritó un hombre que estaba abordo del barco pirata, la flota de esa tripulación se veía descuidada, hombres harapientos y sucios.

Todos tenían armas en las manos, espadas y arcos.

El que gritó si lucía como todo un pirata, con el cabello largo y la barba espesa, un sombrero y ropa de terciopelo.

Esos harapos seguramente eran robados.

El sir se asomó al borde con cuidado e hizo gesto al resto.

Podía ser un engaño, pero al parecer los cañones estaban listos en el casco del barco.

El riesgo era alto, un golpe tan cerca podría ser fatal y todo por no poder dejarlos atrás.

— ¿Quién es el capitán de este barco? — Preguntó el barbudo.

Albert se aproximó al borde.

— Yo soy el capitán.

— ¿Tú? — Se burló el barbudo — Con razón eres tan lento al huir, no eres más que un estirado disfrazado de capitan.

— ¿Qué rayos quieren? — Demandó Albert.

— Lo que tengan a bordo, su embarcación se ve bastante decente — Observó el barco, mientras subía a la baranda, aferrándose a las sogas — Admito que podría matarlos a todos para quedarme con ella.

— Adelante, inténtalo — Resopló el sir, sin una pizca de nervios.

— ¿Y éste niño bonito habla por ti? — Siseó a Albert.

— Es mejor que den la vuelta — Dijo el capitán.

Rieron.

— ¿Por qué? Tu flota es casi un desierto, solo hay marineros escuálidos — Evaluó, ellos lucían asustados pero eran simple actuación.

— Somos una flota que solo va a Polemia a explorar — Dijo Albert.

— Es una suerte que hallamos intervenido, es mejor morir en el mar que en Polemia — Dijo el pirata — Las cosas se van a poner feas, pero no tanto como en ese reino — Otros dos cargaban una rampla de madera, la dejaron caer entre los dos barcos, formando un puente.

Cruzaron rápidamente.

Otros saltaron a la embarcación con sogas, aterrizando en la cubierta y amenazando con sus espadas.

Rodearon a todos.

Me estremecí cuando uno aterrizó detrás de mí.

— ¡Baja con el resto o te mueres!

Tenía muchos tatuajes en todo el cuerpo, argollas mas grandes que la del sir.

El sir observó hacia mí, apretando la mandíbula al ver que apuntaban un arma a mi espalda.

Obedecí, reunieron a todos cerca del mástil.

Nos rodearon.

— ¡Vayan a la bodega, al camarote, a cada rincón de este barco, tomen todo lo de valor! — Ordenó el pirata a unos seis hombres.

Corrieron hacia las puertas y desaparecieron por ellas.

— ¡Les irá muy mal a todos, tal vez empiece a seleccionar algunos para tenerlo de prisioneros, me hacen falta hombres que quieran vaciar los orinales y limpiar la ropa interior! — Gruñó, con la espada elevada, observando cada rostro, bajé mi cabeza para mantenerme oculta.

— Unos esclavos querrá decir — Opinó el cocinero.

— ¿Quieres el puesto? — Bramó el pirata.

— No gracias.

— Serás el primero — Dijo y lo empujaron, haciendo que se colocara de rodillas.

Nos obligaron a todos a hacer lo mismo.

Disfruté más cuando estaba de rodillas ante el sir.

¿Qué rayos estaba pensando?

Empezaron a registrar a todos.

Me estremecí, si me registraban iban a darse cuenta de que era mujer.

Observé de reojo, el sir estaba arrodillado a pocos metros, me evaluó de vuelta.

Le sacaron las piezas, armas y demás.

El capitán Albert le estaban quitando la ropa.

Tocaron los aretes del sir.

— Mire, capitán, este tiene dos buenos pendientes aquí y son de plata.

El capitán se aproximó.

— ¿Prefieres quitarlos por voluntad propia o que te los arranque con todo y orejas?

El sir elevó su mirada y lo fulminó.

— Los tocas y pierdes tus dedos.

Vaya, si le gustaban sus aretes.

El capitán sacó una daga y tiró del cabello del sir.

— Veo que prefieres que te los arranque.

Un pirata empezó a registrarme, intenté alejarme, pero me amenazó con su espada en mi garganta.

— Jefe, tiene que ver esto — Dijo y soltó de forma brusca al sir.

Me quitaron el sombrero.

Todos esos desgraciados parecieron salivar al ver mi rostro y mi cabello largo.

— Una mujer — El capitán se aproximó y me tomó de la barbilla — Miren, tan preciosa, tantos meses sin ver a tan exquisita creación — Me zafé de su agarre y escupí sus botas — Oh, toda una fiera, me servirías perfectamente como mujerzuela, a todos nosotros en realidad, dudo mucho que estos marineros le dieran una buena atención, sobre todo la niña de los aretes — Los demás soltaron una risa — Lo que te espera es fuerte, espero que puedas resistir cuando tomemos turnos contigo — Me sostuvo del cuello con firmeza.

Estaban registrando al sir cuando golpeó a uno en la nariz, sacó su arma y la encajó en su abdomen.

El resto de los marineros respondieron también, atacando de inmediato.

El capitán me soltó bruscamente para pelear.

Los sonidos de las espadas chocando empezaron.

Intenté escabullirme, pero no tenía salida, salté hacia atrás cuando uno me atacó.

— ¡La chica no, llevenla a la embarcación! — Gritó el capitán, mientras peleaba con varios marineros.

Los hombres me rodearon.

Tomé la espada y la alcé.

Se rieron.

— Una mujer con espada, eso no se ha visto jamás.

— Han pasado mucho tiempo en el mar — Dije y ambos atacaron a la vez.

Salté, rodando por el suelo, bloqueé las estocadas y las embestidas.

El sir era más rápido que ellos, más ágil y más atrevido, podía con esto, era casi pan comido, me sorprendía lo poco capaces.

Rocé el brazo de uno y me sorprendí al ver que le corté. Se empañaron más con las espadas, seguí bloqueando y esquivando, agotada por tantos movimientos.

La sangre me salpicó.

El sir estaba cerca, cortando a hombres como si fueran simples trozos de carne.

Me distraje y recibí un golpe en el cuello.

Caí, aturdida.

Alguien me levantó.

Intenté luchar, pero el golpe me había dejado mal, casi desmayada.

El mar se veía debajo del puente, entre los dos barcos. Parecía que iba a caer de cabeza, como la primera noche en el barco, pero prefería mil veces ahogarme que terminar rodeada de esos desgraciados.

Me aventaron al suelo de la embarcación pirata.

El hombre sonrió con malas intenciones, revelando dientes podridos.

Una espada le atravesó el cuello.

Cayó.

El sir estaba detrás, con el rostro salpicado de sangre, una expresión llena de euforia y rabia.

Me tomó del brazo y me guió nuevamente hacia el puente.

Sentía miedo del mar y empecé a temblar a estar solo sobre un pedazo de madera colgante.

El sir me levantó al ver que me tambaleaba y terminé sosteniendo sus hombros.

Saltó a la embarcación.

Otros hombres se aproximaron a atacar.

El sir esquivó y los empujó al borde.

Cayeron al agua.

Me soltó cuando otros más se aproximaron.

— ¡Agáchate! — Gritó.

Hice lo que pidió, los dos hombres le atacaron al mismo tiempo, el sir bloqueó con su espada y empujó, cortó, blandiendo rápidamente en sus gargantas.

Cayeron al suelo y me estremecí.

Me alejé, jadeando.

Los otros piratas caían una y otra vez.

Tomé una espada del suelo y ataqué las piernas de uno.

El sir terminó con él y me evaluó.

— Hacemos un buen equipo.

— Consideraba que no podía con esto — Elevé una ceja.

— ¡Cuidado!

Me aparté.

El zumbido cercano a mi oreja me hizo girar, blandí mi espada, le dí en el hombro.

Blandió por debajo en respuesta.

El sir cortó su brazo, evitando el ataque, golpeó con su rodilla y luego degolló.

Observé a mi alrededor, el capitán Albert también tenía bajo control a unos dos piratas, los marineros peleaban con bastante furia, reduciendo el número de rufianes de forma eficaz.

Los piratas se metieron con la embarcación equivocada.

Los que estaban en la bodega salieron cargando cosas, al ver la batalla las soltaron y los marineros corrieron hacia ellos, atacando de inmediato.

El sir encajó su espada en los que estaban aún con vida en el suelo.

Jadeé, suspirando.

Al parecer la batalla estaba finalizando.

Una figura se alzó detrás de mí.

La espada hizo un corte en mi brazo.

Retrocedí, quejándome.

El capitán de los piratas sonrió y volvió a atacar.

Nuestras espadas chocaron.

Mis dientes chocaron por el impacto.

Blandió nuevamente y esquivé a milésimas.

Me dolía el brazo, más al intentar moverme.

Grité cuando me hizo tropezar.

Golpeé el suelo de forma brusca.

Alzó su espada, arremetí rápidamente, cortando en su muslo.

Me lanzó una patada.

Rodeé en el suelo para evitarla.

El sir detuvo el ataque a mi cabeza.

Los choques de espada siguieron.

Me levanté e intenté meterme en la pelea, atacando al pirata por la espalda cuando intentó llevar al sir hacia el borde. Encajé la espada en su espalda baja y retrocedí.

Retrocedí.

El pirata se giró, tambaleándose.

Terminó cayendo al agua.

Me senté, jadeando.

— ¡Está herida! — Gritó Albert, acercándose.

El sir también se precipitó.

— Solo es un corte en el brazo.

— Está sangrando — Dijo, agachándose también, apartando la manga de la camisa, la sangre seguía saliendo — Buscaré a Dilan, él sabe suturar heridas — Se marchó rápidamente.

— En mi camarote tengo un botiquín, vamos Eudora — Albert rompió la manga de la camisa y la usó para detener la sangre, cubriendo la herida, solté un siseo, dolía bastante.

— Esa camisa es del sir, se va a molestar.

— Ya estaba rota por el corte.

Me ayudó a levantarme y me guió adentro.

Dejó que me sentara en uno de sus sillones.

El sir volvió con Dilan, otro chico que solía ser callado.

— Busque el botiquín, capitán — Dijo, acercándose a mí.

Levi observaba, un poco más pálido de lo usual.

Albert se aproximó con la caja.

Dilan quitó el amarre, revelando la herida.

— Es un corte grande, hay que suturar.

— ¿No tienen una droga para el dolor? — Preguntó Levi, mientras el chico abría el botiquín.

— No, tendrá que aguantar.

Albert tomó una botella de vino y me la tendió.

— Esto ayudará — Dijo y Levi apretó la mandíbula.

Tomé la botella y bebí un gran trago.

Abrió los ojos como platos.

— Muerde esto — Dijo el chico, tendiendo un palito de madera, lo coloqué en mi boca mientras vertió alcohol para limpiar la sangre.

Solté un gruñido ante el fuerte ardor.

— Iré a encargarme de los cuerpos — Dijo Albert, un poco nervioso.

— Echa los cuerpos por al mar y manda a un equipo a revisar la embarcación pirata, roben todo y maten a los que queden — Gruñó Levi, con expresión despiadada.

Albert solo asintió con la cabeza y se marchó.

Dilan preparó la agua y el hilo.

Luego se aproximó — Respira fuerte.

Levi se tensó, apretando sus puños.

Mordí el palillo con fuerza y cerré mis ojos.

El dolor de la aguja en mi piel me hizo sudar, grité y aferré mi otra mano al reposa brazos.

Abrí mis ojos llenos de lágrimas después de minutos de dolor.

Levi permanecía quieto, observando hacia mí.

Dilan vendó la herida.

— Ya está listo.

— Gracias — Jadeé.

Cerró el botiquín y salió del camarote.

Volví a beber otro gran sordo de vino.

Él tomó la botella y la apartó de mí.

— Es suficiente.

Me reí.

— No soy su felina, no aún.

— Está ebria — Gruñó, disgustado.

Intenté levantarme, pero me detuvo.

— Me duele hasta el alma.

— Vamos al camarote, tiene que descansar.

— Fue divertido pelear, mi primera herida en batalla — Dije, tocando la venda.

— Eso no fue una batalla.

— Para mí si.

Se colocó de lado, tomó mis piernas y rodeó mi espalda.

Me alzó.

— Oiga, aún no digo que sí — Sonreí.

Salió del camarote conmigo en sus brazos.

Olía rico a pesar de estar sudado y lleno de sangre , acerqué mi nariz a su cuello, inhalé.

— Deje de hacer eso.

— Me da azote en el trasero y yo no puedo olerlo — Protesté — Una pregunta ¿También da azotes en la parte de adelante? — Su rostro giró hacia mí de forma brusca y me observó, sus ojos verdes se tornaron muy brillantes.

— Mejor no hable.

— ¿Me va a encadenar desnuda? — Pregunté.

— Basta — Apretó su mandíbula.

Toqué sus aretes, tenían extraños símbolos.

— ¿Para qué los usa?

Llegamos a mi camarote.

Se acercó a la cama de abajo.

— No, quiero la de arriba.

No hizo caso.

Me dejó en la de abajo.

Quitó las botas y me acomodó con cuidado.

— Perdón por arruinar su camisa.

— Tengo bastante, no se preocupe — Dijo, alejándose.

— Espere — Protesté.

— Debo irme, quédese aquí.

— ¿Por qué es tan pervertido?

— Si acepta ser mi felina puede que algún día se lo diga.

Sonreí y cerré mis ojos, agotada.

1
lu
obvio que escuchó, por eso se sintió más emocionado
lu
la saga es muy buena
Yise
Golozaaaaaaa aissshhh q calorrrchh q capitulo más intenso ufffffff mira q jiros más bruscos e inesperados dio, pero me encantó....... Eudora bb cosita rika debes estar agradecida q has atrapado a esa fiera solo para tí, así q ve con calma q ya ese macho pecho peludo espalada plateada es tuyo todo tuyo. Golozaaa /Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle/
Blacina Calvo Fernández
Excelente historia. Poco a poco Eudora ha ido enamorando a Levi.
Yilli Paola Soto Nuñez
claro que escucho y por eso se prendió más que no se resistió y sembró la semilla en ella cuando quieran regresar van llegar con un nuevo integrante en el barco
Sol
si escucho pero no sabe cm reaccionar a esa palabra q significa mucho
Marcela Lopez
está emocionante 🥰
Mary Ney
Escritora dele a Albert una buena esposa,, se la merece, har sir ya estas enamorado creo que escuchaste Eudo el Te Amo/Smile/
Laura Ojeda
me encanta autora gracias.. creo que Levi y Eudorita van a ser padres si siguen así....
𝓔𝓶𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻 🖤
👁️👄👁️ yo al ver que Levi le dió como cajón que no cierra y le echó sus bendiciones a 10 meses de llegar a Floris 🤣🤣🤣 Probablemente haya bebé salvajito nuevo❤️💖
Nella Reyes
claro que te escucho sólo que no sabe como decir la palabra aún pero de que la siente la siente... sino no se hubiera derramado en ti.... apuesto a que deseo en silencio poner la semilla de un bebé en tu vientre
Daiana Ibarra
Albert de cada lugar quiere un recordatorio ahora quiere a l salvaje q le pida al rey como pago x su trabajo
Daiana Ibarra
cuando lleguen al rey van a llegar con un bebé recién nacido si siguen asi
Nella Reyes
Eudora eres una heroina, no sólo salvaste a la guerrera, también a las mujeres y niños que iban a ser asesinados y por último salvaste a tu suegro... tienes un corazón de oro puro así que Levi debe estar además de Enamorado, orgulloso que no cabe en su pecho la mujer fuerte que eres
Orozco Beatriz
si escuchó, solo que se emocionó y te dio como cajón de gabeta mal colocado 🤭🤭
Eliana Cardona
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Eliana Cardona
Que emocionante es esto 👋👋👋
Faveamny Calderon
naaaa si te escucho querida pero típico de los hombres hacerse los sordos para no te er que demostrar sus sentimientos o aceptar que cayeron en las garras de cupido 🤭🤭🤭🤭
Melissa Janeth Basilio Polo
gracias , gracias por actualizar ....moría de la impaciencia por leer otro capítulo 🥺
Ana Parra
uyyy sir Levi gota a gota se llena el cántaro y Eudora tiene paciencia de doncella
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