Dulce Prisión

El sol apenas entraba por las cortinas cuando Theodore abrio los ojos, estaba acostumbrado a despertar solo, siempre, pero esa vez no... ahi estaba ella, Maddie, enredada en las sabanas, con el cabello blanco desparramado sobre la almohada como si fuera nieve suave, respirando tranquila... su pecho subia y bajaba despacio y en sus labios aun quedaba esa sonrisa traviesa que le habia robado el sueño en la noche

Theo se quedo quieto mirandola... era ridiculo, él, el demonio de la isla, temido por todos... atrapado por una mujer que dormia como un angel despues de haberlo vuelto loco, despues de domar al leon

estiro la mano despacio y aparto un mechon de su rostro, sus dedos rozaron su mejilla y por primera vez penso sin enojo, sin burla… mi canario blanco...

Maddie se removio un poco y medio desperto, murmurando entre sueños

Maddie: mmm… no me dejes sola, Theo...

él sintio un golpe en el pecho, un calor extraño, y la abrazo pegandola contra su cuerpo, cerrando los ojos de nuevo, como si fuera un juramento silencioso

[no voy a dejarte... nunca..]

Cuando Maddie depertó ya completamente.. apenas podia moverse, cada paso que daba se quejaba bajito, con ese gesto entre dolor y placer que hacia que sus mejillas se pusieran rojas... se sento en la cama lentamente y vio como Theodore la miraba con esa seriedad de siempre pero en sus ojos habia algo distinto, algo que parecia divertirlo

él bajo la mirada disimulando pero una risa ronca se le escapo entre dientes... Maddie lo fulmino con la mirada

Maddie: te estas riendo de mi verdad...

Theo se acomodo en la silla donde estaba observandola desde que desperto, cruzo los brazos y dijo con voz grave

Duque: no... solo estoy pensando que mi canario canto tanto anoche que hoy apenas puede mover las alas...

Maddie abrio los ojos sorprendida

Maddie: queeee...?? canario??

él se quedo en silencio un segundo demasiado largo, maldiciendo en su cabeza porque lo habia dicho en voz alta... pero en lugar de negarlo, sonrio de lado, esa sonrisa que era mas peligrosa que sus gruñidos

Duque: si... eres mi canario blanco... cantas, haces ruido, me provocas... y ahora estas toda adolorida...

ella se sonrojo hasta las orejas y agarro una almohada para lanzarsela, mientras el demonio Bennet la miraba reirse y quejarse a la vez, completamente fascinado con su pequeña prisionera voluntaria

Theo habia ordenado que llevaran el desayuno a la habitacion, y que no lo molestaran ese dia.. no queria que nadie viera a su esposa caminar como si hubiera luchado una batalla, aunque en cierto modo lo habia hecho… una muy distinta.

cuando entraron los sirvientes con la bandeja, Maddie se acomodo de inmediato en su regazo como si fuera lo mas normal del mundo, tomando la taza de te con delicadeza mientras apoyaba la cabeza en su hombro.

Duque: vas a malacostumbrarte

Maddie: mmm… es tu culpa… me dejaste sin fuerzas… ahora tienes que cuidarme bien, porque usaste mucha fuerza conmigo…

Theo sintio un calor subirle al rostro y se atraganto con el aire, desviando la mirada mientras ella sonreia victoriosa.

Duque: canario atrevido…

Maddie: no te quejes.. abre… si me vas a cuidar, empieza por comer lo que yo te doy…

él abrio la boca sin discutir, mordiendole el pan de la mano, y por primera vez en años se rio de verdad, en silencio, disfrutando el juego de esa mujer que lo habia vuelto suyo con tanta facilidad.

Theo estaba desayunando con Maddie en su regazo, disfrutando del calor de su cuerpo y de esa sonrisa traviesa que aun lo enloquecia, cuando su asistente golpeo la puerta apresurado, interrumpiendolo de golpe.

Samir: señor… algo… algo.. ha pasado

Theo fruncio el ceño de inmediato, no dijo nada, ni miro a Maddie, simplemente se levanto de golpe, dejando caer la taza sobre el platito con un ruido seco.

Duque: descansa, ya vendre a verte…

Maddie: Theo? que pasa?

pero él solo la abrazo un instante, como si quisiera calmarla, y luego se retiro de la habitacion sin decir mas.

Samir: capturaron a… a dos sirvientes, entraron con identidades falsas… al parecer fueron contratados para dañar a… a la señora Maddie…

los ojos del duque se oscurecieron, la risa y la picardia de la mañana desaparecieron como si nunca hubieran existido.

[nadie toca a mi canario…]

Duque: te encargo que no le digas nada…y averigua todo, ahora mismo.

Samir: si, señor

Mientras bajaba las escaleras, su mente corria a mil, organizando hombres, revisando cada entrada, cada ventana… no iba a permitir que nadie se atreviera a tocar a su canario blanco, aunque ella aun ignorara el peligro que habia rondado su boda.

Mas tarde, Samir lo seguia apresurado, con los informes en la mano, intentando no perderle el paso.

Samir: señor… los dos sirvientes falsos ya fueron capturados entraron con identidades falsas, y por como hablaban, es probable que sean del continente… algun viejo enemigo del duque o aliado de la familia Simpson.

Theo apreto los puños, sintiendo un frio recorrerle la espalda

Duque: asi que el baron Simpson… no actua solo alguien lo respalda, y es poderoso… esto significa que la situacion de seguridad es mucho mas grave de lo que pensaba.

bajo la mirada hacia los sirvientes falsos, que ahora estaban esposados y con la cabeza gacha, y su furia crecio como un fuego incontrolable. uno de ellos intento justificarse, pero Theo no lo dejo hablar. con un gesto rapido, hizo que sus manos de hielo se alzaran y sujetaran las esposas, doblando la muñeca de cada uno con firmeza pero sin lastimarlos de mas, suficiente para dejar claro quien mandaba.

Duque: me diran todo lo que saben o no verán la luna hoy

Samir : señor… esto es grave… si el baron tiene aliados poderosos…

Theo cerro los ojos, respirando hondo, mientras pensaba en Maddie, que seguia ajena a todo esto, disfrutando del desayuno que él habia dejado atrás, su canario blanco inocente y radiante. un pensamiento cruzo por su mente y casi le arranca una sonrisa entre la furia..

[protegere con mi vida a mi canario blanco]

Duque: prepara la mansion y refuerza la seguridad —dijo finalmente, la voz firme— cada puerta, cada ventana… no dejo nada al azar. y Samir… averigua quien demonios esta detrás de esto, que alguien del continente nos ayude a identificarlos.

mientras tanto, Maddie seguia descansando y recordando entre risas su inolvidable noche de bodas, sin imaginar siquiera lo que estaba pasando..