Mi Dulce Venganza

Greg está a punto de salir rumbo a la oficina cuando Emily y Michael cruzan por la puerta.

- Emily, buenos días. Pensé que llegarías directamente a la oficina.

- Buenos días, Gregory. Emily y yo tenemos una noticia que darles- se anticipa a decir Michael.

- Los escucho- responde Greg y Clara se une a la conversación.

- Michael y yo nos casamos ayer- confiesa Emily

- ¿Acaso se trata de una broma?

Michael ondea el acta de matrimonio y se la muestra desde lejos a Clara y Greg que no salen de su asombro.

- Y no solo nos casamos. A partir de hoy asumiré las responsabilidades de mi ahora esposa en nuestra empresa.

- Emily, dime que no firmaste nada sin antes consultarlo conmigo.

- Mi esposa no tiene nada que consultarte y si conservas tu puesto en la productora es gracias a ella. También quiero pedirte que busques otro lugar en donde vivir. Ahora soy yo el hombre de la casa y no sería bien visto que sigas compartiendo el mismo techo con una mujer casada.

- Mi niña, di algo.

- Apoyo a mi esposo al 100 por ciento. Y sí, él será nombrado director de la productora. Yo seguiré asistiendo a la Universidad y hasta que me gradue lo mejor es que se encargue él. Les pido a ambos que respeten mi decisión y le den el lugar que le corresponde como mi esposo.

- Emily, ¿podemos hablar en privado?

- Mi esposa no tiene secretos conmigo, lo que quieras hablar con ella deberá de ser en mi presencia.

Emily asiente confirmando que está de acuerdo con su esposo.

- Veo que estás cegada, espero que en el futuro no te arrepientas de la decisión que acabas de tomar. Esta misma tarde estaré fuera de "su casa" y no necesitas interceder por mí para conservar mi puesto en tu empresa. Si así lo decides renunció en este mismo momento.

- No quiero que renuncies a la productora, solo que respetes mis decisiones y no intentes intervenir en mi vida.

- Perfecto, dalo por hecho. Clara, que empaquen mis pertenencias por favor y las envíen a mi apartamento.

- Así se hará, señor Gregory.

Michael sonríe triunfante.

- Clara, haga que sirvan el desayuno. Se nos hace tarde para llegar a mi nombramiento como nuevo director.

Clara le lanza una mirada de molestia a Emily y se marcha sin decir más a la cocina.

Michael aprovecha para recorrer la mansión. Se siente dueño y señor y quiere hacer cambios.

- No cambiaré nada. Es lo único tangible que me queda de mis padres y no pienso ceder.

- Está bien, preciosa. No te enojes. Dejaremos todo como esta.

En la productora se convoca a una junta de último momento. Greg se niega a ser él quien dé la noticia sobre el cambio de director y Emily debe hacerlo en su lugar.

Los presentes no disimulan su sorpresa, se muestran bastante desconfiados y molestos. En los pasillos se rumora que el recién llegado es un completo desconocido carente de preparación y que está ahí por el simple hecho de haberse casado con la heredera de Doug.

Mientras Michael se instala en su nueva oficina, Greg no deja pasar la oportunidad para hablar con Emily en la sala de juntas que ahora está vacía.

- Explícame de qué se trata todo esto.

- No hay demasiado que explicar. Nos casamos ayer y ya habíamos hablado que cuando eso sucediera él ocuparía mi lugar en la productora.

- ¿Y no se te ocurrió pensar lo que eso implica?

- Qué ahora comparto todo con mi esposo.

- De verdad te creía más inteligente. No firmaste un prenupcial y no conforme con eso le has cedido todos tus derechos. ¡Lo vas a perder todo! Vas a echar por la borda el trabajo de tus abuelos y tus padres.

- Eso no sucederá. Confío plenamente en mi esposo.

- Pobre niña tonta. No sabes lo que hiciste.

- ¡Basta, Greg! No voy a tolerar ofensas.

- Has cometido el peor error de tu vida- asegura antes de dejarla sola.

Emily frota sus sienes con los dedos, un fuerte dolor de cabeza la aqueja. No desea permanecer aquí más tiempo. Siente las miradas inquisidoras de la gente que la rodea.

- Amor, me voy a casa. No me siento bien.

- Está bien preciosa. Ven por mí más tarde, recuerda que llegamos en tu auto.

- Sí, no te preocupes. Paso por ti más tarde.

Apenas cruza la puerta principal de la mansión y Clara la aborda.

- ¿Por qué no me contaste que planeadas casarte, mi niña?

- Es evidente nana, no lo aprobarías.

- Ese hombre no te ama, solo quiere aprovecharse de la situación.

- Deduzco qué soy tan poca cosa que ningún hombre puede amarme por lo que soy sino por lo que tengo.

- Sabes que no es eso lo que quiero decir.

- Michael ha estado conmigo los últimos 4 años. Ha sido paciente.

- De verdad espero estar equivocada y que tengas un matrimonio feliz porque lo que menos deseo es verte sufrir.

Clara se retira, la tristeza se refleja en su mirada. Emily sube directo a su habitación. Le parece irreal el hecho de que ahora es una mujer casada.

Un mensaje de Abby llega a su celular.

📩 Hola, amiga. Tengo algo importante que contarte. ¿Nos vemos más tarde en la cafetería de costumbre?

📩 Claro, ahí nos vemos.

Acuerdan la hora, no tiene ni idea cuál es la noticia que su amiga quiere darle. De lo único que está segura es de que la suya va a superar por mucho a la de Abby.

Le avisa a Clara que va a salir para reunirse con su amiga y qué después pasará a la productora por Michael.

- Amiga, no sabes, tengo mucho que contarte.

El camarero llega con la charola, ambas ordenaron un frappe y cheesecake.

- Cuéntame, me tienes con la duda.

- Recuerdas a Charlie, el chico de mi clase.

- Claro que lo recuerdo, hablas de él todo el tiempo.

- ¡Me ha invitado a salir!

- Estoy feliz por ti, seguro que quiere declararse.

- Ojalá, porque si no lo hace él, lo haré yo.

- Abby, no. Debe de ser él quién se declare.

- No tiene nada de malo que una chica tome la iniciativa.

- Hay algo importante que debo decirte.

- Ese tono no me gusta. Habla ya.

- Ayer...

- ¿Qué pasó ayer, Emily?

- Michael y yo nos casamos.

- ¿¡Estás loca!? ¿Cómo qué se casaron? ¿Por qué no me dijiste nada?

- Nos casamos en secreto. Nadie sabía que lo haríamos.

- Emily, no. ¿Qué hiciste? ¿Greg y Clara ya lo saben?

- Se enteraron esta mañana.

- ¿Y cómo reaccionaron?

- Ya te imaginarás. Greg en especial hizo un escándalo.

- ¿Y cómo no? Supongo que lo hiciste firmar un prenupcial.

- No, confío en él. La confianza es la base de toda relación.

- Ay, amiga. Perdóname por lo que te voy a decir, pero has cometido un grave error.

- ¿Por qué todos me dicen lo mismo? ¿Acaso no pueden creer que un hombre me ame por lo que soy?

- Un hombre, sí. El patán de Michael no, él no te ama y cuando te des cuenta puede ser demasiado tarde.

- Deberían de estar felices por mí.

- Amiga, desde que lo conociste no ves más allá de tus narices. Nos preocupamos por ti.

- Pues no deberían, soy adulta y puedo tomar mis propias decisiones.

- ¿Y dónde está él?

- En la productora, esta mañana tomó mi lugar como director.

- Emily...

- Sí, lo sé. Greg tampoco estuvo de acuerdo con mi decisión para variar. Pensé que por lo menos tú estarías feliz por mí.

- De verdad quisiera estarlo y no ver todas las señales de alerta, pero es imposible no notarlas.

- Solo te pido que me comprendas y me apoyes. Yo lo amo y sé que vamos a ser felices.

- Ok, por ti le daré el beneficio de la duda.

- Gracias, Abby.

- Y cuéntame, ¿cómo fue la noche de bodas? ¿Fue cómo lo habías imaginado o mejor?

Emily miente, no puede decirle a su amiga lo que en realidad sucedió la noche anterior. Así que recrea la escena de una de sus novelas favoritas. Si Abby supiera lo que en verdad sucedió solo provocaría que la percepción que tiene de Michael empeore y ella no quiere eso.

Terminan de conversar, Abby vuelve a su casa y Emily llega a la productora por su esposo. Ingresa a la oficina que era de su padre y le sorprende ver que ha hecho varios cambios en muy pocas horas.

- Hola, preciosa. ¿Te gusta? Le he dado mi toque personal.

- Luce bien- responde ella dudosa.

- Vayamos a cenar a un buen lugar. Ha sido un día largo.

- Preferiría cenar en casa.

- Ok, cenaremos en casa.

Al llegar a la mansión, Michael no para de dar órdenes. Se retiran a la habitación después de la cena y nuevamente ejerce sus derechos como esposo ante una decepcionada y adolorida Emily.