NovelToon NovelToon
Por Mis Hijos Doy Mi Vida.

Por Mis Hijos Doy Mi Vida.

Status: Terminada
Genre:Pérdida de memoria / Mafia / Traiciones y engaños / Sustituto/a / Amor-odio / Completas
Popularitas:29.6k
Nilai: 5
nombre de autor: abbylu

Sabina, una conocida mafiosa, se ve obligada a criar a los hijo de su hermana luego de que está muere en un trágico accidente. Busca hallar respuestas para sabre toda esa situación y saber quien se atrevió a matar a su gemela.

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 9

Dos días habían pasado desde su llegada oficial a Canadá. Sabina se encontraba en su oficina revisando los permisos para la construcción del hotel, el terreno y los preparativos para la reunión con el posible inversor principal. Estaba completamente enfocada en los planos digitales proyectados sobre la mesa interactiva cuando su nuevo secretario tocó a la puerta.

—Señora Ámbar, el magnate Daniel Russo acaba de llegar. —Su tono era formal, pero curioso. ¡Russo! Ese nombre hacía eco en los pasillos de la industria y también, muy a su pesar, en su memoria.

—Guíenlo hacia la sala de juntas. Yo iré enseguida —ordenó con firmeza, alisándose el vestido que había escogido con especial cuidado esa mañana.

Sabina se miró en el espejo por última vez. Había escogido un vestido entallado en tonos azul oscuro, acompañado por unos tacones elegantes y un peinado sobrio pero favorecedor. No podía evitarlo: quería ver el efecto que su presencia tendría en él. Quería saber si la reconocía, si recordaba a Ámbar, su hermana gemela. Sus hijos eran prueba viviente de ese pasado compartido, con la misma chispa en la mirada que caracterizaba a Ámbar.

Mientras se encaminaba hacia la sala de juntas, reflexionó sobre la diferencia entre ella y su hermana. Sabina y Sebastián, su hijo, eran analíticos, fríos, calculadores. En cambio, Antonio y Ámbar habían sido lo opuesto: carismáticos, espontáneos, con una bondad natural que atraía a todos. Pero eso no los hacía ingenuos. Ámbar, en especial, tenía el don de transformarse en un demonio si alguien amenazaba a los suyos. Aún no entendía cómo había terminado como lo había hecho. Sacudiendo esos pensamientos, Sabina abrió la puerta de la sala de juntas y entró con paso seguro.

—Lamento la demora, señor Russo —saludó con una sonrisa amable, pero medida.

—No fue nada —respondó él, de pie junto a la mesa, con los brazos cruzados y una expresión indescifrable.

—Muy bien. Iré directo al punto. Mi socio me comentó sobre sus inquietudes y quiero que sepa que este proyecto es cien por ciento viable. Permítame mostrarle la planificación completa, los planos, la documentación legal y el aval de mi empresa. Mi objetivo es que se sienta completamente seguro con esta inversión.

Daniel se sentó en silencio, observándola con atención. Notaba algo familiar en sus gestos, en su voz... pero no decía nada.

Sabina desplegó los planos en la pantalla central. Con voz firme y sin titubeos, explicó la localización, las posibles edificaciones a futuro, el impacto económico y turístico de la obra, y los respaldos financieros con los que contaba. Su exposición fue impecable, profesional y segura.

Al terminar, volvió a sentarse frente a él, clavando su mirada en la suya.

—¿Tiene alguna pregunta, señor Russo?

—Sí, pero no es con referencia al proyecto —respondó él, sin apartar la vista.

—¿Ah no? —preguntó ella, sin perder la compostura.

—No. Me pregunto si esto es una especie de estrategia para acercarse a mí.

Sabina sonrió de medio lado y se recostó en el respaldar del asiento.

—Así que ahora sí me recuerda...

Daniel frunció el ceño.

—Hace cinco años usted dijo no conocerme.

—Había tenido un accidente... y lo sabe.

—Lo sé. Por eso le perdoné que me insultara. —Sabina mantuvo el tono calmado. Daniel la escudriñaba, pero su rostro era una máscara de frialdad.— Me humilló, me despreció e incluso me alejó de su vida. Aun así, eso no tiene nada que ver con este negocio. Sé separar lo profesional de lo personal. Este proyecto es viable, puede confiar e invertir. Pero si decide no hacerlo, hay muchos otros empresarios esperando una oportunidad conmigo. Pregunte por mí en nuestro círculo y verá.

Daniel la escuchaba con atención. Tras un silencio breve, dijo:

—Está dispuesta a colaborar conmigo, incluso después de todo eso que menciona. Es claro que siente...

—No —interrumpió Sabina—. No se equivoque. Lo mencioné para dejar claro que sé perfectamente quién es usted. Sí, tuvimos una aventura, la pasamos bien. Luego tuvo un accidente, creí que podía ser algo más. Como no lo fue, me alejé y lo olvidé. No soy una mujer que vive en el pasado, señor Russo. Tampoco oculto segundas intenciones. Tiene hasta el viernes por la noche para confirmar su participación. Si no lo hace, buscaré a otro socio.

—No suelo trabajar bajo fechas límite. Este es un gran proyecto, se discute en juntas con accionistas y tiempo...

—Mi intención no es presionarlo. El viernes por la noche organizaré una fiesta para celebrar mi llegada y permanencia en Canadá. Invitaré a empresarios y posibles inversores. Si para ese entonces no recibo confirmación, seguiré adelante con otro. Ahora, si me disculpa, debo retirar a mis hijos de la escuela.

Daniel se quedó en silencio unos segundos, hasta que finalmente preguntó:

—¿Qué edad tienen los niños?

Sabina se detuvo, regresó a su asiento y, mirándolo fijamente, respondió:

—¿Quiere saber si son suyos?

Daniel asintió, sin rodeos.

—Sí.

—No. Ser el donante de esperma no lo convierte en padre. Mis hijos son míos. Y le aconsejo no volver a mencionar eso.

—Espera —dijo Daniel, esta vez más serio, más humano—. Entonces... sí. Son míos. ¿Por qué no me lo dijiste?

Sabina levantó una ceja, sin alterarse.

—Porque usted estaba por casarse. Su prometida también esperaba un hijo. No necesitaba otra responsabilidad y yo no soy de las que mendigan afecto. Crié a mis hijos sola, durante cinco años. Y no le hicieron falta.

—Tenía derecho a saberlo.

—Iba a decíselo. Pero usted decidió alejarme. Hizo su elección y yo la respeté.

—No intentes cambiar los hechos...

—No lo hago. Es lo que ocurrió.

Daniel se pasó una mano por el rostro, luchando con su frustración.

—Quiero conocerlos.

Sabina se tomó un momento antes de responder. Había previsto esta posibilidad. Investigó a Daniel durante todos esos años, y si su hermana estuviera viva, probablemente habría querido que los niños conocieran a su padre.

—No confío en usted. Pero si mis hijos desean conocerlo, lo permitiré. Será su decisión.

—Como su padre tengo derecho...

—Y yo como madre también. Estoy siendo considerada. No me desafíe, señor Russo, o estaremos en graves problemas. Sólo si ellos lo desean, los verá. Ahora, si me disculpa, se hace tarde.

Cuando estaba por salir de la sala, él habló de nuevo:

—También puedo usar mi poder para verlos. Mejor lleguemos a un acuerdo. No quiero que esto escale más.

Sabina se detuvo en seco, giró levemente la cabeza y sonrió con ironía.

—Que tenga un buen día, señor Russo.

Sin mirar atrás, salió de la sala de juntas. Aún le quedaba un desafío mayor: hablar con sus hijos.

Y el momento finalmente había llegado.

1
Sabri Nahir Zapata Zini
Como siempre tus novelas son espectaculares!!! 😍🥰
Sonia Avila
bella 😍 me encantó
Sonia Avila
bonita historia, la unidad , el amor prevaleció juntos formaron una hermosa familia , gracias escritora por compartir tu obra
Sonia Avila
Daniel tiene que convertirse en luchador, para defender a sus hijos
Sonia Avila
jajajaja Patrick es el guardián de los enamorados
Graciela PeMar
Me encantan estas hermosas historias, llenas de amor, bueno con un poco de violencia, pero me encantó, tuvo de todo, buenísima.
Sonia Avila
hay, Daniel estas en aprietos, Sabina es de armas tomar, te acaba de dar un ultimátum 😄

Daniel le hace falta agallas
Thibizay Garcia
Excelente
Sonia Avila
impactante, ellos son muy inteligentes creó que Daniel está aterrado, Sabina es toda una guerrera
Sonia Avila
cada capítulo es emocionante
Rosa Paredes
Excelente
Sonia Avila
Diana, viene tu juicio
Sonia Avila
me encanta 😊 Sabina es una mujer de carácter decidida jajajaja Daniel flojito y cooperando.... será que ellos se enamoren
Sonia Avila
creo que la prometida , de Daniel tuvo algo que ver con la muerte de ámbar
Sonia Avila
divertido 😃 esos bello angelitos me los imaginó lindos
Karina Vazquez Gonzalez
que bella historia con muchas adversidades intrigas prejuicios emociones encontradas pero sobre todo encontraron el amor verdadero puro y supo que en su vida tenía sentido y luchar por dos niños que la necesitaron en capa y espada y todo el amor del mundo ..excelente historia felicidades escritora. nos hiciste vibrar con cada capítulo..
Karina Vazquez Gonzalez
que bueno que por fin se hizo justicia porque su hermana ya descansa en paz y sabina hace felices a sus sobrinos qué los quiere como a su hijo y protegerá siempre con capa de mamá protectora..excelente historia y por fin ella encontró la paz y podrá ser feliz ..
Karina Vazquez Gonzalez
jajajajajaj los agarraron con las manos en las masa y como siempre patrix al rescate de ese par de enamorados
Karina Vazquez Gonzalez
que bella novela de verdad que desde el primer capítulo nos llevaste ala imaginación escritora muchas felicidades..
por fin van a poder ser felices
Karina Vazquez Gonzalez
madre santa pura. a candela porfin ello dos abrieron su corazón para poder amarse libremente excelente historia felicidades escritora
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play