Aldana una joven doctora que cuando con un prometedor futuro, cambia su destino al cometer un gravisimo error...
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capítulo 8
Narrador omnisciente
Mientras Aldana tomaba su octavo o quizás noveno cóctel, sus pensamientos comenzaban a perder coherencia. El líquido ardía en su garganta, pero no dolía tanto como la punzada constante en el pecho. De pronto, sintió cómo alguien se sentaba a su lado. Una voz familiar interrumpió su torbellino de tristeza y alcohol.
—Aldana, es suficiente. No te dejarán subir al avión si sigues bebiendo así.
Ella giró la cabeza lentamente y, entrecerrando los ojos, reconoció a Leonardo. Una sonrisa boba se dibujó en sus labios antes de que hablara entre hipo y hipo.
—Eso está por verse... hip... yo ya pagué mi... hip... volteó... y si no me dejan subir me ato a un ala... hip... pero de que me llevan, me llevan...
Leonardo suspiró al verla en ese estado. Claramente no era la mejor bebedora y estaba demostrándolo con creces. Aldana lo miró con ternura torpe y soltó otra risa.
—Eres tú... mi hermano con cara de limón... hip
Intentó tocarle la mejilla, pero erró el gesto y terminó empujando un vaso vacío. Leonardo no pudo evitar sonreír, aunque la situación le preocupaba más de lo que admitía. La joven volvió a hablar, esta vez con un nudo de tristeza en su voz.
—¿Sabes, limoncito? Estoy triste. ¿Y sabes por qué? Porque nadie me quiere... mi madre me detesta, mi padre está muerto, y mi hermana... mi hermana se va a casar con el hombre que he amado durante más de diez años...
Su risa estalló de nuevo, pero en segundos se convirtió en llanto. Se cubrió el rostro con las manos temblorosas, mientras sollozaba con una mezcla de dolor y rencor.
—¿Pero sabes qué es lo que más me duele? Que he estado en abstinencia... ¡diez años! Diez años... ¿sabes lo difícil que fue eso? Y no es que no haya tenido oportunidades, no, porque mírame... —se giró hacia él con una expresión entre orgullosa y rota— ¿verdad que soy un bombón?
Leonardo se apresuró a taparle la boca antes de que siguiera hablando. Con firmeza pero sin brusquedad, le susurró:
—Es mejor que te lleve a tu habitación. ¿Dónde tienes la llave?
Aldana, incapaz de hablar con la mano de su hermano sobre su boca, respondió de la forma más infantil y provocadora posible: sacó la lengua y lamió su palma. Leonardo retiró la mano bruscamente, frunciendo el rostro con asco mientras se limpiaba con su propia camisa.
—¿Estás loca?
—Tal vez… o tal vez solo muy lúcida. ¡Quiero tener sexos esta noche!
—¿Dónde está tu llave? —repitió él, ignorando el comentario.
—No lo sé... creo que se perdió...
—Muy bien, iremos a pedir una copia.
—Bien, ve tú, yo te espero aquí. Tal vez esta noche tenga suerte y consiga a un hombre soltero... uno dispuesto a tener una cita de una sola noche. *hip* Mañana volveré a mi vida normal, y dicen que lo que pasa en Londres... se queda en Londres. *hip*
Leonardo no iba a dejarla sola ni un segundo más. La tomó entre sus brazos con cuidado y pagó la cuenta rápidamente. Mientras caminaba hacia los ascensores con Aldana tambaleándose en su abrazo, pensó que todo esto era un desastre anunciado.
Al subir, ella murmuró cosas incomprensibles, hasta que se quedó mirando las luces del techo con una sonrisa triste. En cuanto el ascensor se detuvo, Leonardo habló con firmeza:
—Te llevaré a mi habitación. Te quedarás allí hasta que recuperes la cordura.
—¿Piensas que estoy loca? ¿Solo porque quiero tener sexos esta noche?
Una mujer mayor que compartía el elevador con ellos miró a ambos con curiosidad. Leonardo, abochornado, volvió a taparle la boca mientras explicaba:
—Lo siento, bebió de más. No sabe lo que dice.
La mujer sonrió con picardía y, al salir del ascensor, comentó:
—Dicen que los borrachos y los niños no mienten. Dale lo que pide, se ve que te sobran energías.
Leonardo se quedó congelado. Aldana soltó una risita tonta, mientras él, totalmente rojo, suspiraba con resignación. Estaba claro que esa noche no sería fácil de olvidar... ni de superar.
Hay otra que si pueden y desean aborta, si no quieres un bebé, hay muchas maneras de cuidarnos .
LOS BEBES NO PIDIERON VENIR A MUNDO PARA SUFRIR !!