Maya Smith ha vivido un infierno desde que su madre falleció. Su padre la obliga a casarse en busca de beneficios monetarios. Maya se resiste y quiere ser libre, por lo que en una subasta de autos, dónde todos van con máscaras, le propone a un hombre que se casen.
Pero todo cambia cuando descubre que su vecino ahora es su esposo.
Hugo Moore, siempre ha estado enamorado de ella, y desde ese día decidió que Maya sería su esposa.
Aunque al principio ella lo pida, la vida los ha unido. ¿Podrán superar las diferencias y ser felices? ¿Podrá ella amarlo como él la ama?
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Gala II
Por lo menos, al parecer es guapo - comento Maya
- Ja, ja, ja si, ¿creíste que serían solo viejos?
- Imagine que me tocaría alguien calvo y gordo, y ya estaba buscando la forma de correrlo ja ja ja, no tengo nada en contra de los gordos, porque hay gorditos que son bellos, pero me lo imaginé así todo anciano y calvo
- ja, ja, ja - Brisa se rio a carcajadas, luego bajo el tono de voz al ver que algunos las miraron
- Calla, no seas indiscreta - Maya le dio un codazo a su amiga y susurro - No quiero ser el centro de atención y mucho menos ser reconocida -
- Es que es muy gracioso, tú pensando que es alguien anciano y calvo cuando te toco un dios griego - Brisa se cubrió sus labios, ya que ni podía parar de reír - amiga el único que conocemos con esa descripción ya sabes quién es
- Ni lo recuerdes, ese señor lo quiero lejos de mi
- Y yo también, pero bueno, amiga disfrutemos está noche que es de nosotras. Yo iré por unas copas y buscaré a mi compañía. Nos vemos más tarde
- ¡Oye! - Maya la detuvo antes de que se fuera - ¿Me vas a dejar sola?
- Sola no estarás, pero obviamente que tu compañero no seré yo. ¿Quieres que piensen en otra cosa?
- está bien, anda - Maya le dio un empujón - Yo también iré por una copa
- No bebas tanto - advirtió Brisa
- ¡Estás loca! ¡Quiero tener conciencia! - dicho esto Maya se separó de su amiga.
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Mientras tanto Hugo recorrió el lugar discretamente ya que no quería parecer un acosador, buscando a la mujer que le movía los sueños, no fue difícil encontrarla ya que la conocía como la palma de su mano.
- Se portan bien - Hugo le dio unas leves palmadas en el hombro a cada uno de sus hermanos
- Me parece que eso sería al revés - se quejó Matías
- Cierto, nosotros siempre somos obedientes -
Hugo no les prestó más atención, camino hasta donde estaba Maya. Se sentó cerca de ella y se mantuvo en silencio, observando como ella tomaba su bebida.
- ¿Qué hace una señorita sola por estos lados? - Pregunto al acercarse más a ella
Maya tenía una copa de champán en su mano, la dejo en la barra y lo miro
- ¿Lo conozco?
- Lo dudo - Respondió Hugo con una sonrisa de medio lado
- En ese caso, no es su problema
- ¡Qué modales, señorita!
Maya no respondió
- ¿Le gustan los autos?
- ¿Cuál es su interés? -
- Eres una linda fierecilla - Hugo encontró gracioso la manera en que ella se estaba comportando a la defensiva
- ¿Qué has dicho? -
- Lo que escuchaste -
- Eres insoportable ¿lo sabías?
- ¿De verdad? Ninguna mujer me lo ha dicho. Gracias por ser tan sincera
- ja, ja, ja - Maya se rio - ¿Me estás dando las gracias?
Hugo asintió
- ¿Por qué no te sientas?
- No me has invitado
- No te he invitado, pero estás aquí molestando, así que da igual
Hugo ordenó su bebida y tomo asiento al lado de ella.
- Me parece que eres mi compañera - Hugo señalo las máscaras
- Mm creo que si, ni lo había notado -
- No te creo -
- ¿Por qué no? -
- Porque cuando escogimos las máscaras, se nos dieron las instrucciones de su uso, las que tenemos ambos son pares
- mmm - Maya no sabía que decir - claro, lo olvide
- Deberías no tomar mucho
- ¿Te importa? -
- Te lo dije al principio, una mujer tan guapa no debería estar en un lugar como este, lleno de lobos
- ja, ja, ja - Maya no pudo evitar reírse - Dime, ¿Eres un lobo o una oveja?
- ¿Qué crees usted señorita?
- No se ve tan feroz para ser un lobo. Y el hecho de que yo sea mujer, no quiere decir que sea un ovejita mansa, puedo ser una loba - Maya sonrió - el lugar no me intimida, ni quienes estén aquí
- ya entendí fierecilla - a Hugo no le gustó mucho el comentario de ella, así que agrego - las apariencias siempre engañan
- Totalmente de acuerdo - Maya levantó su copa - No ando sola, si es lo que le preocupa
- Yo la veo sola -
- ¿Me aceptas un baile? - Pregunto Hugo tanteando el terreno, quería tenerla más cerca
- Deje que lo piense
- No has respondido a mi pregunta
- ¿Cuál? Has hablado tanto, que ya no recuerdo que es lo que has dicho -
- Te gusta jugar ¿Eh?
- jajaja, ¿cuál es tu pregunta?
- ¿Te gustan los autos? La subasta es de eso.
- Depende - Maya tomo un sorbo de su copa
- ¿De? -
- Hay autos espectaculares, pero tampoco daría tanto billete por uno de ellos, sería un derroche de dinero por una simple máquina, en ese caso prefiero una bicicleta que además no daña el planeta, o quizás un Volkswagen
- Entonces...
- Si me los regalan, bien los acepto no hay de otra
- Si no estás aquí por la subasta, ¿hay un motivo aparte? Porque como mínimo, tendrás que pujar unos 3 millones de dólares y considerando tu comentario, diría que eso sería un derroche de dinero para ti
Maya sonrió al escucharlo
- Vaya, me asombras -
- ¿Por qué estás aquí? - Pregunto Hugo -
- ¿Qué dirías? - Respondió Maya con una pregunta - Ya que eres bueno para sacar conclusiones y deducir, dime una
Hugo se quedó pensando un motivo, pero no sabía cuál podía ser.
- Eres hija de un millonario, tus padres no asistieron por lo que te enviaron a ti
- En parte si, en parte no
Hugo la miro sin entender
- Ser hija de un millonario si, pero no estoy aquí porque ellos me enviaran precisamente. Te aseguro que mi padre, no gastaría dinero sin ganar
- Entonces por eso no te gusta gastar en máquinas simples, porque no son de provecho ¿eh?
- Ja, ja, ja ¿Me estás estudiando? - Pregunto Maya sorprendida por el hombre que tenía a su lado y una curiosa la invadió por saber quién era.
- Dime ¿Por qué estás aquí? - Hugo evadió su pregunta
Maya se dio cuenta de que no obtendría respuesta, así que suspiro
- Mi padre ha arreglado un matrimonio para mí - Tomo su copa, tomo un sorbo y lo miro - Pero yo me niego a ese matrimonio
- ¿Por qué no lo aceptas?
- Mi papá solo quiere ganar, yo no soy una mercancía, pero aun así me usa como peón, por eso me niego. No seré una ficha de su juego, no le daré nada a mi padre por algo que el mismo destruyó - el odio se reflejó en su voz
- Entonces no quieres un matrimonio por contrato
- No, también porque eso no es normal. Yo quiero elegir con quién casarme, no que me elijan a mi esposo
- Bien, ¿Qué tiene que ver eso con la subasta y que estés aquí? - Hugo desvío su mirada a su copa
- Me casaré antes de que mi padre me obligue
Hugo quedó estático al escucharla, nunca pensó que ella buscaría la manera de impedirlo.
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...**Máscaras***...
...**Vestido de Maya**...
