Frida Belmont, una madre soltera que trabaja como Guardaespaldas y que por juegos del destino ahora tiene que dar protección a un reconocido actor, que no es otro que el padre de su hija.
Mauricio De la Fuente, un Actor que se ve obligado a recibir custodia ya que se encuentra en peligro por amenazas a su padre.
Luego de este reencuentro, situaciones del pasado y algunas verdades saldrán a la luz.
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MIGRAÑA
FRIDA
Después de los acontecimientos, nos dirigimos a la casa de Mauricio, por seguridad dejamos un vehículo en el estacionamiento del Teatro y nos trasladamos en un solo automóvil. Viajábamos en silencio, Mauricio no se despegaba de su teléfono, se le veía escribiendo mensajes; Alejandro, en actitud paranoica, miraba a cada rato por
la ventana para verificar que nadie nos siguiera, su rostro mostraba miedo. Julio César conducía, aunque yo estaba concentrada redactando el informe de lo ocurrido sentía su mirada y eso me incomodaba mucho. Lo último que yo quería
era involucrarme sentimentalmente con alguien, y menos con Julio.
Al llegar al domicilio, Mauricio se bajó del vehículo sin decir ni una palabra y Alejandro tras él.
Cuando nosotros entramos, Julio César comentó:
- Es importante que permanezcan aquí y no salgan, yo estaré con ustedes, quedaré al
pendiente de cualquier situación.
- ¿y ella? -dijo Mauricio, señalándome.
- Ella no pernocta en los domicilios de los clientes.
- ¿Por qué? ¿Acaso no es una Escolta también?
Iba a contestar, sin embargo, Julio se adelantó, como adivinando mi intención
-Ella no presta custodia las 24 horas del día, tiene familia que cuidar.
- Me parece que ella puede contestar lo que se le pregunta -intervino Mauricio visiblemente molesto-
-Lo que menciona el Agente Ruiz es correcto -comencé a hablar- mis condiciones laborales son
distintas, yo solo trabajo 12 horas. Así
que me retiro por el día de hoy y mi compañero queda a sus órdenes. De igual forma, vendrán dos elementos mas para el turno vespertino y nocturno.
- Bueno, en realidad no me importa su vida privada, lo único que me interesa es que no vuelva a suceder lo de hoy. Rodrigo De la Fuente les paga para eso. -dijo Mauricio, denotando
molestia en sus palabras).
Me retiré del domicilio de Mauricio y tomé un taxi, apenas tenía tiempo para llegar al hospital a
recoger el medicamento de Valeria, el Doctor Guzmán me estaba esperando, me había indicado que necesitaba hablar conmigo.
Llegué al consultorio con mucho afán pues faltaba poco para que el médico terminara su turno, la
recepcionista me indicó que aún tenía un paciente. Me senté en la sala de espera y después de 10 minutos, me indicaron que podía entrar.
-Buenas noches Doctor Guzmán, me acerqué a el y estreché su mano.
-Señora Belmont, siéntese por favor, -me dijo y señaló la silla- Gracias por venir, se que este
es su horario laboral, pero era de suma importancia hablar con usted lo mas pronto posible.
-¿Qué es lo que sucede, Doctor? -sus palabras me preocuparon-
-Tengo los últimos estudios que le hicimos a su hija, me temo que no le tengo buenas noticias, los
resultados nos arrojan que el asma ha ido avanzando rápidamente, dígame una cosa, ¿Valeria ha estado haciendo algún tipo de ejercicio o actividad física?
-No, ella sabe que no lo debe hacer, en la escuela los profesores saben que no debe practicar ningún tipo de deporte.
-¿ha comido o bebido algo inusual? Lo que quiero es descartar que algún alimento le esté generando algún tipo de alergia, eso es muy peligroso por el nivel de asma que presenta.
-Yo trato de supervisar lo que come, yo misma preparo los alimentos que se lleva al colegio, sin
embargo voy a hablar con ella, quizás comió algo que le resultó inofensivo, aunque es algo muy raro porque mi hija es muy responsable en lo que se refiere a su enfermedad. -dije preocupada-
-Precisamente por eso es que me desconciertan estos resultados, ¿Valeria ha estado sometida a algún tipo de estrés últimamente?
-Pues estuvo concentrada preparándose para su torneo de ajedrez ¿pudo haber sido eso?
-Es probable. El estrés y la ansiedad a veces hacen sentir sin aliento y pueden causar que los
síntomas empeoren. Me gustaría volver a hacerle estudios y platicar con ella, y necesito cambiarle el tratamiento, tendremos que iniciar con los leucotrienos y continuar con los corticosteroides para inhalación. Debe traerla lo más pronto
posible, por favor, haga una cita en recepción.
-Entiendo Doctor -dije preocupada- haré la cita.
Salí del consultorio muy ansiosa y sobre todo, intranquila por la noticia que acababa de recibir,
mis horarios laborales en ocasiones no me permitían estar todo el tiempo al pendiente de mi hija, pero sabía que Lillian, Lily, Diego y Verónica me apoyaban en cuidarla, ya que conocían de su condición.
Era muy pequeña cuando comenzó: primero tenía problemas respiratorios y después el exceso de tos; esto encendió la alarma y sin pensarlo dos veces la llevé a una clínica pública, en ese tiempo yo aún estudiaba la universidad los fines de semana y tenía dos empleos: de lunes a viernes trabajaba como telefonista en una empresa de
Marketing y sábado y domingo me dedicaba a repartir publicidad, con esto intentaba sacar adelante a mi hija, sin embargo, mis ingresos no eran suficientes para que tuviera una mejor atención.
A pesar de todo, Valeria siempre fue una niña muy alegre y despierta, desde muy temprana edad entendió su enfermedad y eso la hizo madurar. Mi embarazo no fue algo fácil, la mayor parte del tiempo que pasé en el hospital no estuve consciente, creo que las secuelas de ello causaron su enfermedad. Aunque me he esforzado muchísimo para que se atienda, no dejo de sentirme culpable, ella es lo más importante para mi, si algo le sucediera, simplemente no podría seguir viviendo.
Es por eso que no comprendo que existan mujeres que desprecien y maltraten a sus hijos, es por eso que no entiendo a la mujer que me dio la vida.
Había llamado al señor Miguel, un vecino taxista, de toda mi confianza, para que viniera por mi al
hospital, pues había comenzado a ver destellos de luz y con dolor de cabeza, era la migraña que se
estaba haciendo presente.
Llegué a casa y ya no quería seguir pensando, este día había sido muy pesado para mi, entre los
hechos sospechosos de medio día y la noticia de la salud de Valeria, después de percatarme que mi hija estuviera en casa y se hubiese alimentado me acosté en mi cama y decidí dormir. Necesitaba dormir..
Mañana hablaría con ella.
Era el primer día trabajando con Mauricio y
las amenazas parecen ser ciertas
MAURICIO
Hoy la volví a ver, la volví a tener cerca, no podía dejar de mirarla, se ve tan delgada, esos ojos y
esos labios, está mas hermosa que antes, sin embargo, parece que perdió esa ternura y esa ingenuidad de cuando la conocí, de las que me enamoré. La vi muy comprometida en su trabajo, es toda una profesional, me sorprendió mucho verla con un arma en sus manos, lo último
que imaginé fue que se convirtiera en una persona así.
Me pregunto ¿Qué es lo que quiere de mí? Su familia tiene dinero, según tengo entendido, Pedro Belmont es el propietario de uno de los bufetes de abogados mas prestigiosos del país y a ella no le hace falta nada, siempre fue una niña consentida, entonces, seguramente siendo Guardaespaldas es la forma que encontró de acercarse a mí. Tengo que descubrir que demonios quiere y no voy a volver a permitir que me haga daño otra vez.
Lo que me llama laatención, fue lo que me dijo su compañero, “que tenía familia que cuidar”, ¿será que su mamá está enferma?, en fin, son muchas cosas que no entiendo.
Y voy a obtener esas respuestas.