BILOGÍA: OBSESIÓN - I
Solemos creer que convivir con una persona por mucho tiempo nos hace conocerla como la palma de nuestra mano, hasta podemos llegar a ignorar sus defectos por una máscara llamada "Amor".
Kendra es una maestra en un instituto de niños millonarios, una mujer con un carácter fuerte y algo bipolar. Una traición por parte de su ex-prometido, encadena su corazón para no volver a enamorarse de ningún hombre que pueda llegar a hacerla sufrir por segunda vez. Todo hasta que llega él; Theo Sandoval, un magnate hombre de negocios dueño de una poderosa empresa, viudo y padre de una niña.
Dos almas gemelas, se pueden llegar a encontrar en un día que se creía "normal".
Desde que él conoce a Kendra lo único que desea es volver a verla a toda costa, lo que hace tomar medidas precipitadas y no muy favorables que digamos. Theo le ofrece a Kendra que sea su asistente luego de que ésta haya perdido su trabajo; todo parece normal hasta un cierto punto de vista, pero lo que ella no sabe es que su jefe tiene una doble cara.
Ella necesita dinero para la operación de su madre, dinero que él le puede dar bajo una condición, o mejor dicho, bajo una propuesta. Pero, no siempre las cosas salen como las esperamos y, Theo, no será la excepción.
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Capítulo 6
KENDRA:
Si acepto estaré atada al jefe para siempre...
Si no acepto de todos modos estaré atada al jefe...
Si acepto mi madre volverá a caminar...
Si no acepto mi madre no podrá caminar...
Es enserio? que decisión tan difícil.
Amo a mi madre y quiero su bien, pero...eso también cuenta casarme a cambio del dinero de su operación?
Alcé la mirada y crucé miradas con Don Lunático.
-- Si quieres te doy tiempo para pensar...
-- No tengo nada que pensar, ya tengo una respuesta señor-- me levanté de la silla.
-- A sí?-- sonrió-- y cuál es esa respuesta?
-- No me casare con usted-- se le borró la sonrisa-- no pienso acostarme con usted, ni unir mi vida con un hombre que no amo. Mi respuesta es no. Trabajaré muy duro para el dinero de la operación, no necesito de usted. Ahora si me permite, con permiso-- caminé hacia la puerta.
-- Mi propuesta aún sigue en pie-- sonreí y volteé a verlo.
-- Y mi respuesta también-- salí de su oficina.
THEO:
Es...? Es enserio?! esta mujer de verdad no aceptó mi propuesta? era la única forma que tenía para tenerla más cerca de mí...ahora que carajos hago? esa mujer será mía a como de lugar, no descansaré hasta conseguir mi propósito.
KENDRA:
《Hiciste bien, Kendra》Repetía una y mil veces en mi cabeza mientras me preparaba un poco de café.
-- No le des el gusto a Don Lunático-- suspire y llevé el café a mi boca. Mientras tomaba café caminé sin ver y de repente me tropecé con alguien. Al darme cuenta le había tirado café encima a un hombre muy elegante vestido, aunque ya no tanto por la gran mancha que dejé en su camiseta.
-- Qué te pasa?! eres ciega o qué?!-- preguntó sin verme.
-- Lo siento, de verdad lo siento, no fué mi intención-- cuando alzó su mirada pestañeo un par de veces-- de verdad, que torpe soy...
-- No te preocupes, en parte también fué mi culpa por no darme cuenta. Discúlpame por gritarte, es que tuve un mal día, cómo te llamas?
-- Kendra.
-- Mucho gusto, yo soy Daniel.
-- Permítame lavar su camiseta...
-- No es necesario la verdad-- sonrió-- tu no te preocupes, además solo es una pequeña mancha.
-- Pequeña mancha? eso parece el mapa de América. Deme su camiseta, por favor.
-- Está bien, ya que insistes-- sacó el primer botón de su camiseta y justo Don Lunático entró a la sala.
-- Kendra! que haces aquí?!-- miró al chico-- estás en horario de trabajo, no en horario de conversar te quiero en mi oficina ahora!-- el tono molesto en el que me habla es insoportable e irritante!
-- Si señor-- miré al chico y el asintió lentamente. Miré al jefe el cual tenía un expresión molesta y sin decir nada salí de la sala de comida.
Entré con el jefe a la oficina.
-- Qué hacías conversando con él?
-- Ahora se supone que le tengo que decir todo lo que hago...?
-- Qué hacías conversando en horario de trabajo?!
-- No estaba conversando señor, simplemente quería lavar la camisa del chico ya que por accidente regue café en ella.
-- Lo podía hacer otra persona. Que te quede algo en claro, Kendra. Tu no sirves a otra persona más que a mí, y aquí en la empresa no puedes conversar con otra persona que no sea yo, entendiste?-- apreté mi mano.
-- Si señor-- sonrió y se arregló la corbata.
-- Que bueno escuchar eso-- se sentó.
Don Lunático quiere mandar en mi vida y eso no lo voy a permitir, aunque creo que ya lo estoy permitiendo.
De repente la puerta de la oficina se abrió, y quien era? la pequeña y dulce Mila con su nana.
-- Maestra!-- corrió Mila hacia mí y la agarré.
-- Que quedamos con lo de maestra? además ya no lo soy.
-- Esta bien, Kendra-- sonreímos-- te extrañaba mucho. Ayer mi papá me dijo que trabajabas aquí y quería darte una sorpresa, te gusta?
-- Me encanta. Yo también te extrañaba corazón.
-- Y por qué no me has ido a visitar a mi casa?
-- Porque he estado trabajando, y tu papá no quiere que falte al trabajo.
-- Papá le das permiso a Kendra para que mañana vaya a casa?
-- Claro que sí, además pensaba en tomar un descanso mañana. Así podremos estar los tres, no Kendra?
Ay pero que imbec...
-- Si-- respondí y le di un beso a Mila.
-- Adiós Kendra, te espero mañana en casa-- la dejé en el suelo y agarró la mano de su nana-- adiós!-- sonreí y salió de la oficina.
Miré al jefe y borré la sonrisa de mi rostro.
-- Usted...
-- Antes de que digas algo, no creas que me estoy aprovechando de Mila, claro que no, solo quiero que ella esté feliz a lado de su amigo-- rió.
-- Si, como no-- me crucé de brazos.
-- Kendra-- dejó el anillo de compromiso en su escritorio-- tuyo cuando quieras-- sonrió.
-- Osea, usted es masoquista? le dije que no acepto. Le gusta que lo rechace a casa momento, no?
De nuevo se abrió la puerta, pero no era Mila, ahora era la amiga de Don Lunático, la tal Alexa pero no venía sola, traía con ella a nada más y a nada menos que al chico de la cafetería, ja!
THEO:
-- Tú?!-- preguntó Kendra al igual que el hombre con el que estaba hablando en la cafetería.
Me levanté y miré a Alexa.
-- No sabía que conocías a la asistente de Theo, hermanito.
-- Hermano?-- pregunté y Alexa se acercó a mí con una sonrisa.
-- Hola Theo, espero no molestarte, pero necesito hablar contigo, seré rápida-- miró a su hermano-- necesito que le des trabajo a mi hermano, podrías?-- sonrió.
Darle trabajo al hombre que al parecer quedó encantado con Kendra? si le doy trabajo, él vería todos los días a Kendra, y eso no quiero. Pero no puedo negarme, Alexa es mi amiga.
,♥️♥️♥️