Corazones Rotos.

—Mi sueño más grande es poder casarme con Kaleus, lo amo demasiado como para dejarlo ir. Quiero ser la señora Hamilton, tener sus hijos, y envejecer juntos.

Los sueños de Irina eran claros y complicados, más no imposibles. Siempre he pensado que ella es una mujer que consigue las cosas con demasiada facilidad, pero nunca la he juzgado por ello.

Tengo por seguro que a cada persona le llega, en algún momento, su propio tren a la felicidad. Sólo que no esperaba que ella me quitara el mío.

O, quizás, nunca fue mío en primer lugar.

Creí torpemente que me casaría con el hombre que amaba, me permití soñar con un futuro a su lado, teniendo una familia con diminutas versiones nuestras corriendo por la casa.

Pero fue simplemente eso, un sueño.

Un sueño que, sin importar cuánto haya querido, nunca se volvió realidad.

Así que hice una promesa, «Yo; Oriana Smith, juro que jamás dejaré que me rompan el corazón de nuevo».

Y, lo más importante, nunca volveré con el hombre que lo destruyó.

Luego de haber pasado la noche buena con Helios, cada uno siguió su camino. Regresé a mí casa, y aunque nada había mejorado realmente, me sentía más libre.

Y no, no me refiero a estar soltera, es un sentimiento de aceptación. Resignación al hecho de que perdí.

Ya he perdido demasiado tiempo a su lado, e incluso sin él. Decidí enfocarme nuevamente en mí y comenzar a pensar en mí futuro. Tengo 25 años y dentro poco serán 26, me decepciona no haber hecho nada realmente bueno con mí vida.

Fuí a la universidad y estudié literatura por tres años, pero abandoné la carrera, tarde me dí cuenta que no era lo mío. Creo que una constante en mí vida tardar en darme cuenta que las cosas no son para mí.

Escribo novelas, no he publicado ninguna en físico, suelo hacerlo en internet. Más precisamente en Wattpad, bajo un seudónimo "Kori".

Antes era sólo "Ori", pero usé la "K" en honor a Kaleus, ahora me doy cuenta de lo idiota que soy, por eso me ven la cara de estúpida todo el tiempo.

Nadie nunca me ha visto, pero hay muchas personas detrás de la pantalla que lee lo que escribo, eso es alentador. Pero, incluso así, eso no paga las deudas que tengo.

He sido tan imprudente, cuando estaba con Kaleus, no trabajaba porque él se encargaba de mantenerme. Él es un profesor universitario, especializado en historia. Es una carrera muy bien pagada, en especial cuando se es tan bueno en la profesión como él, así que no me ví en la necesidad de buscar un trabajo verdadero.

Pero todo eso ha cambiado, Kaleus se fue y ya no puedo seguir pensando que volverá, porque sé con certeza que no es así.

Una semana ha pasado de aquél terrible encuentro con Kaleus e Irina y, para mí fortuna, no he vuelto a saber de ellos.

No quiero ser mala, de verdad, pero cada vez que escucho que alguien los nombra; me causa rechazo. Tal vez aún estoy dolida por cómo resultaron las cosas.

Quizás algún día pueda superarlo y, de no ser así, espero al menos poder soportar su desagradable presencia. Porque me guste o no, seguimos siendo familia.

Afortunadamente para mí, mis padres y hermanos me han demostrado su apoyo incondicional, ahora mismo me están ayudando a encontrar un trabajo para poder salir adelante. Y, como si fuera poco, la presencia de Helios en mí vida ha sido más que perfecta.

Creo que es curioso como nos conocimos, considero increíble como creamos una relación a base de nuestro sufrimiento.

Cuando todo comienza a ir mal, como si fuera alguna clase de hechizo, siempre terminamos en el mismo lugar; encontrando consuelo en los brazos del otro y no quiero hacer de ésto algún tipo de película romántica, porque sé que no es así.

Helios es un hombre que ha sufrido mucho por culpa de su cínica esposa. Yo soy una mujer a la que le arrebataron sus sueños, y dejó perder sus metas. Pero, cuando estamos juntos, se siente como un suave susurro al alma.

Cómo si una pequeña voz en mí cabeza quisiera hacerme saber que todo va a estar bien.

Actualmente estoy en un restaurante, esperando a Helios. Es un lugar muy hermoso, se llama "Aspen's". Muy elegante y bien decorado.

Puedo ver a una mujer de cabello corto color negro, levemente ondulado y de ojos azul profundo; similares a los míos. Asumo que es la dueña, ya que está dando órdenes a los camareros.

A su lado, hay un hombre muy atractivo e intimidante, tiene tatuajes en el cuello, ojos negros como los de un demonio y demasiados músculos para mí gusto.

Me fascina como su aura intimidante se transforma en dulzura cuando esa mujer le habla, puedo ver el amor, supongo que es su pareja.

Estaba tan absorta en aquélla pareja, que no noté cuando Helios llegó; tomando asiento a mí lado.

—¿Qué es tan interesante? –Preguntó, con notable curiosidad, su repentina llegada me hizo sobresaltar, rápidamente lo observé y suspiré, regalándole una sonrisa–.

—¡Creí que no vendrías! –No estaba mintiendo, ciertamente llegó una hora tarde a nuestro encuentro, por un momento pensé que me había dejado plantada–.

Él rió levemente, pero no había diversión ni alegría en su expresión.

—Lo siento, me topé con mí esposa y no quiso dejarme en paz. –Su revelación me hizo sentir incómoda y no sé porque, siento que estoy haciendo algo incorrecto, pero no es así–.

—Ya veo... Hicieron... ¿Hicieron algo? –Traté de ser discreta sobre el tema, pero realmente quería saberlo, no, ¡Necesitaba saberlo!–.

Él enarcó una ceja y me observó atentamente ante mí pequeño interrogatorio.

—¿Me estás preguntando si tuve sexo con ella? –Cuestionó, mientras se cruzaba de brazos. Podía sentir mis mejillas arder, sé que no debería importarme, pero no puedo evitar sentir curiosidad al respecto–.

No respondí con palabras, simplemente asentí sin mirarlo directamente. Escuché como un suspiro frustrado salió de su boca, como si le molestara el hecho de que creyera que él haría tal cosa.

—No, Oriana, no me la follé. Estoy tratando de divorciarme, ¿Por qué carajos querría acostarme con ella? –Espetó con notable irritación–.

De repente me dí cuenta de lo fuera de lugar que estaba mí pregunta, ¿Cómo pude haberle preguntado algo así?

—Lo siento... –Murmuré–. No quise hacerte enojar, sólo tenía curiosidad. –Admití, aún sin mirarlo. Ya no me atrevía a hacerlo, había cometido un error y ahora Helios estaba molesto conmigo–.

Escuché que otro suspiro cargado de frustración se escapó de sus labios. Bien hecho, Oriana, acabas de meterle más frustraciones de las que ya tiene.

Sorprendentemente, sentí cómo una de sus manos se posaba sobre la mía, mientras acaricia el dorso con su pulgar. Era algo sencillo, pero muy relajante.

—No me hiciste enojar, Oriana. Simplemente no aprecio que pienses que tendré sexo con Luna, no puedo hacerlo. –Cierto, no puede porque siempre que lo intenta, recuerda como le fue infiel–.

Pero... ¿Y si no recordara ese hecho? ¿Entonces sí tendría sexo con ella?

Cómo si hubiera leído mis pensamientos, continuó.

—Incluso si pudiera hacerlo, no quiero, ¿Entiendes? No quiero tener sexo con ella. –Admitió, dejándome más tranquila–.

No entiendo que sucede, no debería importarme si él regresa con su ex, tampoco debe importarme con quién tiene intimidad. Pero, por alguna razón, me importa.

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...Lectores antiguos, ¿Se dieron cuenta de la pareja que Oriana observaba? Son Aspen y Xénorix😭❤️...