El famoso exiliado del Clan de Amigos. Brian Costello, encontrará el amor en dónde menos se lo espera. Él caerá rendido a los pies de "la mujer camaleón", una hembra fuerte y decidida a conquistar el corazón de Magnate, sin importarle cuántas identidades debe usar para lograrlo o si debe simplemente matarlo de amor...
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CAPÍTULO 7
Dos días más pasaron y aún Cleopatra no regresaba a su trabajo en el club, ella se reportó enferma y Sasha le dio un par de días más, ella había encontrado un puesto como bailarina y no como prostituta, así que solo se dedicará a bailar pole dance, obviamente esto para ella era pan comido, así estaría toda la noche frente a todos y podrá ver cada movimiento del lugar
Por su parte Brian tampoco había aparecido por el lugar, estaba tan molesto por ese último suceso que nada más de estar ahí y recordar como fue burlado por esa maldita mujer, hace su cuerpo arder de ira o eso es lo que él quiere creer, él sabe que arde es por el deseo, maldice la hora en que no insistió en quitarle el antifaz, si por lo menos hubiese visto su rostro, la buscaría hasta debajo de las piedras
La noche comenzaba y Cleopatra se alistaba para su gran debut, lo que ella no se imaginaba era que Sasha le había dado una gran publicidad y que el lugar estaba a reventar
“La Diosa Egipcia”, todo estaba adornado con un tema egipcio, incluso había algunos sarcófagos y los chicos que la acompañarían a la entrada estaban vestidos de egipcios,
Como valor agregado Cleopatra había practicado con una serpiente, para su gran debut, pero ella solo quería gustarle al publico y poder quedarse con el trabajo
Todo estaba listo y la salida de Cleopatra fue anunciada, ella salió y los aplausos no se hicieron esperar, ella no tenía antifaz, pero su maquillaje disimulaba algo sus facciones, además que uso lentes de contacto de color miel.
Desde lo alto, Brian Costello observaba el espectáculo, a él le encantaba todo el tema egipcio, por eso escogió esos nombres de sus bebés, por eso sentía una pequeña emoción por ese espectáculo
Cleopatra salió rodeada de hombres, ella comenzó a saludar y a bailar, sus movimientos eran sensuales y todos los hombres comenzaron a aplaudir y a silbar, un gran escándalo se escuchaba a lo alto
Todos se asombraron al verla doblarse y hacer piruetas muy difíciles, para cualquier mujer, después le trajeron la canasta con la serpiente y ella se movió al ritmo del reptil, estaban en perfecta sinfonía,
Brian estaba encantado con el espectáculo, sobre todo con los movimientos de la mujer, la Diosa había conseguido excitarlo desde la distancia, así que despertó su interés, tal vez esa Diosa, podía hacerlo olvidar a la otra, él salió de su oficina, directo hacia los camerinos, quería conocerla, pero esperaría que terminara su show y le invitaría un trago
__ Te está esperando en los camerinos _ le informaron a Cleo por el audífono en su oído, una sonrisa perversa se dibujó en su rostro, ya la presa había caído en su trampa, pero no era momento de mostrarse aún, así que terminó de deleitar a los presentes con su sensual espectáculo, terminó su número, se despidió de todos y salió hacia los camerinos, pero no entró, siguió de largo, tomó una bata y salió directo a la camioneta que estaba estacionada en la puerta trasera, se subió y se fue como huyendo del lugar,
Brian estaba sentado, en el camerino de la Diosa y estaba algo impaciente, hace algunos minutos que había oído el final del espectáculo y aun la Diosa no entraba a su camerino
Él se termino de tomar el trago que tenía en su mano y tomó su teléfono para llamar a Brandon, apenas lo escucho contestar le grito
__ ¿Dónde está Cleopatra? _ pregunto furioso
__ No lo sé jefe, déjeme averiguar _ Brandon, le preguntó a uno de sus hombres por radio y le informaron de la salida de la bailarina
Brandon dio un largo suspiro, antes de responder
__ ya se fue,
__ maldita sea _ dijo Brian y colgó, para regresar a su oficina
Brandon lo esperaba ahí, aunque sabía que no le esperaba nada bueno
__ ¿necesitas algo?
__ No, déjame solo, _ le dijo Brian sin siquiera verle la cara, al parecer Brian Costello había heredado de su padre lo posesivo y su olfato afinado para detectar a su mujer entre miles, aunque él, no había logrado deducir que ambas mujeres que habían logrado despertar su interés eran la misma persona.
Brandon bufó y salió de la oficina, necesitaba saber ¿qué demonios, le pasaba a su amigo?, él quería ayudarlo, pero Brian al parecer se había encerrado en sí mismo, así que por ahora solo le dará tiempo
Mientras tanto Cleo llegaba a su cuartel general, se cambió de ropa y se sentó a beber una copa de vino, en su interior estaba feliz, al parecer había despertado a la fiera lujuriosa dentro de ese hombre frio y calculador, ella bailo solo para él, todo lo demás había desaparecido y a la final obtuvo su recompensa
__ Pronto serás mío, solo mío _ susurró Cleo, tocándose los labios con sus dedos, queriendo sentir de nuevo ese delicioso sabor mentolado y esa lengua cálida dentro de su boca
__ ¿en qué tanto piensas? _ le preguntó Dorian, que tenía algunos minutos observándola desde la entrada
__ Ay por Dios, me asustaste, deja de aparecerte como un fantasma y ¿en que pienso?, en mi jefe, mi sexy y divino jefe _ le respondió Cleo, mordiéndose el labio inferior
__ ¿tu jefe?
__ Ay Dorian, que pereza hablar contigo, ¿no sabes, quién es mi jefe?, si soy una bailarina del Club, ¿Quién es mi jefe?, obviamente estoy hablando del papacito Brian Costello
__ Ese hombre será tu perdición _ dijo Dorian, fulminándola con la mirada
__ No Dorian, yo seré tu perdición, sino no terminas de entender, que no tengo, ni tendré ningún interés en ti, más que una amistad o una hermandad, no te amargues por seguir una ilusión que no te llevara a ningún lado, no me gustaría tener que trasladarte a otro equipo,
__ Es mi vida personal, no te metas _ le respondió Dorian con el corazón roto
