Rosalie murió en un trágico accidente de tránsito, atrapada en una vida que detestaba y consumida por su desesperación. Su último deseo fue simple: tener una segunda oportunidad.
Cuando abre los ojos, ya no está en su mundo… ni en su cuerpo. Ha reencarnado en Cristal Lawnig, la villana de una novela romántica que leyó en su juventud: "Señorita Letty". Una mujer despreciada, condenada a una muerte cruel e ignorada por todos.
Rosalie no piensa repetir esa historia.
Dispuesta a cambiar su destino, tomará decisiones impensables, enfrentará enemigos ocultos y se transformará en una nueva versión de sí misma. Ya no será una víctima. Ya no será la villana. Será una nueva clase de protagonista… una que está dispuesta a romper las reglas del juego.
¿Logrará Rosalie reescribir el destino de Cristal Lawnig y conquistar una vida digna, libre y feliz?
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📅 Creada desde el 16/08/2022
🛠️ Editada desde el 15/06/2025
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Capitulo 7: Un paso a la vez
— Reunión entre Kasir y Cristal —
—¿Qué acabas de decir, Cristal?
—Oh, eso. Parece que no me oíste bien —le hice una seña a Emily, quien colocó los libros frente a Kasir—. Ponte de mi lado para acabar con la Duquesa Riqueta.
—¿Con nuestra madrastra?
—Querrás decir la mujer que asesinó a nuestra madre.
—¿Asesinó? Madre murió de causas naturales.
—¿Y su recuerdo también murió de esa forma? —negué con la cabeza, con calma—. ¿No tienes curiosidad?
—¿De por qué hay tantos libros en mi habitación? ¿O de por qué mi pequeña hermana actúa de manera diferente?
—Bueno, eso tiene respuesta —levanté un dedo por cada afirmación que daba—: Porque me cansé de ser maltratada, de que me roben, me ignoren y ultrajen el recuerdo de mi madre y a nuestra familia.
—Siempre dejaste que eso sucediera, ¿por qué te molestas ahora?
—Oh, entonces afirmas que lo sabías —ladeé la cabeza, recostándola en mi mano, mientras una sonrisa muy tenue se formaba en mis labios—. Y simplemente decidiste ignorarlo. —Suspiré, fingiendo desinterés—. Sabía que mantenías tus emociones ocultas y que eras bastante neutral… pero no sabía que podías ser igual de mezquino.
—Cuida tus palabras, hermanita. Eres la única con la que todavía hablo.
—Oh, qué conmovedor. ¿Debería llorar de alegría? —solté una risita burlona, lo que claramente le molestó—. En cualquier caso, los dos tenemos el mismo objetivo. Y espero que podamos trabajar juntos en ello. Si no es como hermanos, que sea como aliados. —Le extendí una mano, proponiéndole un trato—. ¿Qué me dices?
—Umm… eso depende.
—La oferta es buena —con la otra mano arrastré los cuadernos hacia su lado—. ¿Quieres impartir tus condiciones?
—Sí. Eso quiero.
Moví la mano extendida hacia un lado, dándole espacio para hablar.
—Adelante, te escucho.
—Quiero la sucesión del ducado.
«El gato está fuera de la jaula», susurré. Aunque al ver su seriedad, solo agité la mano con delicadeza.
—No me importa. Quédate con él. Sin embargo —tomé mi diario y lo levanté, colocándolo frente a mis labios—, cuando llegue el momento, tendrás que ser tan fiel a la causa como lo es padre al imperio. Ya que haré el trabajo sucio por ti, es lo mínimo que puedes ofrecer.
Se mantuvo en silencio por unos minutos, observándome. Parecía analizar cada gesto, cada palabra. Claramente, la Cristal original, la verdadera dueña de este cuerpo, jamás habría actuado así. Nunca se habría acercado primero a su hermano. Habría soportado el maltrato en silencio, refugiada en un rincón del calabozo del ducado… hasta quebrarse.
Pero como yo no soy Cristal...
—Estoy esperando, hermanito. No tengo todo el día.
Yo jamás me quedaré en un papel tan miserable. Desde ahora, en esta historia, la villana será quien gane al final.
—¿Y si me niego?
—Entonces revelaré los trapos sucios del supuesto sucesor de la familia Lawnig, junto con los de su querida madrastra y sus hermanitos.
—¿¡Me estás amenazando!?
Me encogí de hombros con una risita dulce.
—Oh no, no te amenazo. Solo estoy colocando… los puntos sobre las íes —ladeé la cabeza y retiré el diario de mis labios, mostrando una sonrisa inocente—. Eres listo. Sabes qué es lo mejor para ti.
Coloqué un dedo sobre mis labios, y luego bajé el diario a mi regazo.
—¿Cómo crees que responderán los nobles al enterarse de que el heredero del ducado es cómplice de abuso físico y daño psicológico a una menor? —no respondió, pero su mirada bastaba para asesinarme. Y esa sensación… era extrañamente satisfactoria—. Claramente, no queremos llegar tan lejos. Tú tendrás el ducado, yo mi libertad, y ambos vengaremos a mamá. Si no podemos pactar como hermanos, pactemos como socios.
—Umm...
Sí. Sin duda alguna, en esta nueva vida que me ha sido otorgada... vengaré a la verdadera dueña de este cuerpo.
—Tómalo o déjalo. No tienes tiempo para pensarlo. Si no aceptas, veremos quién gana primero —extendí mi mano hacia él—. Uno... dos...
—Te has vuelto osada. —Correspondió al apretón de manos.
—He aprendido a ser impredecible. —Le sonreí con calma—. Entonces, ¿qué tal si empezamos por el robo de la Duquesa al ducado… y a mí?
—Bien. Cuéntame lo que sabes.
—Entonces, como verás, en estos libros...
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Esa noche, en la cena...
La mesa estaba servida. Los sirvientes se movían con precisión, llenando copas, sirviendo platos. El ambiente era espeso, la tensión tan densa que podía cortarse con un cuchillo. Todos esperábamos algo, aunque no sabíamos qué.
—Es un honor para nosotros tener aquí a un miembro distinguido del emperador —mencionó la Duquesa Riqueta con voz melodiosa.
—Jo, jo... Duquesa, la hospitalidad del ducado es tan agradable como sus palabras —respondió el hombre rechoncho con una sonrisa de cortesía.
A su lado, el enviado del norte permanecía en silencio, observando cada gesto con frialdad. El duque y Kasir comían en silencio. Eleonoro parecía absorto en sus pensamientos. Vanessa, en cambio, se mantenía atenta a la conversación de su madre, aunque claramente, su atención se desviaba hacia el enigmático invitado del norte.
—El emperador debe de estar muy ocupado para no haber venido directamente —continuó la Duquesa, dejando entrever su incomodidad con elegancia fingida—. Aun así, agradecemos su presencia.
—Así es, Duquesa. El emperador me envió con un mensaje: dentro de unas semanas, se celebrará un baile en el palacio imperial. Me ha pedido que invite personalmente a la familia del duque.
—¡Eso sería maravilloso! —dijo la Duquesa con emoción ensayada—. Mi querida Vanessa está por hacer su debut en sociedad. Sería estupendo que conociera amigas que la apoyen en su camino.
—Cristal también está por hacer su debut —intervino Kasir con voz firme.
Antes de que la Duquesa pudiera replicar, fue el duque quien habló.
—Oh, cierto. Cristal, aún no has hecho tu debut. ¿Por qué?
Todas las miradas se volvieron hacia mí. Sentí cada una de ellas cargada de intenciones distintas: curiosidad, juicio, burla... y una, en especial, con genuina intriga.
Limpié mis labios con una servilleta con delicadeza.
—Eso es porque... —levanté la mirada hacia los ojos del duque. Su fría aura comenzaba a quebrarse, y en ese momento lo supe—. Deseo mucho que mi padre esté presente el día de mi debut.
Una sonrisa dulce se dibujó en mis labios. Agradecía haber formado parte del club de teatro durante cinco años en mi vida anterior. Esa habilidad me servía bien ahora. El duque amaba la ternura de su hija, la que con los años se había esfumado. ¿Por qué repetir los errores de una historia si podía usarla a mi favor?
—Oh, mi pequeña hija… Ya ha crecido tanto. Siento que pronto dejarás el nido y dejarás a este viejo completamente solo —dijo el duque, con los ojos brillantes.
—Mi querido padre... —tomé sus manos con suavidad. Aún me parecía surrealista llamarlo así—. No diga eso. Padre siempre estará en mi corazón.
Y justo cuando ese momento de aparente paz me envolvía, ocurrió.
El sonido fue sordo, como el crujir de una copa al romperse. Un dolor punzante atravesó mi cabeza. El calor repentino se acumuló sobre mi cráneo, acompañado de un olor metálico que comenzaba a invadir el aire.
Gritos. Voces lejanas, algunas alarmadas, otras burlonas. Mi vista se volvió borrosa y un líquido rojo cayó ante mis ojos.
Por el olor... no podía ser otra cosa. Era sangre.
Pero que empiece a quitar cabezas 😈😈😈😈🔥❤️🔥