Matrimonio Forzado

Elizabeth había notado la tensión entre sus dos mejores amigos y decidió tomar cartas en el asunto. Una tarde, fue directamente a la mansión Cross para confrontar a Sebastián.

-¿Sebastián Cross, qué diablos te pasa?- gritó cuando lo encontró en su habitación.

Sebastián levantó la vista de su libro, sorprendido. -¿Elizabeth? ¿Cómo entraste?

-Tu madre me dejó pasar. Dijo que necesitabas ver a un amigo- Elizabeth cerró la puerta detrás de ella y se cruzó de brazos. -Ahora dime qué está pasando entre tú y Valerie.

Sebastián suspiró. -Es complicado.

-Deja de decir eso. Todo el mundo dice que es complicado. ¡Explícamelo!

Sebastián la miró por un largo momento, debatiendo internamente si contarle o no. Finalmente, decidió que necesitaba hablar con alguien.

-Nos van a casar- dijo simplemente.

Elizabeth sintió como si el mundo se detuviera. -¿Qué?

-Matrimonio arreglado. Comprometidos desde que éramos niños. Boda cuando Valerie cumpla 21- Sebastián se dejó caer en su cama. -Y yo no sé cómo lidiar con eso.

Elizabeth se sentó lentamente en la silla del escritorio, procesando la información. Su corazón se estaba rompiendo, pero trató de mantener la compostura.

-¿Y... y cómo se siente Valerie al respecto?- preguntó con voz pequeña.

-Ella está bien con eso- respondió Sebastián amargamente. -Dice que podemos hacer que funcione. Que al menos nos conocemos y nos cuidamos.

Elizabeth sintió una punzada de dolor. Por supuesto que Valerie estaría bien con casarse con Sebastián. ¿Quién no lo estaría?

-¿Y tú no estás bien con eso?- preguntó, aunque ya conocía la respuesta.

-No- admitió Sebastián. -No quiero casarme con mi mejor amiga. Quiero que siga siendo mi mejor amiga sin toda esta... presión.

Elizabeth se quedó en silencio, luchando con sus propios sentimientos. Parte de ella quería consolarlo, pero otra parte estaba celosa de que Valerie tuviera lo que ella siempre había querido.

-Tal vez... tal vez deberías darle una oportunidad- dijo finalmente, aunque las palabras le dolían. -Valerie es increíble. Si tienes que casarte con alguien...

-No quiero casarme con nadie- interrumpió Sebastián. -Quiero elegir mi propia vida.

Elizabeth asintió, entendiendo perfectamente ese sentimiento. Después de todo, ella tampoco podía elegir a quién amar.

-

Durante los siguientes meses, la amistad entre los tres se volvió cada vez más tensa. Sebastián mantenía su distancia, Valerie se sentía cada vez más sola, y Elizabeth luchaba con sus sentimientos hacia Sebastián mientras trataba de ser una buena amiga para ambos.

Valerie comenzó a pasar más tiempo con Elizabeth, y menos tiempo tratando de arreglar las cosas con Sebastián. Había llegado a la conclusión de que él necesitaba tiempo para aceptar la situación.

Sebastián, por su parte, se sumergió en sus estudios y entrenamiento físico, utilizando cualquier excusa para evitar las situaciones sociales donde pudiera encontrarse con Valerie.

Un día, Elizabeth estaba caminando por el jardín cuando se encontró con Sebastián saliendo de la biblioteca.

-Sebastián- lo llamó. -¿Podemos hablar?

Él se detuvo, pero no parecía entusiasmado. -¿Sobre qué?

-Sobre Valerie. Ella está sufriendo, ¿sabes?

Sebastián se tensó. -¿Está bien? ¿Le pasó algo?

-Físicamente está bien- respondió Elizabeth. -Pero te extraña. Mucho. Y no entiende por qué su mejor amigo la está evitando.

-No la estoy evitando- mintió Sebastián.

-Sí lo estás haciendo. Y ella no entiende por qué- Elizabeth se acercó a él. -Sebastián, sé que esta situación es difícil, pero lastimar a Valerie no va a cambiar nada.

Sebastián cerró los ojos. -No quiero lastimarla. Solo necesito... necesito tiempo para acostumbrarme a todo esto.

-¿Cuánto tiempo?- preguntó Elizabeth suavemente. -Porque en este momento, estás perdiendo a tu mejor amiga por algo que va a pasar de todas formas.

Las palabras de Elizabeth se clavaron profundo en Sebastián, pero aún no estaba listo para enfrentar la situación.